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El Paro Cívico Nacional Unificado

A propósito del paro cívico nacional que se organiza para el segundo semestre del presente año, vale la pena recordar el realizado en 1977

Concentración paro cívico de 1977.
Concentración paro cívico de 1977.

Armando L. Acosta

Ahora cuando la clase obrera, los campesinos, los transportadores, los estudiantes y otros sectores conjuntamente organizan un paro cívico a nivel nacional el día 17 de marzo, consideramos útil recordar algunos episodios de movimientos cívicos de gran trascendencia a lo largo del siglo XX.

La primera manifestación de gran importancia social se presentó a mediados del siglo XX, cuando los trabajadores, estudiantes, el empresariado y los movimientos políticos convocaron un movimiento cívico a término indefinido que se radicalizó a partir del 8 de mayo de 1957 y culminó con la renuncia del general Gustavo Rojas Pinilla el 10 del mismo mes, día en que el dictador dejó el poder con las siguientes palabras: “Para evitar que los soldados de esta Colombia inmortal (…) se hubieran visto obligados a defender el orden y la legalidad haciendo uso de las armas, con inútil derramamiento de sangre (…) he resuelto que las Fuerzas Armadas continúen en el poder con la siguiente Junta Militar…” Ésta dio paso a la dictadura bipartidista denominada Frente Nacional.

Sin embargo, el movimiento popular de mayor impacto en el siglo XX, lo vivió el país a raíz del asesinato del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán, el 9 de abril de 1948. En las primeras horas de la tarde en Bogotá el pueblo había superado la represión del ejército, la policía entregó parte de su armamento a la población y los amotinados rodeaban el palacio e intentaron derribar sus puertas. Por todo el país se repitió la protesta popular, especial radicalidad y duración expresaron los habitantes de Barrancabermeja donde el movimiento sedicioso se extendió con la toma del poder por el pueblo por varios días.

El Paro Cívico Nacional como lo llamaron los organizadores, al contrario de lo acontecido el 9 de abril, fue organizado durante meses especialmente por todas las centrales obreras y los movimientos y partidos de izquierda. Efectivamente la CTC, Central de Trabajadores de Colombia; la UTC, la Unión de Trabajadores de Colombia; CSTC Confederación Sindical de Trabajadores de Colombia; y la CGT, Confederación General de Trabajadores. El día 20 de agosto los dirigentes de las centrales obreras comunicaron a la opinión pública su acuerdo para organizar un Paro Cívico Nacional Unificado, además comunicaban los objetivos del paro, que eran “las reivindicaciones planteadas en los memorandos presentados al Gobierno Nacional por la UTC y la CTC, de una parte, y por la CSTC y la CGT, de otra y en consecuencia, desmentir… las versiones propaladas en el sentido de calificar el movimiento como subversivo…”.

En la declaración incluyeron el siguiente llamamiento:

“Llamamos a todo el movimiento sindical colombiano a comprometerse decididamente en las tareas de unidad de acción, y como quiera que los objetivos de nuestro movimiento de protesta y reivindicación recogen el clamor y la aspiraciones más sentidas por todo el pueblo, sin excepción alguna, invitamos a los trabajadores del campo, independientes, a las amas de casa, a los desempleados y a todos los sectores de la población a organizarse, a comprometerse en su preparación y a participar activamente en el Paro Cívico Nacional, en la seguridad de que así, unidos sólida y disciplinadamente, cumpliremos con éxito la misión de defender los intereses de los trabajadores y del pueblo de nuestro país”.

Organización y acción

Los cuadros sindicales y miembros de los partidos y movimientos políticos tuvieron el acierto de llevar a los barrios, a las fábricas, colegios y universidades, los objetivos del Paro Cívico: Por el congelamiento de las tarifas de los servicios públicos; el problema de la vivienda; contra el impuesto de valorización, por aumento de salarios.

Incluso se creó un aparato organizador que integró las fuerzas que apoyaban el paro: el Comité Pro-paro, compuesto por las diversas fuerzas que apoyaban el movimiento.

Como ha sucedido desde su fundación, el Partido Comunista tomó la iniciativa para lograr el apoyo de la UNO- Unión Nacional de Oposición; la Unión Revolucionaria Socialista, los sectores más radicales de la Alianza Nacional Popular -Anapo-, Movimiento Independiente Liberal, MIL, el Partido Socialdemócrata Cristiano y el Movimiento Cristiano Por el Socialismo. El MOIR, asistió a algunas reuniones y cuando tomó impulso el movimiento se acobardó y se marginó de las acciones fundamentales del paro. Por supuesto las bases de ese movimiento igual que las liberales y conservadores participaron activamente.

Recordemos, el presidente era Alfonso López Michelsen quien despertó en algunos sectores ilusiones porque en los inicios del Frente Nacional utilizó un lenguaje radical y reformista, incluso fundó el Movimiento Revolucionario Liberal, donde militaron algunos políticos muy progresistas, incluso procubanos. Infortunadamente su gobierno defraudó al pueblo hasta el punto que propició la radicalización del pueblo y contribuyó al éxito del paro.

A pesar de la represión, la detención de algunos activistas los días previos al 14 de septiembre, fecha del movimiento, desde la madrugada ya se notaba la irregularidad del transporte. A las 10 de la mañana la parálisis era casi total en todo el país La militarización de las ciudades estimuló la iniciativa popular y la solidaridad de los barrios aumentó la acción y participación popular. Los mensajes de solidaridad y apoyo de los empresarios al gobierno, sirvieron para que el pueblo entendiera más fácilmente la justeza del paro y la necesidad de darle su apoyo total.

Por supuesto, el gobierno caracterizó el paro como un fracaso, algunos medios le hicieron el juego y dijeron lo mismo. Pero leyendo entre líneas las declaraciones oficiales identificamos el gran éxito del movimiento, leamos lo que declararon los altos mandos militares: “El llamado paro cívico del miércoles pasado fue subversivo, con claros fines políticos y los responsables de los hechos lamentables registrados… deben ser sancionados”. Palabras del ministro de Defensa en entrevista en Caracol. Todo el texto de la entrevista nos demuestra la gran participación y combatividad del pueblo. Finalmente la cantidad de detenidos habla a gritos del nivel de participación y represión: en solo Bogotá hubo 2.236 detenidos, según informe oficial. Además los columnistas reconocieron en sus escritos la significación del Paro Cívico Nacional Unificado, como lo denominaron las centrales obreras.

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