El 30 de junio pasado concluyó en Ecuador el paro nacional indígena y popular, que a lo largo de 18 días puso en tensión a sectores indígenas, campesinos, del transporte, estudiantiles y magisteriales, reclamando soluciones alrededor de un pliego de peticiones de 10 puntos que recogió las principales reclamaciones del pueblo del Ecuador.
A pesar de que el gobierno del presidente Guillermo Lasso respondió con una brutal represión que dejó al menos cinco muertos, centenares de heridos y detenidos; que decretó el estado de excepción y desde los primeros días de la protesta declaró que no se sentaba a la mesa de negociaciones con los líderes del paro, finalmente se pudo instalar una mesa de negociación, a instancias del Episcopado ecuatoriano, que consiguió una fórmula de acuerdo.
A cada golpe que recibían los manifestantes y sus dirigentes, se fortalecía la unidad y capacidad de lucha y finalmente lograron una serie de objetivos de aplicación inmediata, otros a mediano plazo, y la instalación de una mesa de seguimiento, con garantes externos, que evaluará el contenido del pliego que motivó la protesta. La firma de un acuerdo en tales condiciones golpea de manera directa la política neoliberal del gobierno ecuatoriano.
Logros sociales
Entre los triunfos más sensibles conseguidos estuvo la rebaja de 15 centavos en el precio del galón de los combustibles: gasolina, gas, etc. Derogación o reforma de varios decretos sobre minería en territorios ancestrales e hidrocarburos. El Banco del Ecuador condonará créditos vencidos hasta por tres mil dólares (moneda que circula en reemplazo del sucre) y créditos agrícolas hasta por cinco mil dólares.
Además de la rebaja en el precio de los combustibles, el gobierno se compromete a no decretar nuevas alzas en el diésel, el gas y la gasolina en un tiempo prudencial. Se distribuirá igualmente aceite de cocina para los sectores populares a un precio de un 20 por ciento por debajo de la tarifa comercial.
Otros acuerdos pactados tienen que ver con un aumento en el bono de desarrollo humano a 55 dólares, la declaratoria de la emergencia en el sistema de salud pública; se acuerda así mismo duplicar el presupuesto de salud intercultural.
“¡Solo la lucha nos ha permitido conquistar derechos! Sí tenemos resultados en la agenda nacional de 10 puntos, sí logramos medidas para aliviar la situación económica, salud y educación de las familias vulnerables del campo y la ciudad; bajamos decretos para defender la vida”, dice un comunicado de la Confederación de Nacionalidades Indígenas, del Ecuador, Conaie.