Durante dos días de trabajo más de 100 jóvenes definieron las líneas políticas para el presente periodo. Paz con justicia social y ambiental, reforma a la educación y dignidad del trabajo juvenil, fueron algunas de las conclusiones
Yessica Paola Estupiñán Rodríguez
El pasado 1 y 2 de julio se realizó el primer encuentro de jóvenes por el cambio. Con vehemencia se ratificó la creencia de que una Nueva Colombia es posible y que ésta requiere del ímpetu e incidencia de la juventud en las actuales dinámicas políticas. Con el objetivo de lograr unificar las agendas sociales y populares de orden nacional y de consolidar la política en los territorios, teniendo presente sus particularidades, se dio cita en la ciudad de Bogotá para desarrollar la discusión y propuesta de elementos políticos fundamentales para la juventud.
Durante dos días de trabajo más de 100 jóvenes definieron las líneas políticas pertinentes en el presente periodo gubernamental, lineamientos que han sido constantes banderas en el ejercicio de la exigencia y defensa de los derechos fundamentales de la juventud. Es así como las determinaciones, consolidadas en su declaración política, enfocan el trabajo de los sectores populares, sociales y estudiantiles de la juventud en los siguientes puntos.
Paz con justicia social y ambiental
En el panel que dio apertura a la discusión de paz, con perspectiva del Acuerdo de Paz firmado en 2016, además de las nuevas negociones en marcha, se confirmó la solución política del conflicto armado. Este espacio contó con la participación de integrantes del Partido Comunes quienes expusieron las formas en que se ha desarrollado el proceso de implementación.
Pese a que hay garantía de cumplimiento por el actual Gobierno nacional que ha ratificado como política la consolidación de la paz, la mesa resaltó la dificultad con la que se han desarrollado los puntos del Acuerdo y cómo a las personas que se encuentran en proceso de reincorporación se les ha dificultado el cumplimiento de sus derechos.
Por otro lado, resaltando la necesidad de continuar el ejercicio de diálogo entre actores y que este cuente con la participación del sector juvenil, el encuentro determinó impulsar un Movimiento Juvenil por la Paz para acentuar las reivindicaciones de la juventud en el marco de la apuesta política nacional de una paz con justicia social. Entendiendo y reconociendo a las juventudes como un actor fundamental en la solución de los conflictos.
Así mismo, se desarrolló la discusión acerca de la garantía de los derechos para los presos políticos, puesto que a ellos no se les ha dado cumplimiento con las apuestas consolidadas en el Acuerdo, no hay esclarecimiento de sus procesos y la Fiscalía General de la Nación no da desarrollo a las investigaciones probatorias de los montajes judiciales bajo los que se dictaron medidas intramurales a compañeros que participaron políticamente en la resolución del conflicto armando. Esta situación se presenta en la misma medida con aquellos que levantaron la voz en el paro estudiantil nacional de 2018 y los estallidos sociales de 2019 y 2021.
Es por ello, que las juventudes proponen una agenda de movilización para exigir la libertad los prisioneros políticos, rechazando el accionar de la Fiscalía General de la Nación y la Procuraduría General de la Nación, instituciones que han impedido en reiteradas ocasiones el desarrollo de los procesos jurídicos que estudian los montajes judiciales de aquellos que por su activismo político y social han sido señalados injustamente.
Reforma integral a la educación superior
Liderados por la Asociación Colombiana de Estudiantes Universitarios, Aceu, la Federación de Estudiantes Universitarios, FEU, y Unidas, el panel de educación se concentró en la reforma a la Ley 30 y el proceso por una nueva ley de educación superior.
Entendiendo que la educación es un pilar fundamental para la transformación de nuestro país, los jóvenes ubicaron en el encuentro banderas históricas del movimiento estudiantil, tales como financiación, autonomía y democracia universitaria, concepción de la educación, entre otras, resaltando la actual crisis en las Instituciones de Educación Superior, IES, tanto públicas como privadas.
El encuentro rememoró el ejercicio en la defensa de la educación superior, así como los estudiantes que perdieron la vida o sufrieron afectaciones en su visión por la represión policial. Es por ello que de forma unánime se resaltó la necesidad del desmonte del Esmad, la desmilitarización de los campus universitarios y la generación de espacios de formación académica y social en los que se consolide la universidad como actor clave en la construcción de paz con justicia social y ambiental.
Además, se hace un llamado a la despatriarcalización de la educación superior y a la garantía de espacios seguros para las mujeres y personas sexo género diversas vinculando políticas de género en todas las IES.
Las banderas de la lucha estudiantil, tales como acceso a la educación superior, bienestar universitario, políticas de investigación, pertinencia de la educación, relación IES–Sociedad, también fueron señaladas como prioritarias en la discusión de la reforma integral a la Ley 30 y como escenarios de debate y disputa en el interior de las universidades.
Dignidad del trabajo juvenil
Con presencia de la Asociación de Trabajadores Independientes, ATI, y una delegación de Colombia Joven, la plenaria de trabajo, coordinada por la Juventud Comunista, discutió los siguientes temas: 1) la dignificación laboral de la juventud, quien en el marco del anterior gobierno se vio afectada por políticas que aumentaron su precarización laboral; 2) la reforma laboral y su radicación en el segundo periodo legislativo; 3) la economía solidaria, cooperativa y asociativa; y 4) la asociatividad juvenil con el objetivo del aumento de su participación política.
La reforma laboral fue uno de los temas principales que se abordaron en la plenaria, al consolidar elementos que frenan el avance de las políticas laborales que solo originan precarización y dan trámite a la continuidad de la tercerización laboral
Entendiendo la reforma laboral como una disputa de la acumulación de capital y lucha de clases, se ratifica el apoyo a la segunda radicación del proyecto para que se den las garantías en el desarrollo de los debates en el Congreso de la República. Así mismo, y como escenario de vinculación directa, se propone el Encuentro Nacional por la Dignificación Laboral de las Juventudes, en el que se realizarán los aportes correspondientes a la reivindicación de los derechos laborales de la juventud.
Por otro lado, se afirmó la importancia de las economías populares y el desarrollo de la asociatividad juvenil como un mecanismo de fortalecimiento de los procesos populares. Para ello, resaltaron la necesidad de capacitaciones donde se indiquen las formas de generar procesos cooperativos y asociativos.
En este punto se resalta la juventud rural al ser un sector poblacional olvidado en la generación de políticas económicas de gobiernos anteriores en las que solo se reflejó un beneficio para la clase terrateniente y la élite productiva.
Fortalecimiento del movimiento juvenil
Se hace énfasis en la necesidad de un instrumento que garantice la participación de los jóvenes en el ejercicio de construcción del poder popular. Por ello, desde el encuentro se propone una reforma al Estatuto de Ciudadanía Juvenil cuya formulación se concentre en la ampliación, territorialización e inclusión de los jóvenes. Para ello se plantea el Encuentro Nacional del Subsistema Nacional de Juventud en el que se presenten propuestas en la construcción de reforma de dicho instrumento.
Finalmente, el encuentro aprueba la agenda y declaración política como insumos al fortalecimiento del movimiento juvenil en el país, ello mientras se programa el próximo encuentro de jóvenes alternativos cuya disposición política continúe siendo la construcción de iniciativas nacionales reivindicatorias de los derechos que históricamente han exigido los jóvenes en Colombia.