Se ha desatado un enfrentamiento entre indígenas y campesinos por cuenta del abandono estatal
Redacción DDHH
El Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) quemó varios ranchos ubicados en la finca Filigrana en el municipio de Cajibío en el departamento del Cauca, el pasado 17 de enero. Así lo denunció la Coordinación Campesina de Cajibío.
Según la organización el ESMAD arrancó los cultivos de los campesinos y la policía ingresó violentamente.
Los campesinos de la zona han tenido que trabajar y revitalizar tierras inoficiosas como lo hicieron con la finca Filigrana desde hace un año, debido al abandono en que el Estado las tiene.
Sin embargo la comunidad indígena al parecer no está de acuerdo con la decisión de los campesinos, motivo por el cual han convocado al Incoder y de esta manera dar inicio al proceso del estudio social y de tierras.
“Se evidencia cómo la dirigencia indígena del Cauca, en alianza con propietarios de predios, fiscales, jueces, la fuerza pública y funcionarios del Incoder departamental, busca afianzar los derechos de unos pisoteando y consolidando la política de exterminio del campesinado”, reza el comunicado de la Coordinación Campesina.
Cajibío ha sido invadido por el monopolio de pino y eucalipto y los campesinos no tienen tierra, hecho que no ha sido solucionado por el Estado y que les obliga a tomarse tierras para cultivar y dar algo de comer a sus familias.
Esta población en varias oportunidades ha expresado al gobierno nacional sus inconformidades y presentado distintas alternativas para solucionar el problema de la tierra, pero por ello son señalados y maltratados como ocurrió el 17 de enero.
La Coordinación Campesina llamó a las organizaciones sociales y populares a estar alerta y solidarizarse con los campesinos de Cajibío, que son amenazados, señalados y desarraigados.