Nelson Lombana Silva
El famoso escritor, político, internacionalista y connotado dirigente comunista cubano, Roberto Regalado Álvarez, de gira por Colombia, gracias a la invitación de Izquierda Viva, visitó la ciudad de Ibagué, el día inmediatamente anterior, dictando una conferencia de 112 minutos en la universidad del Tolima, sobre movimientos sociales en América Latina, conferencia que generó gran expectativa entre los asistentes, especialmente estudiantes universitarios y público simpatizante con la izquierda y el Partido Comunista Colombiano.
Es de anotar que público de otros departamentos se hicieron presentes, caso emblemático del camarada Francisco Barreto, que a pesar de su delicado estado de salud, se trasladó de Neiva, capital de Huila, a escuchar al camarada Roberto Regalado y a comprar algunos de sus libros.
Al término de la conferencia, el maestro Regalado respondió inquietudes del público y a pesar de su agenda supremamente apretada concedió una breve entrevista a la página web: www.pacocol.org, refiriéndose fundamentalmente al tema de la paz y los diálogos de la Habana entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejército del Pueblo, FARC – EP y el presidente nacional de Juan Manuel Santos Calderón.
Dijo que el conflicto colombiano era el más antiguo y era pertinente una salida política al conflicto para que la insurgencia pueda hacer política por otras vías.
También fijó su criterio sobre los procesos democráticos y progresistas que se vienen dando en este continente, lo mismo el papel internacionalista del pueblo cubano y la revolución socialista.
Dijo que el proceso revolucionario cubano continuará con la eventual desaparición física de líderes de la talla de Fidel y Raúl Castro Ruz. “Los hombres pasan y los sistemas sociales cuando están bien asentados, se mantienen, se reproducen, crecen y se fortalecen”. Agregó: “La desaparición física de los líderes históricos, siempre será una pérdida sensible”.
La entrevista completa es la siguiente:
—Maestro Roberto Regalado, ¿Qué lectura hace usted del proceso de paz que se viene desarrollando en Colombia y cuál sería el impacto en América Latina?
—No me atrevería a opinar sobre el proceso de paz porque vengo de afuera, pero sí puedo decir desde afuera que la paz en Colombia es un déficit que Colombia le debe no solo a sí misma sino a la humanidad.
Si tomamos en cuenta que los conflictos armados más intensos que había en América Latina, caso de El Salvador, se resolvió en el año 92 y si tomamos en cuenta que el otro de los conflictos más importantes que hubo en América Latina fue el de Guatemala, el cual fue superado en el 96.
Han pasado 21 años desde la solución del conflicto salvadoreño, 16, 17 años de la solución del conflicto guatemalteco. Entonces veríamos el retraso histórico y ya el conflicto colombiano es el más antiguo. El conflicto colombiano comienza en el 48, Fidel Castro estaba en Bogotá cuando matan a Gaitán y se da el bogotazo. Fidel estaba en Bogotá no como dirigente de una guerrilla, estaba como dirigente estudiantil.
Quería conocer a Gaitán e intercambiar con él sobre cómo conducir un proceso de reforma social por la vía electoral. Fidel Castro en Colombia cuando comienza la violencia, todavía no está pensando en las armas, en la guerrilla ni mucho menos.
Fidel Castro asalta el cuartel Moncada en el año 53 y la revolución cubana triunfa en el 59. Fíjese ya todas las cosas y ya había una guerra civil desde mucho antes.
Entonces si nosotros tomamos el 48 como punto de referencia son 65 años; si tomamos como punto de referencia las FARC y ELN, son casi 50 años. Eso indica que este es el conflicto que más ha durado y que más ha costado.
Por lo tanto, es una necesidad histórica que hace falta acabar de resolver esto, construir una solución constructiva que sea aceptable en una mesa de negociación y que por supuesto allí no se hace la revolución. En el caso de El Salvador como Guatemala lo que nosotros vemos es que el acumulado político – militar que tenía el movimiento popular, con la insurgencia incluía, en virtud de ese proceso se convierte en acumulado político – electoral. Entonces ni el FML no abandona la lucha en el caso de El Salvador ni tampoco en el caso de Guatemala. Sencillamente se prosigue la lucha política por otras vías.
