sábado, julio 27, 2024
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Recuerdos de VOZ

El pasado 20 de julio, el principal periódico de la izquierda revolucionaria conmemoró un año más de existencia. Han sido seis décadas y media de reportería en favor no solo de las resistencias sociales, sino también de las principales conquistas populares

Arlés Herrera (Calarcá)
@Calarcaoficial

Corría el año 1958. Los trabajadores y trabajadoras, amas de casa e inquilinos asistían a una antigua casona tradicional del barrio Las Cruces en Bogotá. Era la sede sindical. Allí se distribuía el semanario Voz de la Democracia, el cual era ofrecido con gran entusiasmo por el camarada “Parrita”, portero y vigilante.

VOZ agradaba a los lectores por lo beligerante de sus titulares, de sus artículos, sus fuertes denuncias sobre el imperialismo yanqui, las extraordinarias caricaturas de Manuel Parra Pardo “Espartaco”. Sin duda alguna, era lo que los lectores miraban primero.

En esta sede de los trabajadores también se distribuía una publicación del tamaño de un octavo con un destacado titular: Afíliese al Partido Comunista, donde de manera breve se explicaba los objetivos programáticos de la organización revolucionaria.

El acogedor espacio sindical era una escuela de formación política, donde se realizaban charlas sobre la situación política nacional, y conferencias sobre marxismo. Los informes sobre los logros del socialismo en la Unión Soviética eran una constante.

Los policarpos

El parlamentario liberal Alfonso Barberena, compañero de lucha por la vivienda con Julio Rincón en Cali, dictaba conferencias sobre El Capital de Carlos Marx. El dirigente sindical Ventura Puentes Vanegas, Álvaro Vásquez del Real, Antíoco Palacios, Pedro Salas, Luis Morales, todos experimentados comunistas, exponían sus experiencias y orientaciones para avanzar en la lucha.

La organización de inquilinos aprovechó mucho la cultura política e ideológica impartida por los camaradas. Esta formación contribuyó a que el movimiento viviendista que se tomó las tierras de lo que después se llamó el barrio Policarpa Salavarrieta no se quedó solo en la conquista de un espacio para vivir, sino que se convirtió en una organización ejemplar y revolucionaria que consideró que la lucha de los campesinos, de los obreros y estudiantes también era su lucha.

Pero fueron más allá, su voz solidaria se extendía hacia los pueblos que en ese momento luchaban en diferentes países del mundo, los policarpos habían asimilado el valor del internacionalismo proletario.

El semanario VOZ estuvo presente en los momentos cruciales cuando el Policarpa Salavarrieta fue agredido por la brutalidad policial. De igual forma, el emblemático barrio fue muchas veces escenario donde el periódico comunista realizó sus festivales.

El contenido de los artículos de VOZ rompió las cadenas de sometimiento ideológico y político que la clase dominante imponía a los trabajadores y trabajadoras. Esta ruptura con la ideológica burguesa sobre los trabajadores y trabajadoras del campo y la ciudad, ha sido una de las grandes tareas revolucionarias del periódico.

También se debe destacar la contribución a la creación de la Confederación Sindical de Trabajadores de Colombia, CSTC. Desde luego todo esto enfureció a la burguesía colombiana, por lo que consideró tener el país bajo el estado de sitio por más de 40 años para frenar según ellos, la lucha de clases. El estado de sitio fue un récord Guinness no declarado, pues desde 1949 hasta 1991 el país sufrió todo el tiempo bajo esta excepcionalidad donde se cometieron toda clase de violaciones a los derechos humanos.

Responsables de propaganda

El periódico era despachado en flotas para varias poblaciones lejanas, como Amazonas, Caquetá, Meta, Urabá, entre otros territorios. Por ejemplo, en la “mejor esquina de América”, se vendían cerca de 12 mil periódicos entre los trabajadores bananeros y los luchadores viviendistas que fundaron Apartadó.

