El pasado 26 de abril, se realizó en la vereda Paz del Agrado la Asamblea Agraria y Campesina, un espacio de unidad y organización de cara a las transformaciones que requiere el campo
Gildardo Silva Molina (*)
Las luchas campesinas en el Valle del Cauca tienen un capítulo significativo en el municipio de Florida. Desde 1985, junto con las banderas de la Unión Patriótica, estas luchas alcanzaron un nivel avanzado, impulsadas por la organización y la movilización del campesinado en medio de un momento histórico convulso.
La ubicación estratégica del municipio, en el piedemonte de la cordillera central y su conexión con el norte del Cauca, lo convierte en un punto crucial en la ruta que va desde el Cauca hasta el Pacífico, atravesando Cali. Estas características, junto con el historial de luchas campesinas, hicieron de la zona un lugar donde el conflicto armado tuvo auge y dejó numerosas víctimas y altos índices de desigualdad y pobreza.
Del conflicto a la esperanza
En la actualidad, Florida experimenta un proceso de transformación y reactivación de la lucha por las reivindicaciones que en el pasado la violencia interrumpió. Desde la firma del acuerdo de paz, el municipio fue integrado en el Programa de Desarrollo con Enfoque Territorial, PDET, enfatizando en una apuesta por la paz que permita cerrar las brechas de desigualdad, devolver la tierra al campesinado y brindar oportunidades para la vida digna en el territorio.
Lo anterior fue el punto de partida para la realización de la Asamblea Agraria y Campesina en el municipio, si bien tiempo atrás las comunidades de la zona se encontraban organizadas de manera incipiente en torno a proyectos e iniciativas institucionales. Fue un espacio de encuentro que abrió la posibilidad de generar una agenda propia, unitaria y alineada con los ejes programáticos del gobierno del cambio.
Encuentro por la unidad
En ese sentido, la Asamblea tuvo dos propósitos centrales: fortalecer la organización de los campesinos y, por otro lado, presentar la oferta de programas y proyectos en torno a las apuestas de política agraria establecidas en el Plan Nacional de Desarrollo, PND. Participaron delegados de la Sociedad de Activos Especiales, SAE, Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, Agencia Nacional de Tierras, ANT, Dirección regional de la Unidad de Restitución de Tierras, URT, y la Secretaría de desarrollo Rural agricultura y Pesca del departamento.
La Asamblea se constituyó como un espacio amplio de unidad, convocado por las comunidades campesinas, Juntas de Acción Comunal, organizaciones como la Asociación de Trabajadores del Campo del Valle del Cauca, ASTRACAVA, el Proceso de Unidad Popular del Suroccidente, PUPSOC, la Asociación de Zonas de Reserva Campesina, entre otras, con el respaldo de la bancada del Pacto Histórico en la Asamblea, liderada por Ferney Lozano Camelo y de la Cámara de Representantes de la Unión Patriótica y Juan Pablo Salazar de la CITREP.
La lucha sigue…
La garantía de los derechos del campesinado como grupo cultural vulnerable y sujeto de especial protección constitucional, parte de un compromiso político fundamental para la transformación del campo, superando esas condiciones persistentes en el territorio que requieren una atención y acción urgente.
Quedó la tarea de impulsar y conformar una asamblea o comité de reforma agraria departamental. El trabajo seguirá siendo, junto con las comunidades, movimientos y organizaciones, fortalecer la organización, la movilización y la unidad.
* Representante a la Cámara por el Valle del Cauca (Coalición Pacto Histórico–Unión Patriótica)