Yamandú Orsi se impuso en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en el país sudamericano, con un millón 196 mil 798 votos, el 49% de las papeletas depositadas en las urnas
José Ramón Llanos H.
El partido de Orsi, el Frente Amplio del Uruguay, de izquierda, gobernó la nación hasta el 2020, año en que es derrotado por el actual mandatario Lacalle Pou. Este fue el primero en felicitar al actual ganador. En X destacó: “Llamé a Yamandú Orsi para felicitarlo como presidente electo de nuestro país”. La izquierda del país oriental gobernará entre 2025 y 2030.
El adversario derrotado, Álvaro Delgado, candidato oficialista del Partido Nacional, tan pronto se conocieron los resultados del escrutinio reconoció su derrota expresando: “Uno tiene que respetar por sobre todas las cosas la decisión soberana. Con tristeza, pero sin culpa, podemos felicitar al ganador”.
El presidente electo
Orsi pertenece a una familia que vivió en condiciones de pobreza en una zona rural de su país, posteriormente, se trasladaron a Canelones, una urbe situada a 55 kilómetros de Montevideo. Allí su familia trabajó en un almacén, cuyo propietario les permitió vivir en el mismo local. En ese lugar, conoció familias que malvivían peor que ellos.
Según Mujica, el hecho de haber vivido en Canelones dio al futuro presidente la perspectiva real del país. Mujica lo expresó así: “Estuvo muchos años en Canelones, que es como el mostrario del país en chico, todos los problemas que tiene el Uruguay los tiene Canelones”.
Su más fuerte tendencia es promover el diálogo para buscar consensos, solucionar los problemas que afectan a muchas familias uruguayas. El contenido y la modalidad de sus discursos acusan esta cualidad en su manera de actuar. Pepe Mujica, su mentor, dijo: “Orsi tiene un tremendo defecto, ¿saben cuál es? Es demasiado bueno”, remató sonriendo.
Su primer discurso
El domingo, cuando ya sabía los resultados, expresó: “Esta noche sin duda es de muchísimos agradecimientos. Agradecimientos a todos y todas que han hecho de esta campaña, una campaña ejemplar en la que logramos nada menos que el triunfo. Un triunfo que empezó ya en octubre cuando la ciudadanía resolvió la integración de nuestro Parlamento”.
“Voy a ser el presidente que convoque una y otra vez para encontrar las mejores soluciones, por supuesto, con nuestros planteos, pero también escuchando lo que dicen los demás. Y agregó: “Voy a ser el presidente que construya una sociedad más integrada, un país más integrado, donde a pesar incluso de las diferencias jamás nadie podrá quedarse atrás desde el punto de vista económico, social y también político.
»Estos son mis compromisos, los del trabajo para integrarnos, para dialogar y crecer y siempre dije que no son tiempos de promesas, pero me comprometo a una sola: a partir de mañana vamos a trabajar mucho, vamos a laborar muchísimo tiempo todos los días y no aflojar jamás, para la construcción del Uruguay donde nadie se sienta relegado”.
El presidente electo expresó con firmeza que admira y se identifica con los mandatarios Luis Ignacio Da Silva, Gabriel Boric y Gustavo Petro, con los cuales, con seguridad, se relacionará y trabajarán mancomunadamente en bien de sus países y de Latinoamérica.
El Programa
El programa, que hoy comienza a liderar Orsi, se llama Tiempos de esperanza tiempos de la gente. Tiene siete capítulos denominados (1) Un país de capacidades, desarrollo sostenible y solidaridad; (2) Un país de bienestar para todas y todos; (3) Un país de cultura: pilar del sentido de la vida y de la fuerza constructora de la sociedad; (4) Un país que asume la perspectiva interseccional de género como transversal e integradora; (5) Un país que profundiza la democracia y constituye ciudadanías; (6) Un país integrado: la riqueza de la diversidad territorial y (7) Un país soberano en una nueva situación mundial.
Con esta plataforma política, el Frente Amplio busca fortalecer la conducción política de la defensa nacional, con la sociedad civil que permita desarrollar una cultura de participación y compromiso de la población en las áreas civiles y en la soberanía nacional. Y de paso poner un freno de mano a la expansión derechistas hoy en América Latina.