Sintraemsdes denuncia medidas para debilitar a la Empresa y al sindicato para justificar su venta
Juan Carlos Hurtado Fonseca
@aurelianolatino
Desde hace tres semanas, la Empresa de Acueducto de Bogotá, con su nueva administración en manos de Evamaría Uribe Tobón, ha despedido sin justa causa a 13 trabajadores. Asimismo, no han querido renovar los contratos de 250 a quienes ya se les vencieron y sus labores son fundamentales para la entidad.
Pero los hechos que desmejoran la calidad en el servicio no paran ahí. Según el presidente de Sintraemsdes Bogotá, Martín Quijano, “tampoco quieren comprar materiales ni medidores ni insumos para el tratamiento de agua. En otras palabras, la empresa se estancó”.
Los despedidos eran trabajadores de planta, algunos con 14 años de labores, con la memoria técnica de la empresa, profesionales nivel 20, contratados a término indefinido. Cuatro de ellos estaban a término fijo, pero con varios años de labores en esta modalidad. Todos fueron indemnizados y estaban sindicalizados.
Las áreas de gestión social, la administrativa, la financiera y atención al cliente, son las afectadas con los despidos.
La administración de la Empresa argumenta que tomó las medidas por necesidades del servicio: que se requiere un servicio eficiente; lo que para el sindicato es incoherente. “Qué tiene que ver un funcionario de un nivel 20 que hace un proceso administrativo frente a la prestación de un servicio. Además, eran funcionarios sin ningún tipo de problema disciplinario ni de corrupción, por lo contrario, comprometidos con la Empresa. Tres de ellos habían entrado en la anterior administración de Peñalosa”.
Las medidas de la gerencia también violan lo acordado en la convención colectiva de trabajo, en la que hay ocho puntos sobre estabilidad laboral, algunos de los cuales prohíben el despido sin la mediación de un debido proceso.
El fondo
Para Martín Quijano, “las acciones son una política de la Empresa para debilitar a la organización sindical y para parar las actividades al dejar de comprar los materiales con los que se debe responder a los requerimientos de los usuarios, por eso esta Empresa lleva casi tres meses parada. A los trabajadores les toca hacer vaca para comprar un bulto de cemento o para una manguera y poder salir a atender los reclamos de los usuarios”.
La nueva gerente, Evamaría Uribe, fue superintendente de Servicios Públicos en la administración de Álvaro Uribe Vélez. Y, según el presidente de Sintraemsdes Bogotá, se ha caracterizado porque ha liquidado más de 52 empresas en el país, y en la Superintendencia tuvo por 12 años intervenida y en proceso de liquidación a las Empresas Municipales de Cali.
La persecución sindical de la actual administración ya fue denunciada por Sintraemsdes ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, y ante la Organización Internacional del Trabajo, OIT.
Según el sindicato, las medidas buscan hacer lo mismo que en Cali, el debilitamiento de la organización sindical mediante el despido de trabajadores sindicalizados y debilitar la estructura de le Empresa con un deficiente servicio que justifique la liquidación o la venta. “Quieren desvalorizarla, decirle a los usuarios que esto no sirve para nada y feriarla a precio de huevo”, concluye Martín Quijano.