miércoles, abril 24, 2024
InicioInternacionalUcrania: El rostro de los agresores

Ucrania: El rostro de los agresores

El curso de los acontecimientos políticos en esa región, más la creciente acumulación de armas en poder de pandillas neofascistas, suministradas por la OTAN, se convierten en un peligro para la seguridad de Rusia

Alberto Acevedo

El lunes de esta semana, en los ajetreos del cierre de la presente edición, se produjeron varios acontecimientos importantes en torno a la crisis de Ucrania, que de alguna manera darían una luz de esperanza a una solución negociada, pero al mismo tiempo contradictorios, en cuanto a que podrían precipitar a una confrontación mayor, de consecuencias impredecibles, en esa parte del planeta.

Se produjo la tan esperada reunión entre emisarios de los gobiernos de Rusia y Ucrania, en una localidad limítrofe entre este país y Bielorrusia, buscando establecer una agenda de aproximación a una negociación, que lleve a la retirada de las tropas rusas. Un primer objetivo en esa dirección se logró, pues al menos se estableció una agenda de discusión. Las partes valoraron el encuentro e indicaron que regresan a las sedes de sus gobiernos a valorar las demandas de cada lado.

Lo malo es que, una segunda reunión no parece estar muy cerca, pues las diferencias son aún grandes, como las dificultades por superar. Malo también que, después de que el presidente ucraniano Volodimir Zelenski dijera que estaba contemplando la idea de renunciar a su aspiración de ingreso a la OTAN y mantener un estatus de neutralidad, firmó el mismo lunes un pedido urgente de ingreso a la Unión Europea, un paso que lo acerca más a la OTAN.

Eventual escalamiento del conflicto

Malo también que, a comienzos de la presente semana, después de una extensa lista de sanciones contra Rusia anunciada por diversos países de Occidente, la OTAN movilizó más tropas hacia varios países de la franja de la antigua Europa Oriental, en abierto desafío a Moscú. Y el presidente Putin, pocos minutos después, anunció la declaratoria de la alerta nuclear. Es decir, que las ojivas de destrucción masiva se pusieron en movimiento.

Este hecho llamó la atención del secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, quien exhortó a las partes involucradas a poner fin al conflicto, retirar las tropas de Ucrania, y advirtió que la sola idea de amenazar con armas nucleares alrededor de la crisis de Ucrania es sencillamente una locura.

Sobre la posibilidad de poner fin al conflicto, el presidente ruso, Vladimir Putin, reiteró la demanda de cuatro objetivos: la desmilitarización de Ucrania, la desnazificación del país, la promesa de un status de neutralidad por parte de Kiev y el reconocimiento de Crimea como parte del territorio ruso.

Un elemento muy poderoso, que aparece como un inamovible, como una línea roja frente a la cual no va a ceder el mandatario ruso, es lo que él califica como la desnazificación de Ucrania. ¿Por qué la exigencia?

Nido de mafiosos

En un discurso a la nación, antes de iniciar la operación militar en Ucrania, Putin se refirió al hecho de que, tras la llegada de Zelenski a la presidencia, varios grupos neonazis, encabezados por una organización criminal denominada batallón Azov, prácticamente han controlado los hilos del poder. La administración ucraniana se ha convertido en un nido de mafiosos y fascistas, puntualizó el mandatario. Y a esas bandas es que Washington pretende poner un arsenal nuclear en sus manos.

En estas condiciones el curso de los acontecimientos políticos en Ucrania se convierte en un peligro para la seguridad nacional de Rusia. Los grupos fascistas han actuado contra la población ruso parlante, particularmente la de la región del Donbass, y en los últimos años han causado miles de muertos y heridos con sus ataques.

“El llamado mundo civilizado, del cual los colegas occidentales se autodenominan únicos representantes, prefiere no darse cuenta de la matanza de civiles, el asedio, el hostigamiento de personas en Donbass, como si todo este horror, genocidio al que han sido sometidos casi cuatro millones de personas, no existiera”, dijo Putin en su mensaje a la nación y recordó que “prácticamente no pasa ni un solo día sin bombardear las localidades del Donbass”.

Bandera de Ucrania

Puente con Occidente

Es claro que Putin se la va a jugar por un a Ucrania neutral, que no caiga en manos de los lideres militaristas y guerreristas de la OTAN. ¿Por qué es importante esta región en disputa?

