Mientras la oposición dilata y sabotea los debates, el Gobierno nacional persiste en darle trámite al proyecto que quiere transformar el sistema de salud. Al respecto, la representante a la Cámara y coordinadora ponente de la iniciativa, Martha Alfonso, habla sobre lo aprobado, las mentiras de la oposición y el rol protagónico de las mujeres en la reforma
Bolcheradio AM
En medio del ruido mediático continúa el debate de la reforma a la salud en la Cámara de Representantes. Si bien el Gobierno nacional y la bancada del Pacto Histórico han logrado tramitar exitosamente una buena parte del articulado, los puntos neurálgicos del proyecto siguen sin ser aprobados.
Por su parte, diversos sectores que se oponen a la reforma han implementado una estrategia de sabotaje para impedir el avance de proyecto en la cámara baja del Congreso. Si bien han logrado con esto dilatar la discusión, aún queda tiempo para que el proyecto logré culminar el segundo debate y siga su trámite en el Senado de la República.
Para ampliar sobre lo que ha sido el proceso legislativo de la reforma a la salud, Bolcheradio AM habló con la representante a la Cámara y coordinadora ponente del proyecto Martha Alfonso.
Escucha la entrevista completa en el siguiente enlace:
Lo aprobado
Sin lugar a dudas han sido días duros. ¿Cómo se encuentra en medio de tanta exposición mediática?
-Ha sido un trabajo muy difícil. Se debe tener una enorme disposición física, mental y espiritual. Son jornadas de trabajo de hasta veinte horas. El nivel de exposición pública también afecta lo emocional, sobre todo por las argumentaciones mentirosas, provocadoras y de mala fe. Se ha difundido una cantidad de información que realmente no corresponde a la realidad. Yo estoy defendiendo esta reforma sin pedir absolutamente nada a cambio, salvo que el pueblo colombiano tenga derechos. El Estado puede cuidar la vida y la salud de la gente.
Gran parte del articulado ha sido aprobado. ¿Qué cosas destaca de lo alcanzado?
-Se ha aprobado el sistema de información unificado e interoperable que resuelve la desarticulación que en este momento existe y que ha fomentado la corrupción en el sistema. Con esto tendremos más transparencia para el sector salud, garantizando que gran parte de la información sea accesible para toda la ciudadanía. Lo segundo es el subsidio a la oferta para hospitales públicos que están en los territorios más apartados del país, asegurando un presupuesto fijo y con ello el funcionamiento. En tercera medida, ya aprobamos puntos sobre talento humano que amplía la oferta de especialidades y formación en salud, para que rápidamente y de manera progresiva el país supere el déficit que tiene en el personal de la salud. Lo cuarto son mejoramiento de las condiciones laborales para trabajadores y trabajadoras del sector, y finalmente, están los artículos de ciencia, tecnología e innovación para avanzar en investigación.
Los debates recientes
Recientemente se han dado debates por cuenta del artículo 42 y por el saboteo permanente de sectores que se oponen a la reforma. ¿Cómo analiza esta situación?
-Ese episodio dejó en evidencia la mala fe de quienes se oponen al proyecto. En la actualidad los gerentes de hospitales son elegidos a dedo por gobernadores y alcaldes. Lo que quiere reglamentar la reforma es un sistema de contrapeso entre el Ministerio de Salud, el Departamento Administrativo de la Función Pública y entidades externas de educación superior para hacer pruebas de competencias para las personas aspirantes a la gerencia de un hospital público. En el proceso de negociación, el Partido Liberal hace una proposición que elimina la propuesta original y desnaturaliza un punto clave de la reforma. Esperamos que se mantenga el artículo original.
Sobre el sabotaje, quiero contarles que por muy polémico que sea un proyecto de ley ordinaria, son tres o cuatro sesiones por debate. En el primer debate a la reforma a la salud tuvimos ocho sesiones y en el segundo debate vamos para doce. Al comienzo la estrategia era absurda, por cuenta de unos impedimentos ridículos, como tener EPS o un familiar médico. Ahora la estrategia es romper el quorum, no asistir a los debates, etc.
La oposición y sectores críticos insisten que la reforma no tiene concepto financiero. ¿Qué les responde a esas voces críticas?
-Quiero contarles que las cifras sobre las cuales se sustentan la reforma a la salud son las mismas cifras que proyectó el Ministerio de Hacienda para financiar el actual sistema hasta 2033. Lo que hace el Ministerio de Salud es tomar esos 10 años de proyecciones financieras, adaptar todos esos recursos a las propuestas de atención primaria, fortalecimiento a la red pública hospitalaria y financiación de la política de talento humano, entre otras iniciativas. Además, la reforma tiene un estudio de viabilidad financiera radicado el 13 de febrero.
A propósito de la viabilidad fiscal, la Corte Constitucional ha sido clara en decir que en cualquier momento del trámite legislativo se puede presentar. ¿Por qué no se hace ahora? Vamos en el segundo debate y muchas cosas cambian, entonces para calcular sobre el proyecto más avanzado, el Gobierno piensa entregar seguramente ese concepto cuando ya esté en Senado.
Ahora, sobre esto hay una doble moral impresionante. La oposición presentó una contrarreforma a la salud en Senado y cuando se van a ver los detalles, es una propuesta inviable desde el punto de vista técnico. Hablan de 23 billones de pesos para salvar a las EPS que están quebradas.
Las mujeres y la salud
El próximo 25 de noviembre se conmemora el Día de la Eliminación de las Violencias contra las Mujeres. ¿Cuál es el diagnostico entre el sistema de salud y las mujeres? ¿Cómo trata la reforma a la salud estos temas?
-Las mujeres tenemos mucho que ver con el sector salud. Primero, somos la mayoría de personas que trabajan en las economías del cuidado. El actual sistema de salud no cuida a su población, lo que significa que le pone más carga a las mujeres que se dedican a este trabajo. Lo segundo es que el sistema de salud utiliza mano de obra femenina calificada y no calificada de manera intensiva. Cerca del 70% de los trabajadores son mujeres. Lo tercero es que actualmente el sistema ha reducido a las mujeres a los temas reproductivos, con un énfasis en la maternidad más que en la salud sexual. Es decir, falta un enfoque de género. Sobre violencias contra las mujeres, creo que el país ha avanzado en protocolos de atención, pero el sistema de salud no cuenta con una articulación con otras entidades para que la prevención sea más efectiva y así se garanticen los derechos de las mujeres.
Por lo tanto, esta reforma mejora las condiciones de toda las personas trabajadoras, con un impacto de género; propone el fortalecimiento de la atención primaria en salud, por tanto se proyecta menos carga en las actividades del cuidado y un carácter preventivo y predictivo de la salud; por último, la reforma entiende las violencias de género como una de las dos determinantes sociales de la salud y eso implica implementar políticas, mejorando las rutas de atención y el acceso a servicios, pero sobre todo la prevención de estas violencias.
Finalmente, ¿por qué apoyar la reforma a la salud?
-Esta reforma a la salud garantiza mayores niveles de transparencia porque acaba la corrupción que hay con recursos públicos y que hoy financian negocios privados. Son más de 80 billones de pesos en juego. De aprobarse el proyecto, las personas que habitan las regiones más apartadas van a tener la posibilidad de acceder por fin a una salud digna. También es una iniciativa que busca mejorar las condiciones de trabajo para los trabajadores y trabajadoras. Algo muy importante es que el Estado gobierna y responde por el sistema de salud, lo que significa responsabilidad con la vida de la gente. Estoy convencida que eso nos va a conducir a una sociedad de mayor bienestar y equidad.