Un vigilante de la estación del Transmilenio de la avenida Jiménez con carrera décima de Bogotá, se dedicó a tomar fotografías de la imponente columna de la Unión Patriótica, el Partido Comunista y la JUCO, que partió del barrio Policarpa hasta la plaza de Bolívar.
El vigilante, escoltado por dos agentes de policía, disparó varias veces la cámara fotográfica, aunque la misma le fue entregada por los uniformados para que les hiciera el mandado. Esta actitud provocadora se repitió en varias ciudades y a lo largo de la carrera séptima de Bogotá. Durante la campaña electoral, tanto de congresistas como las presidenciales, la misma situación se presenta en los actos de la Unión Patriótica. La pregunta es: ¿A dónde van a parar esas fotografías policiacas?