En muchos de estos territorios la Voz Proletaria era recogida por los compañeros responsables de agitación y propaganda, que se encargaban de llevarlo camuflado en la carga que transportaba las mulas, evitando así que el Ejército o la Policía lo decomisaran. Los camaradas corrían el riesgo de ser detenidos, encarcelados y acusados por llevar una publicación subversiva del comunismo internacional.

Otros camaradas transportaban el periódico en la chalupa río abajo o también río arriba para repartir el periódico a varias comunidades campesinas. Había también otros propagandistas quienes repartían VOZ a caballo, por ejemplo, en el Sumapaz.

La heroica tarea de distribuir VOZ en regiones tan apartadas, de tremenda geografía, eran experiencias que contaban los responsables de propaganda del Partido. Era costumbre de los campesinos leer en reunión el periódico y abrir la discusión. Motivo de alegría era encontrar en algunas casas campesinas recortes de caricaturas publicadas en el periódico pegadas detrás de la puerta.

Festivales de VOZ

Fueron monumentales y brillantes varios festivales de VOZ, que se hacen de manera ininterrumpida desde el año 1979. Era habitual contar con la participación de artistas de talla internacional que venían de la Unión Soviética, la gran orquesta de Cuba, la agrupación Rumbavana, el dúo Celina y Reutilio, conciertos de la Filarmónica de Bogotá, los Hermanos Escamilla, así como exposiciones de pintura y caricaturas, concursos de poesía, participación de niños pioneros que nacieron en los barrios de la Central Nacional Provivienda.

Muchos de estos festivales del periódico se hicieron en los coliseos El Campín y El Salitre, donde por cerca de tres días se reunían no solo lectoras y lectores de VOZ, sino militancia, simpatizantes y amigos del Partido Comunista. En los recuerdos siempre estarán las palabras contundentes de los directores en el clásico acto político central, ya sean Manuel Cepeda Vargas, Álvaro Oviedo, Carlos Lozano Guillén y recientemente la camarada Claudia Flórez.

En deportes se destacaban los torneos de fútbol, las competencias ciclísticas y campeonatos de tejo, que los asistentes siempre disfrutaban. También era habitual contar con la presencia de delegaciones regionales que traían sus variados productos para complementar el festival con una nutrida oferta gastronomía.

Solidaria e internacionalista

Otro principio del semanario es el internacionalismo proletario. Las páginas de VOZ siempre han estado abiertas a las más encendidas palabras de solidaridad con las luchas de los pueblos.

En la segunda mitad del siglo XX la solidaridad con Cuba fue una constante. De igual forma, se publicó todo sobre la larga lucha del pueblo vietnamita que resistió heroicamente a la agresión del imperialismo yanqui. También por las páginas del periódico se registraron las peleas del pueblo afroamericano por los derechos civiles que lideraron destacados dirigentes, como Martin Luther King, Malcolm X y Ángela Davis.

Capítulo aparte fue el cubrimiento de la victoria y derrota del gobierno de la Unidad Popular en Chile liderado por el compañero presidente Salvador Allende, traicionado por el fascismo de Pinochet y apoyado por los imperialistas. El internacionalismo también registró la lucha del pueblo argelino por su independencia del colonialismo francés.

En la actualidad, el semanario VOZ sigue siendo solidario con Cuba y demás pueblos hermanos de Nuestra América que se levantan dignamente.

Punto aparte 

Así como destacamos el internacionalismo del periódico VOZ, también es importante destacar que por sus páginas siempre ha existido solidaridad con las luchas en el país del campesinado por sus tierras; con las huelgas de la clase obrera; las marchas del movimiento estudiantil; cubrimiento periodístico junto con los destechados que toman tierras baldías para sus viviendas; entre otros hitos del movimiento popular en Colombia. Las páginas de VOZ han sido la memoria de las resistencias sociales y de las conquistas populares.

Desde 1957 hasta la actualidad, el periódico comunista sigue siendo la verdad del pueblo. Continúa en su incansable tarea revolucionaria, denunciando al narcoestado colombiano. Ni la pandemia calló a VOZ. Gracias a los amigos demócratas y militantes comunistas por su apoyo y a la actitud revolucionaria del actual Consejo de Redacción.

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