viernes, marzo 29, 2024
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Davos 2023: Una cumbre devaluada

La búsqueda de mecanismos de cooperación relacionados con los desequilibrios en el medio ambiente, la recesión, el hambre y las guerras parecieron un ejercicio inocuo

Ricardo Arenales

Como suele suceder, el tercer lunes de cada mes de enero, se reúnen en Davos, Suiza, los representantes de las más poderosas corporaciones transnacionales del planeta, con extensos brazos en la omnipresente industria armamentista, para decidir la suerte del mundo. En esta ocasión la cita comenzó el lunes 16, bajo el lema “Cooperación en un mundo fragmentado”, y se prolongó hasta el viernes 20.

En esta ocasión, en la cumbre económica mundial participaron más de 2.500 invitados, entre quienes se contaron medio centenar de jefes de Estado y de Gobierno. Sin embargo, con excepción del canciller Olaf Scholz, de Alemania, ningún dirigente de una gran potencia del mundo confirmó su asistencia al evento.

Esta inasistencia de los grandes líderes indicaría que la cita de Davos se constituye paulatinamente en un foro devaluado. O que los jefes de la política mundial prefieren dejar la toma de decisiones sobre los destinos del planeta en manos de los directores de las grandes corporaciones del complejo militar industrial de occidente.

Autocomplacencia

En estas condiciones, los retos para buscar mecanismos de cooperación en un mundo fragmentado, relativos a los desequilibrios en el medio ambiente, la recesión, el hambre, las guerras, parecieron un ejercicio inocuo.

Si bien el Foro de Davos se auto considera como un espacio importante para abordar esos agudos problemas que confronta el planeta con el actual ordenamiento económico dominante, son múltiples las voces críticas contra este evento que desde décadas demuestra una gran impotencia para proponer soluciones globales.

Por ejemplo, como lo subraya el análisis de swissinfo.ch, Patriotic Millionaires, una asociación que congrega a más de 100 personas con grandes fortunas, principalmente estadounidenses, ya el año pasado había emitido una muy crítica evaluación sobre la cumbre económica mundial. “La verdad es que Davos no merece la confianza del mundo en este momento. A pesar de las incontables horas que ha dedicado a debatir sobre cómo puede hacerse de este mundo un lugar mejor, este foro ha generado poco valor tangible en medio de un torrente de autocomplacencias”.

Canje de deuda

Por América Latina participaron en el evento tres presidentes: el de Colombia, Gustavo Petro; el de Ecuador, Guillermo Lasso, y el de Costa Rica, Rodrigo Chaves. Los tres mandatarios reclamaron un mayor compromiso de las potencias del mundo para invertir en programas de protección del medio ambiente y desarrollo.

Por ejemplo, el ministro de Economía de Brasil, Fernando Haddad exigió que se cumpla el compromiso de las naciones desarrolladas de transferir 100.000 millones de dólares a los países en desarrollo para la protección ambiental. El compromiso se asumió en la cumbre de París de 2015, que indica que a partir de 2020 los países desarrollados comenzarían a girar esa suma para ayudar a los países pobres a enfrentar el cambio climático. Como ha sucedido en citas anteriores, el compromiso no se ha cumplido.

El Foro de Davos sirvió de escenario para que el presidente colombiano, Gustavo Petro, volviera sobre su propuesta de canje de deuda pública por recursos para revertir el cambio climático.

“¿Por qué no se canjea, se cambia, la deuda que tienen los países y los procesos productivos por acción climática, de tal manera que se liberaran recursos presupuestales para acometer la adaptación y la mitigación? ¿Por qué no se desvaloriza la deuda mundial, lo cual significa también un cambio del sistema del poder?”, volvió a preguntar. “Estos temas que abordaría un capitalismo descarbonizado hoy no están en la discusión”, lamentó.

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