Ucrania tiene un valor estratégico especial para Rusia, que Occidente le ha querido arrebatar. Después de Rusia, Ucrania ha tenido la mayor población de todas las repúblicas soviéticas. Sigue siendo el mayor país post soviético después de Rusia. Ucrania es enlace entre Rusia y Europa Occidental, país clave para el control del Mar Negro.

El gas y el petróleo rusos fluyen hacia el oeste a través de Ucrania. Grandes potencias han acariciado la idea de una Ucrania antirrusa. Por eso se precipitó un ‘golpe suave’ contra un gobierno progresista anterior y montaron a una ficha proccidental, el señor Zelenski: Las potencias occidentales ocultan este propósito difundiendo la idea de una ‘Ucrania independiente’.

Rompiendo el equilibrio

El secretario general de las Naciones Unidas, el lunes de la presente semana, en el marco de una sesión especial del organismo, recibió la información de que los países que componen la membresía de la OTAN habían comenzado a movilizar su arsenal nuclear hacia la frontera con Rusia. Fue esta situación la que seguramente motivó la declaratoria de ‘emergencia nuclear’ por parte del Kremlin. Esta situación, sin dudas, se atraviesa como un palo en la rueda de una posible solución al conflicto en Ucrania.

Hay otras novedades. Los cada vez más frecuentes ‘coqueteos’ de los países de la Alianza Atlántica para que Suecia y Finlandia ingresen como miembros activos, dos países que se han caracterizado por una larga carrera de neutralidad en los conflictos internacionales. El Kremlin ha dicho que no toleraría semejante exabrupto.

En este caso, como el de Finlandia, a quien quieren arrebatarle su neutralidad, la situación puede ser más preocupante para Putin que la misma Ucrania. La neutralidad de este país, no hay que olvidarlo fue fundamental en el desenlace de los hechos al final de la Segunda Guerra Mundial. Este aspecto, es mirado por observadores internacionales que aseguran que ahora estamos peor que durante la Guerra Fría.

Jugadas peligrosas

Porque en las épocas de tensión posteriores a la Segunda Guerra, las dos grandes potencias se interesaban más por un equilibrio nuclear que por desencadenar un conflicto. Ahora no hay esa barrera. Entonces habría que preguntarse: ¿Va el mundo hacia una hecatombe nuclear?

La respuesta es no. Al menos no todavía. Las potencias no se arriesgan a apostarle a ese jugo. Los arsenales nucleares hoy son mayores, las potencias nucleares se han consolidado, y una confrontación semejante sería tanto como el fin de la humanidad. Así de sencillo.

Pero sí hay otras batallas en el tablero del ajedrez internacional. Además de la desnazificación que plantea Putin, existe un escenario de conflicto adicional: el de los grandes medios de información corporativo. Vale decir la guerra contra la mentira.

Ciudadanos de Donetsk, celebran el reconocimiento de Rusia como nación independiente

La verdad, primera víctima

“Hoy no solo asistimos a una extrema ideologización y parcialidad en la cobertura de los sucesos en Ucrania, sino que las mentiras y la manipulación del imaginario colectivo se ven potenciados en las redes sociales y llevan a la hipertrofia de una masa informativa fuera de todo control y verificación”, dice un analista.

Una vez más, los medios de comunicación –incluyendo las redes sociales- actuaron de forma alevosa para generar un conflicto que sólo puede beneficiar a los vendedores de armas, las petroleras trasnacionales, que son los que han atizado el conflicto. La verdad es la primera víctima de la guerra. Hoy sabemos que la mentira es un arma de guerra.

Cuando Zelenski desconoció los denominados acuerdos de Minsk, que imponían a Ucrania el deber de mantener un régimen de neutralidad frente a las pretensiones expansionistas de la OTAN, comenzaron las agresiones contra Rusia y la población ruso parlante en Ucrania. El agresor en este conflicto no fue Rusia. Rusia ha sido agredida por las bandas fascistas de Kiev, por las amenazas nucleares de la OTAN, por la intención de Washington de copar las fronteras de Rusia, desconociendo acuerdos suscritos en los años 90 cuando cayeron la URSS y el bloque de países socialistas. Esa es la verdad.

RELATED ARTICLES

Most Popular

Recent Comments