martes, abril 16, 2024
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El proceso constituyente retos y desafíos (I)

Es el espacio que permitirá seguir luchando para que los acuerdos de paz sean implementados en toda su complejidad y que permite a los movimientos sociales, a los partidos políticos de izquierda y a las fuerzas democráticas iniciar una segunda fase de cambios que vayan más allá.

Proceso constituyente Foto teoria

Rubiel Vargas Quintero

A la pregunta ¿Por qué la necesidad de una Asamblea Nacional Constituyente? Se puede contestar con tres líneas de contenido político:

I) la composición de la ANC estuvo conformada por: Partido Liberal Colombiano (24) escaños, Alianza Democrática M-19 (19) escaños, Movimiento de Salvación Nacional (11), Partido Social Conservador (10), Movimiento Unión Cristiana (2), Unión Patriótica (2), Movimiento indígena (2), constituyentes con voz y sin voto, Ejército Popular de Liberación (2), Partido Revolucionario de los Trabajadores (1), Movimiento armado Quintín Lame (1) escaño; fue un acuerdo desde las alturas entre sectores políticos tradicionales y algunos grupos armados y no del poder constituyente,

II) ANC fue el mejor escenario para implementar un nuevo modelo económico, el modelo neoliberal, acompañado de todo el pensamiento retardatario que terminó con las conquistas logradas por los trabajadores, ganadas con sus justas luchas y

III) sirvió para la reestructuración del régimen político de la clase dominante, autoritario y represivo, y sin garantías para el ejercicio de la oposición política y social.

El trabajo realizado hasta ahora en el proceso hacia una nueva y real ANC ha sido muy importante, en tanto que ésta es una de las consignas estratégicas más significativas que se han elaborado, es el espacio que permitirá, una vez se firmen los acuerdos de paz, seguir luchando para que sean implementados en toda su complejidad y sobre todo porque una ANC permite a los movimientos sociales, a los partidos políticos de izquierda y a las fuerzas democráticas iniciar una segunda fase, de cambios que vayan más allá de los acuerdos de La Habana.

Es decir, la ANC debe tocar los temas pendientes como: 1.- La necesidad de derrotar el modelo económico neoliberal y aprobar un modelo alternativo; 2.- Democratizar el Estado y el sistema político, para que sean respetadas la integralidad de los derechos económicos, sociales, políticos y culturales de las masas populares y de la madre naturaleza en el marco de un sistema político pluralista, pluriétnico y pluricultural; 3.- Sentar algunos principios básicos para una profunda transformación cultural y política que faciliten la posibilidad de una apertura democrática real a un período de transición al socialismo en Colombia.

La condición fundamental de la preparación de la ANC es que mediante la lucha por el cumplimiento de los acuerdos de La Habana, se construya un proceso de unidad popular muy amplio que logre cambiar la correlación de fuerzas. En este frente deben ser protagonistas los movimientos sociales y políticos existentes actualmente y todos aquellos que se identifiquen con los cambios sustanciales en común, el movimiento sindical y organizaciones populares y comunitarias que se formen al calor de la lucha de masas, los sectores populares que en la actualidad se hallan confundidos e inmovilizados hay que ganarlos con la metodología de la pedagogía de la paz. Estos sectores son una parte muy importante del pueblo colombiano para avanzar hacia un nuevo campo de la lucha política.

Proceso constituyente

Las condiciones actuales exigen una reflexión profunda sobre las finalidades de un proceso constituyente en Colombia y su alternativa, ya que su exclusiva comprensión como un simple mecanismo de refrendación del Acuerdo Final o de reforma constitucional es impertinente e irrelevante.

La no potenciación de un proceso constituyente puede traer como consecuencia por lo menos cinco dificultades: a. No se podrán remover las causas verdaderamente estructurales del conflicto armado interno; b. No se podrá reconocer la complejidad y la extensión temporal del proceso que hay que emprender; c. Se va imponiendo tendencia a los acuerdos por “las alturas” y no desde la movilización y lucha desde abajo; d. No se podrá realizar las distinciones entre poder constituyente, proceso constituyente, asamblea constituyente, poder constituido y constitución; e. Se dificultan las posibilidades de consolidar un proyecto estratégico común.

Para buscarle salidas a las dificultades que encarna la comprensión del proceso constituyente se necesitan por lo menos cuatro finalidades últimas o estratégicas en la etapa actual que son: a. Posibilitar la refundación, reconstrucción o reinvención del campo de la política; b. Construir las condiciones de una democratización real de la vida política, económica, social y cultural en Colombia para una paz estable y duradera; c. Desatar un proceso de poder popular directo, potenciador y transformador del orden social dominante; d. Orientar todas las fuerzas de transformaciones hacia una sociedad socialista.

Refundación de la política

Es necesario determinar si el campo de la política se encuentra en malas condiciones y en una práctica que está en crisis. La representatividad como mecanismo de la democracia participativa está en apuros, producto del clientelismo, y la corrupción, por la construcción de estructuras políticas que conllevan a conductas delictivas (criminales y mafiosas), con manifestaciones en lo local reproduciendo el sistema político y de representación, todo esto mediado por los medios de comunicación. La teoría jurídica ha perdido credibilidad, generando desconfianza en la sociedad.

El sistema constitucional sin Estado y sin ningún tipo de relación con la sociedad, de una fragmentación del derecho y la real política, de un derecho ligado más a los interese económicos que a los intereses sociales y populares, que no tiene en cuenta las nuevas subjetividades como un constitucionalismo étnico, campesino, de la naturaleza, de los trabajadores, un constitucionalismo afro, de diversidad sexual y de género. Ya las subjetividades no desean ese poder dominante, desean y quieren otra forma de relación de poder.

Construir la subjetividad en la política, consiste en que la creatividad cultural es el ámbito de la política, ser creativos es lo fundamental en este proceso de transición.

Mirar la transición no desde la visión de la justicia de los vencedores o desde el mundo académico (del traslado de un estado a otro; de un gobierno autoritario a un gobierno democrático), sino desde la visión del tiempo cíclico de la pluralidad étnico-campesina, de la resistencia de los trabajadores, de lo campesino en la resistencia del despojo de sus tierras, es la resistencia desde los territorios, resistencia a la esclavitud, de la explotación, del racismo, de la discriminación, el concepto de tiempo hay que modificarlo, no es el tiempo lineal en sentido totalizante homogéneo de la transición, es el tiempo de la cosmovisión de nuestra América, es el tiempo de la pluralidad, es el cuidado de lo diverso.

Lo político es lo más cercano a la problemática de la población.

Un nuevo poder constituyente no tiene otra cosa que reconocer esas subjetividades ligadas a las nuevas dimensiones de la producción. La tarea es trabajar en la reinvención del poder constituyente que parta desde lo más cercano sin descuidar lo lejano.

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