En su última nota escrita el 9 de febrero, Klaus denunciaba las violaciones a los derechos laborales por parte de una empresa ubicada en Sibaté, municipio cercano a Soacha.
En la tarde del domingo 6 de marzo, el joven Klaus Zapata fue asesinado por varios impactos de bala en el barrio Ciudad Latina del municipio de Soacha mientras se encontraba jugando un partido de microfútbol.
Klaus era militante de la Juventud Comunista Colombiana y como tal era activista por los derechos de los trabajadores y de la naturaleza.
En su última nota escrita el 9 de febrero, Klaus denunciaba las violaciones a los derechos laborales por parte de una empresa ubicada en Sibaté, municipio cercano a Soacha.
Además, el mismo día de su asesinato se desarrolló una movilización por la defensa del páramo y contra la minería, en la cual la Juco participó activamente.
El asesinato de Klaus se produjo en un municipio plagado de paramilitares, donde incluso patrullan armados en la parte alta de Cazucá, contigua a Bogotá. estos criminales controlan territorios y las actividades ilegales como el tráfico de drogas. Así mismo tienen cooptada parte de la institucionalidad en Soacha como han denunciado varios de sus pobladores, hoy muertos o desplazados bajo amenazas de muerte.
Se espera por parte del Estado una respuesta clara y que se haga justicia puesto que no es posible que mientras estamos ad portas de una firma de paz, el paramilitarismo goza de muy buena salud y éste podría echar a la basura todos los anhelos de un país sin guerra, en donde sea posible ejercer la oposición política sin miedo a ser asesinados como ocurrió con el genocidio de la Unión Patriótica.
