La Universidad de Antioquia fue el escenario de un foro académico para visibilizar la violencia política contra la Unión Patriótica, UP, y promover garantías de no repetición
Juan Pablo Ruiz
El 13 de noviembre, el Teatro Universitario Camilo Torres de la Universidad de Antioquia, UdeA, se convirtió en un espacio de memoria y reflexión sobre una de las heridas más profundas en la historia política de Colombia. El foro académico “El Exterminio de la UP: Diálogos universitarios para la no repetición” se desarrolló en cumplimiento de las directrices de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, que, en su sentencia de julio de 2022, exigió al Estado colombiano la creación de espacios de divulgación sobre las violaciones de derechos sufridas por los miembros de la Unión Patriótica.
El evento, impulsado por el Ministerio de Educación, la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado y varias facultades de la UdeA comprometidas con la construcción de paz, contó con la presencia de sobrevivientes de la UP, académicos, activistas y representantes de derechos humanos.
La jornada estuvo marcada tanto por el análisis de la sentencia de la CIDH como por los testimonios de las víctimas y sus familiares. Ana Gómez, coordinadora del evento, señaló: “el foro busca mantener viva la memoria y promover un entendimiento crítico que ayude a prevenir la repetición de estos hechos”.
Una agenda para recordar y analizar
Para Juan José Gómez Arango, docente de la UdeA y coordinador del semillero de investigación en responsabilidad extracontractual del Estado, estos espacios de memoria histórica “no son eventos conmemorativos; son, en esencia, mecanismos de reparación simbólica y reconstrucción social, un acto de resistencia frente a la impunidad que permite recordar a las víctimas y los hechos que marcaron su tragedia. Es un acto de justicia que nos permite, como sociedad, reconocer los errores del pasado para que no se repitan”.
En el primer segmento del foro, representantes de organizaciones como la corporación Reiniciar, el movimiento Derechos con Dignidad y el Centro Jurídico de Derechos Humanos presentaron el proceso legal que culminó en la condena al Estado colombiano por el exterminio de la UP, brindando una perspectiva jurídica sobre los acontecimientos.
En el segundo segmento, víctimas y familiares compartieron sus historias y su lucha de resistencia frente a la persecución sufrida. Este momento dio voz y rostro a las víctimas, quienes llegaron desde diversas subregiones de Antioquia y, en algunos casos, desde el exilio, como José Antonio López Bula, exalcalde de Apartadó. López Bula relató cómo fue injustamente encarcelado y forzado al exilio: “Fui capturado por la entonces llamada justicia sin rostro, acusado falsamente de haber sido autor intelectual de la masacre del Barrio La Chinita. Me sacaron de la carrera política con testigos falsos. Pasé cinco años en prisión y luego, obligado a dejar el país, acepté la protección del gobierno suizo. Me fui pensando que podía regresar en cinco años, y ya van 26. No renuncio al sueño de volver a mi tierra”.
También intervino María Monzón, Codirectora de la Corporación Reiniciar, quienes han acompañado este proceso de principio a fin. Para María, el genocidio que se cometió en Colombia contra la Unión patriótica fue la negación de la libertad de pensar, de decir lo que se pensaba y de luchar por esos ideales que no eran solamente para quienes conformaron la unión patriótica sino unos ideales para el país.
En un segundo momento, diferentes núcleos académicos y víctimas, se reunieron para analizar el alcance de la sentencia en el contexto actual, debatiendo el rol del Estado y las implicaciones políticas y jurídicas de la decisión de la CIDH. La jornada concluyó con una actividad artística en la que víctimas de la Corporación Reiniciar y las mujeres buscadoras de Urabá, mediante la poesía y la música, utilizaron el arte como herramienta de sanación, transmitiendo el impacto de la violencia en sus vidas y la importancia de mantener viva la memoria de este exterminio político.
La UdeA, la memoria y la Justicia
El foro no solo buscó recordar los hechos de violencia, sino también fortalecer el proyecto político de la UP y contribuir a la construcción de una sociedad más justa, especialmente en Antioquia, uno de los departamentos más afectados, donde se concentraron el 37% de los asesinatos y más de mil desapariciones forzadas.
Para Juan Esteban Montoya, coordinador de Derechos con Dignidad, realizar este foro en Antioquia es fundamental, ya que resalta que este hecho, “no solo afectó profundamente a miles de familias, sino que también fue un intento por destruir el tejido democrático del departamento e imponer su derechización, en el marco de una agenda de terror y exclusión política”.
Según Martha Soto, sobreviviente de la UP y víctima de la desaparición forzada de su hermano, Jorge Soto, la Universidad de Antioquia tuvo un capítulo especial, poniendo una cuota de sangre en el exterminio de la UP, ya que las balas estatales y paraestatales cegaron la vida de estudiantes como Luz Marina Ramírez y Francisco Gaviria, profesores como Pedro Luis Valencia y egresados como Carlos Gonima y Alberto León Muñoz.
Por la memoria, la no repetición y la paz
Este foro representa un paso crucial en la lucha por la justicia y la verdad en Colombia, pero también un recordatorio de que el camino hacia una paz verdadera requiere de un compromiso activo de toda la sociedad.
La Unión Patriótica, como símbolo de resistencia y dignidad, sigue viva en la memoria de las víctimas y sus familiares, quienes claman por una reparación política que honre sus luchas y sus vidas. Es un llamado a defender las garantías de no repetición, a rechazar la impunidad y a construir juntos una Colombia donde los derechos y la justicia prevalezcan, edificando con memoria y resistencia las semillas de una paz duradera.
