Ante las constantes amenazas y expresiones paramilitares en la localidad, la población responde sin miedo, con arte y organización
Valentina Bolaño Senior
@Vale_BoSe
Amenazas, extorsiones, panfletos, paredes pintadas con nombres de grupos paramilitares, además de las constantes intimidaciones a líderes y lideresas sociales, es lo que se vive en Suba desde mediados del 2023. Esta grave situación de vulneración de los derechos humanos en la localidad, ha llevado que la población viva con una incesante zozobra frente a la seguridad de ellos mismos y sus familiares.
“En diciembre del 2023, comenzaron a amenazar al sector comercial de la localidad, que condujo a una balacera que afectó a dos personas que trabajaban en una empresa. Esto desató una problemática dentro de nuestra comunidad, pues se comenzó a evidenciar que todos los comerciantes eran víctimas de extorsión por organizaciones criminales que se hacen llamar Satanás, Tren de Aragua y las Autodefensas Gaitanistas de Colombia”, explica Hernleing Triviño, líder social de Suba Oriental de los barrios Prado Pinzón, Santa Helena, Prado Veraniego y Colina Campestre.
Las amenazas continuaron en aumento y se desencadenó un miedo colectivo, lo que llevó a que muchas personas comenzaran a emigrar del territorio, se cerraran locales y, por ende, la economía popular decayera.
“En febrero del 2024, la situación se agudizó, los panfletos amenazantes llegaron a todos los locales comerciales y a los familiares, ya era insostenible. Denunciamos esto a través de una audiencia pública en el Congreso de la República, con invitación del representante a la Cámara Gabriel Becerra”, argumenta Triviño. Esto ocasionó que la localidad entrara en una profunda militarización. “Las personas se sentían secuestradas en sus propias casas y locales. Fueron días muy difíciles para las economías populares, pues, el comercio abría a las 9 a.m. y cerraba antes de las 6 p.m.”.
Sin miedo
La situación aún sigue, pero la población decidió responder. La Noche Sin Miedo es una muestra de unión, articulación de todos los procesos comunitarios, colectivos e individuales de la localidad que hacen frente a la constante violación de los derechos humanos de la comunidad, “decidimos actuar y dar una respuesta ante las expresiones paramilitares que nos hacen vivir con una zozobra constante. Con esto, manifestamos que no vamos a seguir con miedo”, dice Daniel Pérez, miembro de la Asamblea Suba Oriental, el cual es un proceso organizativo que surge a mediados del 2019 por los diversos acontecimientos en la ciudad respecto a la violencia policial.
La Noche sin miedo empezó el 19 de abril y acabó el 27 de abril, “todos los días hacíamos una actividad diferente, iniciamos con una pelea de boxeo, después un concierto se llamó el Ruido Anticarcelario, un torneo que denominamos Goles Sin Miedo”, relata Daniel, asimismo, se hizo una creación colectiva de murales donde estaban los rayones de los paramilitares y los transformaron en mensajes de paz.
Siempre el arte
Indudablemente, el arte toma un rol fundamental en la defensa de los territorios, pues, expresa el deseo de una buena convivencia en la localidad. Por tal razón, las obras de teatro, las bandas musicales, las batallas de rap y los conciertos reiteraron el llamado a la paz.
Una de estas expresiones fue el Ruido Anticarcelario, donde los jóvenes dieron un mensaje directo: exigieron la libertad de las y los prisioneros políticos de todo el país. “Hacemos esto por todos aquellos jóvenes que están en prisión por participar en las manifestaciones”, explica Pérez.
En el Estallido Social del 2021, Suba jugó un papel importante en la resistencia y manifestación por los derechos de las y los jóvenes “enfrentamos la tristeza de perder jóvenes a raíz de estas movilizaciones. Hemos visto una respuesta positiva por parte del Gobierno actual, de la voluntad política que existe para establecer diálogos con la juventud”, argumenta Daniel, “la noche sin miedo es una forma de reivindicar nuestro compromiso con la localidad, y la memoria de los que perdieron la vida en los estallidos sociales, no solo en Suba sino en Bogotá, y a nivel nacional, pues dieron su vida por la paz en el país y un futuro mejor”.
Recuperar la seguridad
Ahora bien, el 25 de abril se llevó a cabo la mesa de trabajo “Recuperar la seguridad con enfoque humano”, en la que, gracias a la ayuda de la concejala Heidy Sánchez y su equipo de trabajo, citaron a diferentes entidades del distrito y de la localidad para alertar frente a la constante vulneración de los derechos humanos y llegar a acuerdos para volver a fortalecer los tejidos sociales.
Las conclusiones de la mesa de trabajo manifiestan el acompañamiento masivo a todos los líderes y lideresas, pues, son una de las principales víctimas en la compleja situación de seguridad que vive Suba. Asimismo, el compromiso de la policía por redoblar los esfuerzos para estar alerta a las amenazas.
“Hay un compromiso de la policía para mostrar resultados. A veces la percepción de la comunidad y de nosotros como líderes y lideresas de la localidad, es que hay impunidad, que no se ve una investigación por parte de las entidades frente a lo que amenaza a Suba”, finaliza Daniel Pérez.
La Noche sin miedo no solo mostró el arte, también la importancia de la organización y articulación de diferentes colectivos para la defensa del territorio. La mesa técnica con las autoridades locales sigue, “sabemos que es difícil denunciar en un país donde los líderes y lideresas quedamos expuestos a un daño hacia nuestra integridad. Pero siempre estaremos prestos a seguir alzando la voz, denunciar y estar al lado de nuestras comunidades”, termina Hernleing Triviño.