«A las ciudades, a los pueblos abandonados les decimos que estamos aquí presentes para ustedes, con ustedes es nuestro compromiso”
José del Río
Gabriel Boric sorprendió a los chilenos y a los comentaristas políticos latinoamericanos al constituir un gabinete con amplia mayoría de mujeres, políticamente diverso, incluyó a representantes de seis partidos y ocho independientes. Hizo unos nombramientos que en Colombia causaría pavor entre derechistas y sectas religiosas: un ministro de Educación homosexual y una ministra del Deporte lesbiana.
También incluyó a tres comunistas en su gabinete, Camila Vallejo en la Secretaría General de Gobierno, Jeannette Jara en el Ministerio del Trabajo y Previsión Social y Flavio Salazar al frente del Ministerio de Ciencia y Tecnología. Camila es la más joven, apenas tiene 33 años, fue presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, en 2011 lideró el exitoso movimiento estudiantil que trascendió a nivel latinoamericano. Llevó la representación del Partido Comunista de Chile en calidad de diputada durante dos períodos.
Jeannette Jara Román, es abogada de la Universidad Central, fue presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Santiago, antes de este nombramiento era la Administradora Municipal en Santiago. Flavio Salazar, obtuvo su título de biólogo en la Universidad de Uppsala, Suecia. Vicerrector de Investigación y desarrollo de la Universidad de Chile. Desempeñó la presidencia de la Sociedad Chilena de Inmunología y de la Asociación Latinoamericana de Sociedades de Inmunología, ALA.
Otros miembros del gabinete presidencial
Uno de los más importantes miembros del gabinete presidencial es Mario Marcel Cullell, ministro de Hacienda, actualmente presidente del Banco Central, tiene maestría en Economía de la Universidad de Cambridge. Fue militante del Partido Socialista, Ha sido colaborador de casi todos los presidentes habidos después de la dictadura. Concita gran confianza en el empresariado chileno.
Otros ministros son: Antonia Urrejola, Ministra de Relaciones Exteriores, Esteban Valenzuela, ministro de Agricultura, Antonia Cósmica Orellana, ministerio de la Mujer y Equidad de Género, Nicolás Andrés Grau, ministro de Economía, Fomento y Turismo, Claudio Alberto Huepe, ministro de Energía.
Reacción del empresariado
Si bien es cierto que inmediatamente después del triunfo de Boric los sectores empresariales y los economistas liberales chilenos expresaron sus temores por que el presidente electo pudiera llevar a cabo políticas que pusieran en riesgo la economía del país que incluso pudiera intentar algunas nacionalizaciones y socialización de entidades privadas, al conocer el gabinete han expresado su aceptación y beneplácito por los funcionarios escogidos por el presidente electo.
El empresario Andrónico Luksic declaró ante los medios “que Mario Marcel ministro de Hacienda es un economista serio, con experiencia internacional que mostró gran responsabilidad en el Banco Central”. Esta valoración también la hizo a través de su cuenta de Twitter.
Dante Arrigoni presidente de la Asociación de la Industria Metalúrgica y Metalmecánica consideró que el equipo económico del gobierno entrante “tiene una visión sobre la forma en que el país debe plantear su crecimiento que es positiva para Chile; que propone la necesidad de proyectar estratégicamente nuestro crecimiento para que sea de largo plazo, para que de aquí a 10 años sea una economía basada en la innovación, más diversificada y sostenible”.
Otros organismos y asociaciones de diferentes empresas han hecho pronunciamientos similares sobre el gabinete del presidente electo. Por ejemplo, Fedefruta a través de su presidente Jorge Valenzuela dijo que el próximo ministro de Agricultura Esteban Valenzuela “tiene una trayectoria política importante y representa a la región de O’Higgins, una de las principales zonas agrícolas y rurales de todo el país”. Como se ve, Boric acertó en la selección de los ministros de su gabinete.
Las prioridades de Gabriel Boric
Tanto en su discurso el día que anunció el gabinete, como en sus declaraciones a distintos medios incluida una entrevista con el Programa cero de CNN Chile, el presidente electo Gabriel Boric expresó sus acciones primeras. Ya en la intervención mencionada ratificaba su compromiso con el programa que agitó durante su campaña, por eso le dijo a sus ministros: “A cada uno de ustedes les pido que asuman sus tareas con el mayor compromiso y responsabilidad, teniendo en mente que todas las personas que habitan nuestra patria esperan que seamos capaces de hacer de Chile un país más amable y humano para vivir, donde la dignidad se haga costumbre y que podamos restaurar la confianza en el gobierno, las instituciones y la política”.
Además, planteó sus prioridades para resolver los problemas de Chile: “Primero como ha quedado evidente en la presentación seguir enfrentando la situación sanitaria generada por la pandemia, que sigue presente… siempre la salud de las personas estará en el tope de nuestras prioridades. Vamos a tener una estrategia específica para atender las consecuencias de la salud mental, porque la salud mental importa”.
Expresó también su preocupación para hacer todo lo necesario que permita que en marzo los niños y niñas retornen a sus escuelas y colegios. El apoyo a la Constituyente es un objetivo urgente y fundamental.
Otra cuestión de atención urgente en la agenda del presidente electo es la recuperación económica con equidad. Al respecto dijo: “También asumimos con enorme cariño y energía el desafío de recuperar nuestra economía, sin reproducir desigualdades estructurales, estamos hablando de un crecimiento sustentable acompañado de una justa redistribución de la riqueza, que las pequeñas y medianas empresas vuelvan a crecer siempre enfrentando la concentración económica, terminar con los abusos que tan justamente indignados tienen a nuestro pueblo”.
Compromiso con las reformas programáticas
Si bien el variopinto gabinete de Boric ha tranquilizado al empresariado chileno y a los inversionistas extranjeros, en el discurso mencionado corroboró su decisión de llevar a cabo las radicales reformas contenidas en su programa. En la exposición expresó su voluntad de cambio: “Este gabinete tiene la misión de sembrar las semillas de las grandes reformas que nos hemos propuesto llevar adelante. Es justamente nuestro programa lo que une a este equipo con el mandato que los chilenos y chilenas nos pusieron en este lugar.
“Sabemos que para ello se va a requerir diálogo, capacidad de entendimiento, inteligencia, destreza política y mucho trabajo, tenemos desafíos enormes como el que sabemos existe en el sur de nuestro país, en donde se han vivido últimamente hechos de violencia que preceden también a una violencia histórica, que tenemos que juntarnos a conversar para lograr resolver”.
Todos los medios han destacado la frase del discurso presidencial en que recaba de sus ministros el deber de salir a las calles, a las regiones a escuchar a los ciudadanos. Pero también es muy valiosa la orientación a sus ministros para que al tratar de buscar soluciones a los problemas sociales deben escuchar a los ciudadanos porque “muchas veces tienen ideas que acá pueden no surgir ya que viven en carne propia las vicisitudes y desigualdades del modelo de desarrollo”.