Hay una obra de Shafir Handel que se llama: “Hacer la guerra para construir la paz”. Allí explica cómo en la historia de El Salvador cada vez que la izquierda iba a elecciones, pues, sencillamente la masacraban, la asesinaban, la encarcelaban, le robaban los triunfos electorales y eso fue lo que obligó a regañadientes a la izquierda salvadoreña a tener que empuñar las armas y en los acuerdos de Chapultepec no fue otra cosa que haber obligado al imperialismo y a la oligarquía a respetar el derecho a participar, el derecho democrático y luchar por sus intereses de clase en condiciones de paz.
Lo mismo ocurre en el caso de Guatemala, de acuerdo a mí opinión. No sé, eso es lo que te puedo decir que ya es tiempo de que se tome en cuenta que el conflicto colombiano ha durado demasiado. Fue el primero que comenzó. Insisto en esa idea. Fíjese que Fidel Castro estaba en Bogotá y no era un guerrillero, era un dirigente estudiantil, que lo que quería era la lucha electoral.
Se debe dar una solución digna, no es entregar las armas y ya, es cambio, que se den condiciones políticas que le permita seguir esa lucha por medios pacíficos y soluciones a los grandes problemas que tienen los pueblos.
—Maestro: Este proceso democrático que se viene dando en América Latina, ¿Qué perspectiva le ve usted?
—Bueno, tengo un libro escrito que se llama: “La izquierda latinoamericana de gobiernos alternativos o reciclaje”, precisamente la pregunta es: ¿Estos procesos que se están desarrollando en estos países, son el inicio de un camino largo, complejo, duro hacia la construcción de una nueva sociedad donde no imperen la ganancia y el egoísmo, sino la satisfacción de los intereses de las grandes mayorías y de las minorías también, porque también no hay que olvidarse de las minorías, o será sencillamente un paréntesis en la dominación capitalista?
Es decir, transformación aquí o pasan unos años y viene el imperialismo y logra revertir el proceso y vuelve el neoliberalismo. Creo que el problema no es ser pesimista u optimista, tenemos que darnos cuenta que depende de nosotros, para que esto sea alternativo y no sea reciclaje. Eso depende de nuestra lucha, de nuestro empeño, de nuestro trabajo.
—Maestro Roberto Regalado, en todo este tejemaneje de lucha y resistencia en América Latina, ¿Cómo calificar el papel del pueblo cubano, de la revolución cubana?
—La revolución cubana es solidaria, internacionalista, siempre. Lo fue en la etapa anterior y lo es ahora. Si Fidel en el año 85, por ejemplo, convocó a la conferencia de la deuda externa, que fue una cosa fundamental en el panorama político latinoamericano, en esta nueva etapa, después de la caída de la Unión Soviética convoca y se convierte en centro dinámico de la lucha contra el ALCA.
Quiero decir que podrán haber cambiado las circunstancias internacionales y regionales, pero la revolución cubana, si en un momento determinado lo fundamental fue el internacionalismo, su manifestación de ayudar a los pueblos a liberarse por la vía armada, etc hoy la expresión internacionalista es enviar médicos, enviar maestros, es la colaboración de otro tipo.
Es decir, la revolución cubana sigue siendo y seguirá siendo solidaria de acuerda a las condiciones y las características de la situación mundial y regional.
—Abusando de su amabilidad: ¿Cómo piensa una república cubana sin Fidel y Raúl Castro?
—Se piensa igual, porque esa es la ley de la vida. Los hombres pasan y los sistemas sociales cuando están bien asentados se mantienen, se reproducen, crecen y se fortalecen.
La desaparición física de los líderes históricos, siempre será una pérdida sensible, pero eso no implica que se detenga el proceso de construcción de la sociedad socialista. Eso es lo que piensa el pueblo cubano.
—¿Seguirá siendo Cuba la estrella revolucionaria en América Latina?
—Bueno, gracias. Yo creo que tenemos que llenar a América de estrellas.