En el país de Papa Doc se produjo la primera experimentación in situ del uso del terrorismo de Estado orientado por las doctrinas de la Seguridad Nacional y la lucha contrainsurgente
José Ramón Llanos H.
La ingobernabilidad de Haití es una de las consecuencias de las inveteradas intromisiones de Estados Unidos en ese país. La dictadura de Papa Doc y Baby Doc mal gobernó a Haití durante treinta años, con el total apoyó del imperialismo estadounidense porque los Duvalier desarrollaban las políticas anticomunistas en su país.
La potencia del norte impuso en el continente el terror como instrumento de dominación, como dice Charles Gerard: “En Haití se produjo la primera experimentación in situ del uso del terrorismo de Estado nutrido por las doctrinas de «seguridad nacional» y la lucha «contrainsurgencia»”¹.
El país de Lincoln apoyó todas las dictaduras latinoamericanas a condición de que persiguieran a los líderes y movimientos progresistas, especialmente a los comunistas. Nunca Estados Unidos criticó ni cuestionó las persecuciones ni los asesinatos cometidos por los dictadores de nuestro continente. Estos recibían el apoyo político y la ayuda financiera.
Los investigadores de los crímenes cometidos por los Duvalier calculan que sus tropas de militares y paramilitares asesinaron más de cuarenta mil haitianos y pauperizaron la mayor parte de la población. La violencia extrema contra comunistas y opositores causó la emigración de más un millón de ciudadanos.
La tragedia haitiana inició con el gobierno de Jean Duvalier, quien desde los años sesenta, con su hijo Baby Doc, asoló a su país y se enriquecieron apropiándose de las dineros públicos.
El apoyo armado de EE. UU. a los Duvalier
Desde los años 70 del siglo pasado, los Estado Unidos impidieron que hubiera una efectiva democracia en Haití, después de los cruentos años de Duvalier. Cuando Papa Doc desapareció de este mundo, “la marina norteamericana se concentró en las costas de Haití, sobre todo en Puerto Príncipe, con el objetivo de apoyar a su hijo Jean Claude, Duvalier II, en la sucesión al trono, impidiendo todo posible levantamiento en su contra”².
En efecto, en 1990, los haitianos eligieron al sacerdote católico izquierdista Jean Beltrand Aristide, quien ganó con una mayoría de dos tercios, solo duró en el gobierno siete meses y fue derrocado por un golpe militar. Investigaciones independientes comprobaron que la CIA financió a los golpistas.
En el año 2000, otra vez Jean Beltrand Aristide se presentó a las elecciones y fue elegido con el 90 por ciento de los votos. Otra vez, Estado Unidos, que no les conviene que haya gobiernos progresistas en Latinoamérica, financió a los opositores al gobierno y, por el contrario, negó la ayuda al gobierno de Aristide. En vista que no lograban derrocarlo, los opositores y los servicios de inteligencia estadounidenses actuaron directamente.
Efectivamente, en el 2004, condujeron a Aristide rápidamente a un avión fletado por los Estado Unidos y lo llevaron a la República Centro Africana. Ante la posibilidad de que Aristide volviera de África, los Estado Unidos presionaron al gobierno centroafricano para que no permitiera que Aristide volviera a Haití. Además, organizaron una campaña de desprestigio contra Aristide en el 2006, pero todo ha sido en vano.
El partido de Aristide, Fanmi Lavalas, es el partido político más popular. Eso se demostró en unas manifestaciones en el 2012, en un aniversario del golpe de 2004, hubo miles de personas en las calles. Para contrarrestar esa popularidad, los Estado Unidos están inventando acusaciones contra Aristide. Todo esto lo ha reconocido Robert Fattón, un experto en asuntos políticos de Haití de la Universidad de Virginia. El estado actual de Haití le conviene a los Estado Unidos.
El caos actual
Desde finales de febrero, la violencia aumentó de manera catastrófica en la zona metropolitana de Puerto Príncipe, en donde la violencia es causada por poderosas bandas armadas que arrasan con todo lo que encuentran a su paso. Las pandillas controlan zonas enteras de Haití, fuentes indican que el 80 por ciento de la ciudad. Cometen homicidios, robos, violaciones, secuestro.
Una decisión que afectó a la niñez es el cierre de centros de salud, como dijo un funcionario de la ONU: “Es una situación desastrosa para los niños porque cada centro de salud cerrado significa que hay vidas en peligro y que se niega atención médica universal. Estamos asistiendo a una catástrofe humanitaria y queda poco tiempo para revertirla”, concluyó Maes, el representante de la Unicef en la isla.
Más de 260 contendores administrados por organizaciones humanitarias están actualmente en manos de los grupos armados en el puerto. Las bandas ni siquiera respetan las propiedades de los países que tienen embajadas o consulados en Puerto Príncipe. La cancillería de Guatemala denunció que su consulado en Puerto Príncipe fue saqueado
En los videos filmados en Haití, se ven a cientos de individuos saqueando contendores y destruyendo todo lo que encontraban a su paso. Muchos de los contenedores atacados estaban en el Fondo de Naciones Unidad para la infancia, Unicef, con suministros necesarios para la niñez.
Unicef denunció que los contenedores robados “Contenían artículos esenciales para la supervivencia de las madres, los recién nacidos y los infantes, incluido respiradores y equipos relacionados, así como suministros esenciales para el desarrollo y la educación de la primera infancia, equipos de agua potable”.
Bruno Maes, representante de Unicef en Haití, dijo que “privar a los niños de suministros médicos vitales en un momento en que el sistema sanitario está colapsando, es una violación de sus derechos”. Agregó “El saqueo de suministros esenciales para la supervivencia infantil debe cesar inmediatamente y el acceso humanitario debe seguir siendo seguro”.
La población se defiende
En el barrio de Canapé y Vert, en Puerto Príncipe, los residentes empiezan a defenderse y han organizado comités antipandillas. Estas organizaciones utilizan toda clase de armas, bates, trozos de hierro, bolas incendiarias, y por los restos que se encuentran esparcidos por las calle de más de cien delincuentes, se demuestran que actúan con efectividad. Los grupos de vigilantes también han linchado a decenas de personas pertenecientes a las pandillas o por cometer delitos comunes.
Los vecinos de los barrios populares bloquearon las calles y armados con machetes y garrotes están enfrentando a las pandillas. Así, en los últimos días en el barrio Canapé Vert más de veinte presuntos pandilleros murieron y fueron cremados frente a la Comisaría.
Acuerdo político de última hora
La Comunidad del Caribe, Caricom, informó que los integrantes del acuerdo de 21 de diciembre pactaron designar al exsenador Louis Gerald Gilles como miembro del Consejo Presidencial de Transición; Gerald es líder del partido político NUONHA. Además, el mismo diario informa que ya se han acordado seis nombres para el organismo que elegirá un nuevo primer ministro.