El jefe de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, Hossein Salami, declaró que “Israel está destruyéndose a sí mismo y excavando el cementerio en el que el propio Estado hebreo acabará enterrado”
Redacción internacional
La situación de guerra en el Oriente Medio ha llegado a un nivel de conflictividad que tiene a la comunidad internacional en un nivel de extrema alerta. La región está entrando en una espiral de guerra de proporciones inimaginables, con la particularidad de que Israel actúa sin ningún respeto por el derecho internacional, sin freno alguno y, lo más grave, con la aquiescencia de Estados Unidos y las principales potencias occidentales.
Con este nivel de impunidad garantizado, Israel atacó, en la madrugada del sábado 26 de octubre, una serie de objetivos militares en Teherán y otras ciudades de Irán, con lo que muestra ante el mundo que el mando militar sionista tiene planes de agresión contra varias naciones de la región, sabiendo de antemano que la ONU, en reiteradas ocasiones, ha demostrado su incapacidad para conseguir siquiera un cese al fuego.
Los medios locales reportaron varias explosiones en el cielo de Teherán. También se produjeron otras cerca a la ciudad de Karaj, a 20 kilómetros de la capital de Irán, y en la ciudad de Shiraz, en el suroeste del país.
Ataques frustrados
Casi de manera simultánea, las Fuerzas de Defensa de Israel, FDI, confirmaron que llevaban a cabo “ataques precisos contra objetivos militares en Irán”. Entre tales fines estarían los depósitos de armamento nuclear.
“Las FDI ahora están atacando precisamente objetivos militares en Irán, en respuesta a los continuos ataques del régimen de Irán contra el Estado de Israel en los últimos meses, de acuerdo con la directiva de nivel político”, dijo el portavoz de las FDI, Daniel Hagari.
De acuerdo con CBS News, los ataques de Israel contra Irán se habrían limitado a golpear objetivos militares, sin pretender atacar instalaciones nucleares o petrolíferas. Una agencia iraní confirmó que varias bases militares situadas al oeste y al suroeste de Teherán fueron blanco de ataques. Pero aclaró, sin embargo, que los sonidos de explosivos que se escucharon correspondieron a disparos del sistema de defensa antiaérea iraní, que resultó muy efectivo y los objetivos señalados por Israel no fueron alcanzados.
Excavando su tumba
Ante la temeraria acción sionista, Irán reaccionó de varias maneras. Con anterioridad al ataque, el jefe de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, Hossein Salami, declaró a un medio local que con sus acciones en la Franja de Gaza ─y en el Líbano y ahora en su país─ “Israel está destruyéndose a sí mismo y excavando el cementerio en el que el propio Estado hebreo acabará enterrado.
»Cuando un poder quiere derrumbarse, suele preparar el terreno y las condiciones para su derrumbe”, afirmó Salami. “Hoy, el régimen sionista está cavando poco a poco el cementerio en el que será enterrado, porque es la tradición divina que ningún gobierno basado en la opresión podrá sobrevivir”, precisó el jefe militar.
El líder de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria dijo que lo que Tel Aviv presenta como pruebas de su supuesta victoria no son más que la destrucción de viviendas de civiles y el asesinato de mujeres y niños. “El régimen sionista debe primero producir un odio político en el mundo para que su legitimidad en el campo de la política sea completamente destruida”, agregó, precisando que Israel actualmente se vuelve “cada vez más odiado y aislado en el mundo” y ningún funcionario quiere viajar a ese país, “excepto sus partidarios, los criminales de Estados Unidos”.
Irán en estado de alerta
De acuerdo con un despacho de The New York Times, el mando político militar iraní ordenó a sus Fuerzas Armadas que estén preparadas para la guerra, pero traten de evitarla. El rotativo asegura que el ayatolá Alí Jamenei ha exigido a los militares preparar diversos planes de respuesta a las acciones de Tel Aviv y actuar de manera contundente en el momento en que se les indique.
Según fuentes citadas por el medio, la magnitud de la respuesta iraní dependería de la severidad de los golpes israelíes en caso de continuar. Si causan numerosa víctimas y amplios daños, la respuesta será inmediata, pero si Israel ataca algunas bases militares y almacenes de misiles y drones, Irán podría incluso no responder en absoluto.
Pero una respuesta militar de Irán por la agresión israelí del pasado sábado, sí la habrá, aclaró después el vicepresidente primero de la República Islámica, Mohamed Rezá Aref. El funcionario hizo tal precisión el mismo sábado, después reunirse en Teherán con voceros del movimiento chiíta Hezbolá y del grupo palestino Hamás, donde expresó sus condolencias por las muertes de varios de sus líderes más connotados durante incursiones sionistas anteriores contra zonas de la Franja de Gaza y Líbano.
Habrá una respuesta
Al comentar el ataque israelí contra territorito iraní, el vicepresidente afirmó que esa “agresiva ofensiva” es condenable “en cualquier parámetro” y advirtió que “el agresor debe esperar una respuesta”. “Responderemos de acuerdo a las maldades del agresor en el momento y las condiciones apropiadas”, precisó el funcionario.
En el mismo sentido, el ministro de Asuntos Exteriores del país persa, Seyed Abbas Araghchi, dijo que el país no tiene límites a la hora de defender su integridad territorial. “Irán no se pone límites a la hora de proteger y defender sus intereses, su integridad territorial y a su pueblo”, precisó.
Un ingrediente de pragmatismo fue introducido, al día siguiente del ataque, por el líder supremo iraní, el ayatola Alí Jamenei, al afirmar que la incursión sionista “no debe ser magnificada ni menospreciada”. Subrayó que “hay que desbaratar el error de cálculo del régimen sionista”. “Deben comprender la fuerza, voluntad y la iniciativa de la nación iraní y de la juventud del país”.
Jamenei dejó claro que una respuesta militar del país persa será inminente y sin dilaciones, en caso de que los ataques se dirijan a las infraestructuras petrolera, energética o nucleares, o se provoque la muerte de alguno de los altos dirigentes de esa nación.