Luego de una larga y arbitraria detención, los dos jóvenes comunistas se reencontraron con sus familiares y las comunidades barriales. Siguen dispuestos a seguir luchando por el derecho a la vivienda digna del pueblo payanés
Redacción Juvenil
Para la militancia comunista la lucha por organizar la revolución es un imperativo, sin importar las condiciones en las que se esté. Ya sea en la vida estudiantil desde el colegio o cualquier institución de educación superior, en el campo, creando colectivos agrarios en disputa por mejores condiciones para el campesinado, en los barrios luchando junto a las juntas comunales, los parches artísticos, las mujeres y vecinos disputando el derecho a la ciudad, o en lo laboral, sindicalizando jóvenes por el derecho a un trabajo digno.
La disputa por organizar la revolución no se detiene para un militante comunista, incluso cuando la Fiscalía decide crear montajes judiciales para poner fin a su libertad, para socavar procesos robustos de disputa por la vivienda digna en las ciudades del país, o para dar un ejemplo, de cómo es que actúa la justicia contra la juventud.
En las entrañas del movimiento social
Andrés Duque y Bremmen Hinestroza, son jóvenes militantes comunistas. Hijos de familias humildes de Popayán, que crecieron con todas las aspiraciones que un niño colombiano puede tener y con todas las incertidumbres sobre el futuro, en especial cuando no se puede garantizar un acceso a la educación superior, cuando a diario el conflicto social golpea a la puerta con el hostigamiento de grupos paramilitares, la llegada cotidiana de familias desplazadas por los enfrentamientos entre grupos armados y la constante estigmatización del Estado, que persigue y señala a la juventud que no se conforma con la vida que le tocó, que lucha por un país distinto, que reniega y denuncia los abusos de la policía en los territorios.
La vida llevó a Bremmen por el camino del arte para desarrollar su activismo político. Andrés, se perfiló como un dirigente barrial. Juntos, desde las filas de la Juventud Comunista, se sumaron a la indignación de cientos de colombianos que en el 2019 gritaron en contra de las medidas regresivas del gobierno Duque, que atentaba contra la vida de la juventud, mientras hundía cada día más al país en una crisis social y económica.
En este contexto y producto de la necesidad de viviendas dignas para el pueblo payanes, surge ‘Lxs sin techo’, una organización que con años de esfuerzo, organización y determinación construyeron el eco-barrio El Sinaí, ubicado en el norte de la ciudad donde más de 300 familias han encontrado un espacio para construir sus viviendas, cooperar comunitariamente por la gestión de servicios públicos y del territorio para buscar una soberanía alimentaria.
La cárcel
El 19 de junio de 2022, la Fiscalía detuvo a Andrés y Bremmen, y les judicializó por los delitos de avasallamiento de bien inmueble, violencia contra servidor público y empleo o lanzamiento de sustancias u objetos peligrosos. En un proceso que tomó más de un año, los dos jóvenes dirigentes tuvieron que defender su inocencia desde el centro penitenciario de San Isidro en Popayán.
Como militantes comunistas, al enfrentarse con la situación y descubrir las condiciones la crisis que padece la población carcelaria, Andrés y Bremen motivaron la organización entre los otros privados de la libertad, con quienes gestaron múltiples denuncias públicas por las condiciones de alimentación, el hacinamiento, la falta de garantías para la adecuada defensa, entre otras, respaldadas por organizaciones como el Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos, CPDH.
Las consecuencias
Desde el inicio de sus días en prisión, con pretexto de las condiciones de salubridad, fueron aislados y después se accionaron gases lacrimógenos en su contra.
Meses después y producto de su trabajo al interior del centro penitenciario, desarrollaron una Asamblea Permanente que logró la posibilidad de tener alimentos complementarios a los suministrados en el centro penitenciario.
Su activismo político en medio de una injusta privación de la libertad, les hizo objeto de acciones sistemáticas en su contra por parte de algunos funcionarios del INPEC. Por ejemplo, el 29 de marzo en medio de una formación, se presentó un altercado, que fue aprovechado por miembros de seguridad para atentar contra Bremmen y así aislarlo de otros presos. En esta misma ocasión, no se permitió el ingreso de los abogados y abogadas responsables de su defensa, e incluso alteraron las visitas programadas del personal de apoyo psicosocial.
Después de esta injusta experiencia, el temple de los dos jóvenes no flaquea. Con una mirada política enriquecida por las historias de vida de cientos de hombres privados de la libertad y en precarias condiciones, y tras haber conocido el lado más reaccionario del Estado, Andrés y Bremmen están listos para continuar su labor militante que nunca se detuvo.
En su tiempo privados de la libertad estuvieron actualizados de la realidad política del país y del departamento del Cauca, así como de las discusiones que el Partido y la Juventud Comunista preparaba de cara a los congresos de estas dos organizaciones. Enviaron mediante su defensa, saludos y aportes a los dos eventos, de los que fueron invitados de honor.
De regreso a la barriada
Ahora, recuperada su libertad y después de reencontrarse con sus familiares, compañeras y compañeros, su primera parada fue el eco-barrio El Sinaí. Allí con sancocho comunitario, en medio de banderas, arengas y el saludo de cientos de familias, se ratificó el liderazgo comunitario de Andrés y Bremmen.
Mientras continúan en la defensa por su inocencia, se sumarán a la necesidad de materializar el cambio impulsado por el Gobierno nacional en la política territorial. De vuelta a la barriada, reencontrados con sus seres queridos, la tarea continúa en la disputa política. Bremen es actualmente candidato al edilato de la comuna dos y Andrés al concejo municipal en Popayán, desde donde seguirán su trabajo por condiciones dignas para las y los payaneses.