El 3 de mayo comenzaron en el Concejo de Bogotá los debates del Plan Distrital de Desarrollo, PDD, 2024-2027, presentado por el alcalde Carlos Fernando Galán
Heidy Sánchez Barreto (*)
El Plan se presenta en medio de la crisis por desabastecimiento de agua en la ciudad, en la que, pese a las medidas que él mismo ha impuesto, no se han materializado las expectativas de incremento del nivel de agua en los embalses del sistema Chingaza y la reducción de consumo en la ciudad y, por otro lado, señaló y criminalizó la lucha estudiantil de la Universidad Nacional.
El PDD en su composición tiene un objetivo general que dice aspirar a mejorar la calidad de vida de las personas enfocándose en seguridad, inclusión, libertad, igualdad de oportunidades y un acceso más justo a bienes y servicios públicos, así como con cinco objetivos estratégicos que incluyen programas y metas que articulan distintas entidades del Distrito: i) Bogotá avanza en seguridad; ii) Bogotá confía en su bien-estar; iii) Bogotá confía en su potencia; iv) Bogotá ordena su territorio y avanza en su acción climática; y v) Bogotá confía en su Gobierno.
En un primer análisis se evidencian aspectos críticos importantes a develar en esta primera presentación.
¿Cuánto cuesta el PDD?
La propuesta del alcalde Galán descrita en el PDD tiene un costo de $142,5 billones, de los cuales $90,89 billones son recursos de la administración central que serán la inversión en el cumplimiento de las metas.
Aquí se evidencia la continuidad de gobiernos neoliberales. Lejos del discurso que se promulga del beneficio y el bienestar social para todos y todas, se mantiene la prioridad para los negocios privados destinando el mayor recurso en el sector de movilidad ($32,1 billones) en el que subsidia mayoritariamente la ganancia privada de los operadores del SITP y para educación ($27,3 billones) en la que la mayoría de los recursos van a financiar la oferta educativa privada.
A pesar de hacer un constante énfasis en la importancia de dar prioridad a la garantía de los derechos de las mujeres, el sector que lidera tan importante labor sigue teniendo una inversión muy limitada, pues tan solo se destinan $415.000 millones para los cuatro años de esta administración.
Dentro de los recursos del sector de movilidad ($19,8 billones), no se incluyeron los $12,3 billones que cuesta el Fondo de Estabilización Tarifario (FET), con lo que el costo del sector ascendería a los $32,1 billones, y esto sin incluir a la Empresa de Renovación y Desarrollo Urbano (IDU).
Hay muchas dudas sobre los cálculos presentados, no coinciden entre los recursos que se les asignan a los programas y las sumatorias de los objetivos, lo cual se espera sea especificado y subsanado en las presentaciones focalizadas por objetivos y entidades y en los documentos finales.
Objetivo estratégico 1 “Bogotá avanza en seguridad”
La mayor parte de los recursos están dirigidos para los programas de espacio público y movilidad, en donde, entre otras cosas, se propone mejorar la percepción de seguridad “controlando los altos niveles de aglomeración de vendedores”, el cuidado de buses y la prevención de la evasión del pasaje con más fuerza pública, ¿será que esto se traduce en persecución a quienes se dedican a las ventas informales en las calles de la ciudad en lugar de darles garantías para que desarrollen sus actividades?
Llama la atención la insistencia discursiva de priorizar a las mujeres, pero en un programa tan importante como es “Cero tolerancias a las violencias contra las mujeres y basadas en género”, se le destina el menor presupuesto: $197.302 millones.
Objetivo estratégico 2 “Bogotá confía en su BIEN-ESTAR”
En el objetivo 2 de los $27,3 billones, solo $2,9 billones se destinan para “Bogotá, una ciudad con menos pobreza”, mientras se prioriza con $15,5 billones los programas de salud en articulación con privados.
Objetivo estratégico 3 “Bogotá confía en su potencial”
El objetivo 3 cuenta con $24,4 billones, destinando la mayoría de los recursos a la educación posmedia, específicamente el programa “La educación como eje del potencial humano”, en donde no se incluye a la Universidad Distrital y se asigna solo $1 billón para distribuir entre empleo y ciencia, tecnología e innovación.
¿Más impuestos para la ciudadanía?
La secretaria de Hacienda, Ana María Cadena, quien expuso de dónde vendrán los recursos para financiar los programas antes expuestos, indicó que se proyecta imponer tres nuevos tributos para la ciudadanía: sobretasa bomberil, parqueo fuera de vía y alumbrado público, lo cual preocupa, pues no puede ser el bolsillo de los ciudadanos el principal afectado; tema que será de amplia discusión en la Comisión de Plan.
En general, el proyecto de PDD que se debatirá en los próximos días en el Concejo de Bogotá insiste en el modelo neoliberal de administrar la ciudad. Muestra cómo gran parte de la destinación de los recursos está enfocada a las macro obras públicas que beneficiarán en su mayoría a grandes constructoras (financiadoras de la campaña de Galán) y al negocio de los operadores privados del Sistema Integrado de Transporte Público, promoviendo a su vez la precarización del acceso a la educación superior de la juventud.
(*) Concejala de Bogotá por la Unión Patriótica-Pacto Histórico