En Medellín, el taller preparatorio de la USO se enfocó en la situación de derechos humanos, la transición minero-energética justa y la “descampesinización” de los territorios
Valentina Bolaño Senior
@Vale_BoSe
Líderes y lideresas sociales, mujeres, jóvenes y campesinos fueron los protagonistas en el taller preparatorio más grande que se ha realizado en el camino a la III Asamblea Nacional por la Paz de la Unión Sindical Obrera, USO, tuvo lugar en Medellín, y recogió todas las problemáticas de los territorios antioqueños.
Ahora bien, los asistentes fueron enfáticos en que se deben cumplir las garantías para la protección de los derechos humanos, pues en Antioquia el fenómeno paramilitar ha sido auspiciado por la misma institucionalidad.
La vida de los líderes y lideresas sociales, comunales, juveniles y de mujeres ha estado en constante riesgo por el recrudecimiento del conflicto armado en los territorio. Por tal razón, el espacio del taller solicitó al Gobierno nacional y a las diferentes guerrillas que respeten a la población civil, asimismo, el cumplimiento de los acuerdos que se han generado en las distintas conversaciones de paz que hay en marcha.
El campo sin campesinos
Más allá de su uso, uno de los asistentes empleó el término descampesinización para explicar una de las problemáticas más latentes en Antioquia, el desplazamiento forzado del campesinado y el proceso donde se reducen las posibilidades de reproducir de manera autónoma la vida campesina.
Este proceso puede darse desde diferentes ejes, tales como la minería desenfrenada, los monocultivos, la contaminación en las aguas, la vulneración de los derechos humanos y el recrudecimiento del conflicto armado en los territorios.
Así pues, la descampesinización tiene su argumento en el modelo económico dominante que excluye y genera más pobreza. Según Iván Darío Rodríguez, en su tesis La descampesinización rural como fenómeno ligado a la postura estatal hacia los campesinos y campesinas colombianos respecto a su reconocimiento, dignidad e identidad, “dicho modelo económico descampesiniza a la sociedad, pues se ha configurado para la construcción de sociedades diferentes a las que usualmente conocemos en la ruralidad”.
Dicho esto, la explotación minera ha sido central para el desarrollo del fenómeno de descampesinización, pues, la contaminación del agua por la actividad está generando una epidemia de dengue y malaria. Por otro lado, los monocultivos también han hecho que gran parte de la biodiversidad de la región del Urabá se vea afectada. Los problemas agroeconómicos y políticos han llevado a la profundización de la crisis.
En el taller preparatorio se hizo un llamado a seguir por el camino de la paz, con participación social de diversos sectores. Arlés José Catan Bailarín Bailarín o con su nombre en embera eyabida Naezurama, es un líder juvenil que representa a la población LGBTIQ+ en las comunidades indígenas.
Es un líder del Urabá, que está centrado en el arte y en el colectivo LGBTIQ+ indígenas Kajaika que significa en embera eyabida “cuerpos y espíritus diversos”. Ha comenzado una lucha en contra de la invisibilización de la comunidad en diversos espacios comunales y políticos.
Arlés, en su intervención, comentó “hay una lucha para poder solucionar las necesidades que hay en el territorio antioqueño, las cuales se han desconocido por falta de tener espacios de participación social en la construcción de políticas públicas que lleve a los territorios colombianos a seguir en la edificación de la paz”.
La participación de la sociedad es fundamental para la construcción de una paz estable y duradera, sin embargo, se debe tener en cuenta que cada una de las comunidades tiene interseccionalidades, “somos indígenas víctimas del conflicto armado que hacemos parte de la comunidad LGBTIQ+, en esta construcción nosotros debemos estar representados, porque la guerra ha sido diferente para nosotros. La invisibilización ha sido nuestra enemiga”, asegura el líder juvenil.
La invisibilización
Su participación en el taller preparatorio fortaleció la visibilización de las exigencias de la comunidad diversa en la construcción de la paz, “hay que tejer una sociedad más incluyente. Agradecemos que se abran estos espacios para los jóvenes para seguir tejiendo paz”, comentó Arlés.
Ahora bien, siendo uno de los que denunció la poca presencia del Estado en Urabá, habló de las vulneraciones de los derechos de la comunidad, tales como el poco acceso a la educación superior pública y de calidad “necesitamos más educación pública, que no debamos seguir haciendo préstamos millonarios para poder estudiar, asimismo, garantías para poder acceder a ellas sin problemas, poder tener transporte, materiales y alimentación digna para así poder estudiar sin preocupaciones”.
La esencial juventud
Un espacio político y social, como lo es el taller de preparación para la III Asamblea Nacional por la Paz, tiene a muchos jóvenes participando de manera activa para seguir buscando y luchando por garantías de protección de derecho humanos. Al respecto, Arlés Catan, quien ha sido víctima del conflicto armado, resalta la necesidad de seguir gestando líderes en espacios sociales, “dentro de los territorios indígenas hay muy pocas garantías de los derechos de la población LGBTIQ+, aún hay desconocimiento sobre las diversidades que hay en cada comunidad, así que, no hay inclusión. Por tal razón, es importante que se comiencen a gestar líderes juveniles y comunales que su objetivo sea la construcción de la paz”.
El tema del Acuerdo de Paz siempre ha sido central en cada uno de los talleres y asambleas que desarrolla la USO. Los participantes solicitaron el seguimiento de los diálogos de paz con las guerrillas, y hacen un llamado a buscar la paz con más grupos armados.
“El cumplimiento del Acuerdo de Paz ha sido de a poco. Debemos seguir fortaleciendo. Es necesario que la institucionalidad esté en los territorios más alejados, las necesidades están allá, no en las ciudades capitales”, finalizó el líder juvenil y representante de la comunidad LGBTIQ+.
Los indígenas, campesinos, jóvenes, mujeres y sociedad civil, siguen apostándole a la paz, y la USO sigue su recorrido nacional escuchando y analizando las problemáticas sociales de los territorios.
Neiva y Popayán, las próximas paradas.