Los poetas del 35 Festival Internacional de Poesía de Medellín escribieron y enviaron esta declaración de solidaridad con el pueblo palestino y su justa causa, contra el genocidio y el culturicidio
Redacción Cultural
Ante la gravedad de la situación que sufre Palestina, el colectivo de poetas manifiesta lo siguiente:
Declaramos nuestra solidaridad inequívoca con el pueblo palestino, su justa causa y su cultura auténtica y arraigada frente a un genocidio y culturicidio en la Franja de Gaza, Cisjordania y Jerusalén, cuya brutalidad no tiene precedentes en la historia.
La maquinaria de ocupación israelí persiste deliberadamente en su instinto centenario de matar a los palestinos, desarraigando al pueblo palestino de su tierra y tratando de asesinar su sueño del futuro que merecen destruyendo escuelas, universidades, editoriales, bibliotecas y museos, y robando antigüedades en Gaza.
Continúa su expansión de asentamientos, robo de tierras, demolición de viviendas y arrestos diarios en Cisjordania, transformándola en una gran prisión al establecer casi mil puestos de control militares y puertas de hierro que separan sus ciudades, aldeas y campamentos.
Esto se suma al muro de separación y aislamiento racial ─Muro del Apartheid─, la judaización de la ciudad de Jerusalén, la eliminación de sus hitos cristianos e islámicos y la falsificación de su historia.
Por todas estas razones y muchas más…
Desde aquí en Medellín, cuna de la poesía y la belleza, alzamos la voz como campana universal. Les pedimos que se unan a ella, en un gran grito exigiendo el fin de la guerra de genocidio y hambre y la reducción de la propensión de la ocupación israelí a matar y destruir.
Hacemos esto para afirmar que la poesía es la conciencia de la humanidad, el llamado al derecho y la verdad. Es libertad en su plenitud, un faro que irradia los valores supremos de esperanza, justicia, alegría, bondad y paz frente al mal, la fealdad, la oscuridad, la muerte y la brutalidad.
La poesía, en su esencia, es una victoria para la vida. Una maldición sobre los hacedores de la muerte. Una sola palabra puede tener el poder de detener una bala dirigida al corazón de un niño.
El pueblo palestino, que siempre ha sido y seguirá siendo una parte integral de la familia humana a través de sus manifestaciones culturales y civilizatorias pasadas y presentes, no solo defiende las santidades divinas y humanas en su Tierra Santa; defiende los significados y valores espirituales que conciernen a toda la humanidad. Defiende no solo su propia libertad, sino la libertad en el mundo, porque la libertad del universo está incompleta sin la libertad del pueblo palestino.
Escribir es resistir… y resistir es salir victorioso.
Y Palestina saldrá victoriosa.
Por esta libertad
Por esta libertad de canción bajo la lluvia
habrá que darlo todo.
Por esta libertad de estar
estrechamente atados
a la firme y dulce entraña del pueblo
habrá que darlo todo
Por esta libertad de girasol abierto
en el alba de fábricas
encendidas y escuelas iluminadas
y de esta tierra que cruje y niño que
despierta
habrá que darlo todo
No hay alternativa sino la libertad
No hay más camino que la libertad
No hay otra patria que la libertad
No habrá más poema sin la violenta
música de la libertad.
Por esta libertad que es el terror
de los que siempre la violaron
en nombre de fastuosas miserias
Por esta libertad que es la noche de
los opresores
y el alba definitiva de todo el pueblo
ya invencible.
Por esta libertad que alumbra las
pupilas hundidas
los pies descalzos
los techos agujereados
y los ojos de los niños que
deambulan en el polvo
Por esta libertad que es el imperio
de la juventud
Por esta libertad
bella como la vida
habrá que darlo todo
si fuere necesario
hasta la sombra
y nunca será suficiente.
Fayad Jamís. Ojocaliente, Zacatecas, México, 1930; La Habana, 1988. Poeta, pintor, diseñador, periodista y traductor mexicano-cubano.