viernes, abril 19, 2024
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“Un sueño de paz en el páramo”

Después de muchos años de violencia impuesta en el territorio, el campesinado de Sumapaz recibió por parte del Gobierno nacional el acta de constitución de la Zona de Reserva Campesina

Carolina Tejada
@carolltejada

En la localidad 20 de Bogotá, Sumapaz, se encuentra el corregimiento de San Juan de Sumapaz. Es un pequeño caserío paramuno con un puesto de salud y un colegio. Para llegar a allí, se deja atrás la gran metrópoli y mientras se avanza por la carretera, algunos tramos en pavimento y otros destapados, se van asomando poco a poco los frailejones sobre la orilla de la vía, construida gracias a los esfuerzos y a las manos del campesinado sumapaceño. Este fue el sitio elegido para que, el pasado 4 de febrero, se diera la entrega oficial por parte del gobierno nacional de la Zona de Reserva Campesina a sus habitantes.

Un camino que conducía a un sueño

Camino a San Juan, se podía ver, en medio del rocío y el aire fresco propios del páramo a campesinos con sus ruanas de lana que se apresuraban a sacar hasta sus cercas las canecas de leche fresca para la venta, los paisajes verdosos y las lagunas. Varias eran las camionetas, motos, buses y chivas que en caravana divisaban el paisaje mientras se acercaban a acompañar el gran acto de recibimiento por parte del campesinado del acta de constitución de la Zona de Reserva Campesina, ZRC, para convertirla en la primera región en recibir este acuerdo que garantizará la protección ambiental del páramo más grande del mundo en el marco del nuevo gobierno.

La ZRC, había sido un reclamo en las luchas de los y las paramunas, pero también, en medio de las más fuertes acciones de represión gubernamental, su reclamo le había costado a su gente muertos, detenciones y torturas, mientras se les negaba, en el marco del conflicto interno, el reconocimiento de una zona para proyectar un plan de desarrollo acorde al bienestar del campesinado, con el cuidado y protección del agua, libre de minería y del turismo.

El clima sumapaceño se mantuvo frío pero soleado y las casi mil personas que acompañaron la entrega de este reconocimiento, se concentraron en la Casa del Pueblo, Mario Upegui. Un mural de fondo con el busto del libertador Simón Bolívar, los logos de Fensuagro y las banderas de la ZRC, decoraban el salón. Las delegaciones que llegaron de la Bogotá urbana, Fusagasugá, Viotá, Cabrera, Tolima, Villavicencio, pudieron escuchar en las intervenciones, tanto del gobierno como de la misma comunidad un recuento histórico de sus luchas y de los procesos organizativos que buscaron por años esa zona, de los líderes y lideresas que la defendieron.

“Tengo el corazón en la boca de la emoción”

El profesor Alfredo Díaz, con su sombrero típico, fue llamando en el uso de la palabra al viceministro de Tierras Darío Fajardo, quién en una primera y corta intervención, levantó el acta de constitución y con lágrimas en los ojos, expresó: “Tengo el corazón en la boca de la alegría. Personas que vienen de Chaparral de las luchas de los años 30 y 40, los menos viejos y los más jóvenes estamos haciendo un sueño de paz, un sueño de paz en Sumapaz”.

La ministra del Trabajo, Gloria Inés Ramírez Ríos, quien también llegó al lugar, en su discurso saludo a los delegados del gobierno nacional, entre ellos al ministro de Defensa, Iván Velásquez, al director general de la Agencia Nacional de Tierras, Gerardo Vega Medina, entre otros, a la alcaldesa de Bogotá, además mencionó a las organizaciones sociales y reflexionó: “hoy estamos confirmando que sí vale la pena luchar y eso es lo que se ha hecho en esta región. Luchar y resistir, pero por sobre todo organizar a través iniciativas la defensa de un territorio como este. No podemos olvidar que las ZRC son producto de las luchas sociales”.

