VOZ recomienda tres películas clásicas de este particular subgénero cinematográfico del horror, que explora la fe, la espiritualidad y la lucha del “bien” contra el “mal” desde una cosmovisión cristiana
Redacción Cultural
Es común que en el marco de la Semana Santa, conmemoración religiosa anual de la pasión de Cristo, distintos portales especializados en el séptimo arte hagan una selección de piezas cinematográficas dedicadas al tema religioso.
Películas como El Evangelio según San Mateo (1964) de Pier Paolo Pasolini, La última tentación de Cristo (1988) de Martin Scorsese, La Pasión de Cristo (2004) de Mel Gibson, súper clásicos como Ben Hur (1959), Los Diez Mandamientos (1956) y Lawrence de Arabia (1963), o la serie Jesús de Nazareth (1977), entre otras importantes piezas del cine, estén en la lista.
Quizás por respeto al significado que tiene la semana mayor, es muy extraño que en estás selecciones se recomienden películas del subgénero cinematográfico del horror religioso. No obstante, VOZ rompe la tradición y recomienda cuatro películas de terror que exploran la lucha del “bien” contra el “mal” desde una cosmovisión cristiana.
El subgénero
El horror religioso es un subgénero del cine de terror que profundiza sobre la fe y la espiritualidad, muchas de las veces centradas en personajes que creen e interactúan con fuerzas sobrenaturales, demonios o figuras divinas.
Estas piezas por lo general recrean historias centradas en la moralidad y la redención donde se dan posesiones demoníacas, ritos del culto satánico, tensiones entre la fe y la duda, al tiempo que se incluyen figuras religiosas, ya sean sacerdotes, monjas o profetas.
Una de las características del horror religioso es que tiene un particular estilo visual y sonoro. Es decir, utiliza una secuencia de imágenes oscuras y sonidos estridentes que crean una atmosfera de tensión en el relato. Otra de las particularidades es que en la cinematografía se apelan a figuras religiosas deformadas para aumentar el pánico.
El exorcista
El terror religioso se popularizó en el mundo occidental en la década de los setentas del siglo XX. Películas exitosas en taquilla crearon audiencias universales e involucraron directamente al terror cinematográfico con la narrativa religiosa.
El exorcista de 1973, fue dirigida por William Friedkin basada en el guion original de William Peter Blatty. La película narra la historia de Regan, una niña poseída por un espíritu maligno y el martirio que vive su familia y dos curas católicos que hacen todo lo posible por salvarla.
El hecho que la historia ocurra en Washington D.C., la transformación de Regan y todos los efectos especiales, la voz intersexual del demonio, los extraños sucesos en el proceso de filmación y las reacciones estrepitosas del público, convirtieron al film ganador de dos premios Oscar, en una de las películas más aterradoras de los últimos tiempos.
La profecía
Por su parte, La profecía de 1976 es sin lugar a dudas una película de culto del género. Dirigida por Richard Donner, es recordada por la excelsa musicalización de Jerry Goldsmith, con la cual ganó el premio Oscar a mejor banda sonora original.
La película cuenta la historia del niño Damien, quien nació a las seis de la mañana un seis de junio. El infante es el hijo de Satanás, pero es adoptado espontáneamente por Robert Thorn, embajador de los Estados Unidos en el Reino Unido.
A medida que Damien crece, ocurren una serie de eventos misteriosos y violentos que permiten al diplomático descubrir que su hijo es el temido Anticristo, anunciado en las profecías bíblicas consignadas en las cartas del apóstol Juan.
El film fue un éxito en taquilla y se convirtió en un clásico porque tocó temas centrales, como el mal en forma inocente, las profecías religiosas, la paranoia, el simbolismo visual del número 666 o las cruces al revés.
El bebé de Rosemary
El bebé de Rosemary (1968) de Roman Polanski, es una de las películas más importantes del cine de horror psicológico. Aunque no entra directamente en la categoría de terror religioso, la atmosfera paranoica, el control del cuerpo femenino, la cotidianidad del mal y el pacto fáustico (vender el alma a diablo por poder y fama), convierten al film en uno de los más aclamados por la crítica.
La película narra la historia de Rosemary y su esposo Guy quienes se mudan a Nueva York. Cuando la mujer queda embarazada, comienza a sospechar que todo el entorno donde ella vive conspira, transformando la realidad en una situación escabrosa.
Los simbolismos utilizados en la pieza van desde el satanismo y el ocultismo, los debates entre religión y ciencia, y el embarazo como situación terrorífica. Pero más allá de ser una película de suspenso y terror, El bebé de Rosemary es ante todo una crítica al machismo, la religión y el rol pasivo de las mujeres en la historia.
Los puntajes en Internet Movie Database son: El exorcista 8.1; La profecía 7.5; y El bebé de Rosemary 8.