Juan G. Salguero J.
En grandes reuniones, dirigentes cívicos de los municipios del suroccidente de Cundinamarca fundaron los respectivos comités de impulso del Pacto Histórico recogiendo el sentir de sus habitantes. Fue así como en los municipios de Agua de Dios, Nilo, Tocaima y Viotá, entre otros, contando con el apoyo del comité de Girardot nació formalmente el Pacto Histórico.
Es de resaltar que desde su creación estos comités se están convirtiendo en receptores de la inconformidad nacida de los efectos de tres décadas de neoliberalismo, el saqueo de sus recursos públicos, y la conversión en negocios particulares de derechos fundamentales como la salud y la educación, que han afectado esta rica comarca actualmente empobrecida por la corrupción y la politiquería.
Es tal el entusiasmo en favor del Pacto Histórico que en forma espontánea se han creado comités cívicos no oficiales destinados a la defensa de los derechos de la población, patrimonios públicos y búsqueda de nuevas oportunidades para la juventud.
De estos comités se destaca la Fundación Oreste Síndice en Nilo y el grupo juvenil Los Sinvergüenza en el municipio de Tocaima. Estos colectivos y otros similares en varios municipios, forman parte de la base social del Pacto Histórico en la región, y en el momento, se esfuerzan por la coordinación de su accionar en beneficio de sus comunidades.
Algunos voceros de estos comités han expresado su sorpresa por la muy positiva acogida popular que ha tenido el Pacto Histórico con su programa mínimo y su lista cremallera, que garantiza la elección al Congreso de la República de igual número de hombres, como de mujeres.
Además, manifestaron su satisfacción por llevar la representación de las diversas tendencias políticas que abarcan el espectro de centro e izquierda democráticas, antes dividido en disputas internas y ahora unificados bajo la bandera del Pacto Histórico, con un único objetivo y candidatos comunes.
Igual, con un criterio realista, pero teniendo como referente las tendencias de las encuestas que señalan como triunfador de los próximos comicios al Pacto, están decididos a defender sus programas hasta su concreción por encontrar en él las respuestas a las carencias de la población.
De igual manera, se destacó el papel del Pacto en la lucha contra la desigualdad social de la cual Colombia se disputa el podio en el mundo con países tan pobres como Haití y algunos africanos. Otra presencia para destacar fue la del sector pensional, con delegados de la Organización Colombiana de Pensionados, OCP, que señala la ruptura de la llamada brecha generacional por cuanto tanto adultos mayores como jóvenes encontraron identidad en sus reivindicaciones.
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