Hace treinta años la OEA agrupó en un Acuerdo el primer instrumento legal que reconocía la violencia en contra de las mujeres. A través de este, se pretende lograr la unidad de acción para proteger sus derechos dentro de los países que se han acogido a él
Flora Zapata
El «Acuerdo de Belém do Pará» es el nombre común de la «Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer», adoptada en Belém do Pará, Brasil, el 9 de junio de 1994. Este tratado es un instrumento legal de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y uno de los principales acuerdos internacionales para abordar la violencia contra las mujeres en las Américas.
Dentro de los objetivos principales del acuerdo se encuentra: Establecer medidas para prevenir la violencia contra las mujeres, proteger los derechos humanos de las mujeres y niñas, implementar sanciones efectivas contra quienes cometen actos de violencia de género y promover la creación de políticas públicas que fortalezcan la igualdad de género y protejan a las mujeres.
Sobre la violencia contra la mujer
De esta manera, el acuerdo define la violencia contra la mujer como cualquier acción o conducta basada en su género que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a las mujeres, tanto en el ámbito público como en el privado. Al ser adoptado en Belém do Pará, Brasil, el acuerdo representa un compromiso conjunto de los países de las Américas para abordar la violencia de género. Fomenta la cooperación y el intercambio de buenas prácticas entre los Estados miembros.
Los compromisos de los Estados que hacen parte incluyen: crear y reforzar marcos legales y políticas públicas para prevenir y sancionar la violencia de género, implementar mecanismos efectivos para proteger a las mujeres en situaciones de violencia, fomentar la educación y la sensibilización sobre la violencia de género en todos los niveles de la sociedad y promover la cooperación entre los Estados parte para intercambiar experiencias y mejores prácticas en la lucha contra la violencia de género.
Se hace el seguimiento
El Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belém do Pará (MESECVI) es una herramienta fundamental para evaluar y promover la implementación de la Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer.
El MESECVI da seguimiento a los compromisos asumidos por los Estados parte de la Convención y analiza cómo están implementándolos. Evalúa los avances y desafíos persistentes en la respuesta estatal ante la violencia contra las mujeres, además también facilita la cooperación entre los Estados parte y otros miembros de la OEA. Permite el intercambio de información, experiencias y mejores prácticas para armonizar legislaciones internas y alcanzar objetivos comunes relacionados con la Convención.
Vale la pena destacar que Colombia no fue uno de los países firmantes, sino que se adhirió después al compromiso por asumir el acuerdo.
Disposiciones del Acuerdo
Dentro de lo que se aprobó se encuentran los siguientes destacados: “Artículo 5: Toda mujer podrá ejercer libre y plenamente sus derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales y contará con la total protección de esos derechos consagrados en los instrumentos regionales e internacionales sobre derechos humanos. Los Estados Partes reconocen que la violencia contra la mujer impide y anula el ejercicio de esos derechos”.
“Artículo 9: Los Estados Partes condenan todas las formas de violencia contra la mujer y convienen en adoptar, por todos los medios apropiados y sin dilaciones, políticas orientadas a prevenir, sancionar y erradicar dicha violencia y en llevar a cabo lo siguiente:
»a. abstenerse de cualquier acción o práctica de violencia contra la mujer y velar porque las autoridades, sus funcionarios, personal y agentes e instituciones se comporten de conformidad con esta obligación;
»b. actuar con la debida diligencia para prevenir, investigar y sancionar la violencia contra la mujer;
»c.incluir en su legislación interna normas penales, civiles y administrativas, así como las de otra naturaleza que sean necesarias para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer y adoptar las medidas administrativas apropiadas que sean del caso”.
Estas disposiciones buscan apuntarle al cumplimiento de una línea interracial, para blindar a las mujeres sin distinción de procedencia.
Para pensar
El Acuerdo de Belém do Pará es significativo porque reconoce la violencia contra las mujeres como una violación de los derechos humanos y una manifestación de las relaciones de poder históricamente desiguales entre hombres y mujeres. Además, establece un marco legal y político para que los países de las Américas tomen medidas concretas para erradicar esta forma de violencia.
Sin embargo, debe tenerse en cuenta respecto a su implementación, la necesidad de un ejercicio pedagógico real. Las mujeres son violentadas en todas las clases sociales, aun así, las cifras más altas normalmente se reportan en los sectores más vulnerables. Este tipo de datos no están contemplados dentro de este acuerdo ni han sido actualizados, lo que visibiliza la importancia del factor de clase dentro de la ecuación por los derechos de la mujer.
Finalmente, estos esfuerzos no pueden ser en vano. La institucionalidad termina reivindicando lo que buscamos las mujeres hace décadas, pero el trabajo más importante sigue correspondiendo a las organizaciones de base, a quienes más allá de las letras y los acuerdos buscan a diario mejorar las condiciones de vida de todas.