Igualmente, resaltó la lucha de “Juan de la Cruz Varela, a los históricos luchadores y la lucha de las mujeres. Hoy encontramos a una mujer como la presidenta del Sintrapaz, frenteando un proceso que nuestros compañeros históricos empezaron en estas tierras, a la presidenta de Asojuntas”, ese papel de liderazgos de las mujeres la llevó a decir: “es que cuando una mujer avanza ningún hombre retrocede”.

En el recibimiento del acta le correspondió a Liliana Melo, presidenta de Sintrapaz, leer la misiva con la que la población paramuna recibió el reconocimiento. Su mensaje resaltó el compromiso con la “construcción de paz, con los derechos sociales, políticos y culturales de los campesinos y campesinas, con el desarrollo con sostenibilidad ambiental”, afirmando que el avance de la región se hará efectivo en la medida en que se promuevan programas y proyectos sociales y se dé una articulación con la región en materia pecuaria y vial.

Por su parte, los niños y niñas con sus ruanas y sombreros y quienes se hicieron llamar “los pioneros de las ZRC” le leyeron una carta al presidente que no pudo asistir y en un reconocimiento a Darío Fajardo, le entregaron una ruana y se comprometieron a seguir el legado de sus abuelos en la defensa del territorio. Al final de la presentación, los vivas por Juan de la Cruz Varela, y el ¡sí se pudo! resonaron en el auditorio.

Interviene Liliana Melo, presidenta de Sintrapaz, recibe el acta de constitución de las ZRC. Foto Carolina Tejada

El compromiso que viene

Esta localidad ocupa el 42% del territorio del Distrito y es en su totalidad rural. Cuenta con 28 veredas, de las cuales 16 son parte de la ZRC, e incluye una extensión de 22.806 hectáreas, 29,64% de la localidad: San José, Nueva Granada, Concepción, Tunal Alto, Tunal Bajo, Lagunitas, Chorreras, La Unión, Santo Domingo, San Juan, Las Vegas, Capitolio, El Toldo, San Antonio, Las Sopas y Las Ánimas. Con la entrega de este reconocimiento se beneficiarían más de 1.700 personas.

Arnidia Runza Pinilla, presidenta de la Junta de Acción Comunal del Tunal Bajó, le expresó a la VOZ, que este fue “un importante acto porque el territorio se veía amenazado por la minería, el turismo y otros proyectos que buscan sacarnos del territorio. Este reconocimiento nos permite cuidar el territorio como nos enseñaron nuestros abuelos, con su cultura y sus buenas prácticas y con la lucha agraria, así como lo hemos defendido”.

El proyecto de la ZRC implica “el seguir conservando y cultivando nuestra autonomía en el páramo. Produciendo alimentos sanos, con proyectos productivos y enseñándole a la juventud el cuidando de esta tierra tan valiosa y llena de fuentes hídricas. Y, una de las formas de cuidarla era que nos garantizaran nuestro derecho al territorio”.

Además de los temas de salud: “Que exista buen equipamiento y atención con profesionales para que atiendan a la población. El sueño de la universidad para el territorio, que nuestros jóvenes puedan estudiar y trabajar acá. También la desmilitarización, porque lo que buscamos es la paz y un Sumapaz libre de los grupos armados” entre otros elementos.

Al final del evento, Jaime Caycedo, presidente del Partido Comunista y quien, siendo concejal de Bogotá hasta el 2011, promovió la creación de la zona, recordó: “Este reclamo ha sido parte de las luchas del PCC. Cuando hicimos parte del Concejo, dimos una discusión sobre la creación de la ZRC, como una de las opciones para permitir reorganizar el movimiento agrario (…) esta es la primera experiencia de ZRC entre el campo y la ciudad. Es parte de la apertura de un proceso de reforma agraria en el país, y de los compromisos del gobierno del cambio y del Pacto Histórico”.

Llamó a rodear las reformas que vienen en tránsito y luego del reconocimiento al campesinado por su lucha, alentó: “¡viva la ZRC del Sumapaz! ¡viva el Pacto Histórico y su gobierno democrático!”.

Laguna de Sumapaz. Foto Carolina Tejada
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