La refrendación será un debate político como pocos en el Congreso
Hernán Camacho
@camachohernan
El reto más importante para el Congreso del República en la presente legislatura será la refrendación e implementación de los acuerdos de paz. Una de las instituciones menos querida por los colombianos, según sondeos de opinión, será la encargada de convertir, lo más rápido posible, cada uno de los puntos de lo pactado en paquetes legislativos que hagan real la paz.
Con una proposición de carácter político el presidente del Senado, Mauricio Lizcano, convocó al pleno parlamentario para aprobar en bloque, sin alteraciones y con la máxima fidelidad literal las 310 páginas de acuerdo. La proposición contiene la manera como se va llevar a cabo el debate, que puede tardar una semana, pues intervendrán voceros de las campañas del sí y no al plebiscito del pasado 2 de octubre.
La bancada de la “unidad por la paz” está integrada por el Partido de la U, el Partido Liberal, Cambio Radical, el Polo Democrático y los partidos minoritarios. Por fuera de la coalición se encuentran el Partido Conservador y el Centro Democrático, quienes han venido anunciando todo tipo de estrategias parlamentarias para sabotear la refrendación.
Oportunidad para el Congreso
Voz consultó la opinión de algunos sectores políticos que no tienen asiento en el Congreso, que coinciden en que es la oportunidad para que los parlamentarios colombianos recuperen legitimidad ante el país. Gabriel Becerra, dirigente nacional de la Unión Patriótica, dijo:
“Como lo ha manifestado las sentencia de la Corte Constitucional, el presidente no es el único con facultades para contribuir a materializar el derecho a la paz. En este caso, el Congreso de la República, como instancia representativa de la voluntad popular, también tiene facultades para refrendar el acuerdo y lo que todos esperamos es que cumpla a la altura con ese reto histórico. Los partidos de la Unidad Nacional deben actuar en consecuencia con la paz y superar las dificultades de quienes se han opuesto por principio a la refrendación y a la implementación. Jamás ha estado el Congreso a la altura de las expectativas del pueblo colombiano”.
En cuanto a tiempos, el dirigente político señala que para la refrendación y la ley de amnistía es fundamental un trámite legislativo rápido. Y consideró que no solo juega un papel el Congreso sino la Corte Constitucional, quienes deben emitir un pronunciamiento lo más rápido posible para dejar en firme el acto legislativo para la paz que hoy está demandado y así darle vía libre al fast track. “Es importante ese pronunciamiento porque despeja un camino jurídico que aún no está claro para el acuerdo”, indicó Becerra.
El país será testigo
Por su parte Piedad Córdoba, vocera del movimiento político Marcha Patriótica, dijo que serán los colombianos los veedores del trabajo parlamentario y con ellos la comunidad regional e internacional. “La Unidad Nacional debe cumplir porque en sus manos tienen la misión de acabar con el conflicto armado pero fundamentalmente iniciar un camino para una mejor democracia y unas reglas de juego para la política que no excluyan ni maten. Esperamos que el Gobierno nacional cumpla el compromiso pactado en los acuerdos que es la lucha contra el paramilitarismo. Sin ello va a ser imposible alcanzar el objetivo de la paz”, expresó Piedad Córdoba.
En cuanto al papel de la oposición en el Congreso, Córdoba señala que no tiene cabida negar la refrendación pues las propuestas del No fueron escuchadas, debatidas en la mesa e implementadas en los nuevos acuerdos:
“En la renegociación las partes escucharon a los jóvenes, a las mujeres, a los Lgtbi, a los empresarios, a los religiosos, entre otros sectores. De esas reuniones, incluso con los del No se le está dando legitimidad suficiente a los nuevos acuerdos. Ahora bien, lo que creo es que se tomaron en cuenta las propuestas del no en su inmensa mayoría, entonces no hay razón para la oposición. Los opositores a la paz no se pueden convertir en palos de la rueda y el Congreso puede ganar legitimidad ante los colombianos haciendo un buen trabajo en la implementación de los acuerdos”, dijo.
El bloque opositor
En ese mismo sentido el analista político Luis Eduardo Celis considera que el debate en el Congreso hace parte del juego electoral del 2018 y que el Centro Democrático va a tener como plataforma política echar abajo el acuerdo. Pero advirtió que la oposición política a la paz no puede ser violenta: “Es claro que el Centro Democrático no va a apoyar el acuerdo porque lo considera ilegítimo. Están en su derecho de oponerse y lo que esperamos es que esa oposición sea democrática. En Colombia hay una oposición democrática y otra violenta que tiene vínculos con sectores políticos en el territorio nacional. Yo espero que la Fiscalía actué contra quienes están en esa oposición violenta y que anda asesinando a líderes sociales”.
Celis hizo énfasis en que el bloque opositor lo completa el Partido Conservador del que dijo juega a la ideología y al pragmatismo: “Si fuera por principios ideológicos seguramente ese partido estaría en la oposición a la paz, pero por pragmatismo político se puede sumar a la refrendación en cualquier momento. Hoy es incierto lo que suceda con los conservadores”.
Y agregó Celis: “Tenemos un nuevo acuerdo que necesitamos hacer efectivo. Lo que sí esperamos es que la implementación inicie y el país cierre un periodo de alzamiento armado e inicie un periodo de paz política y social. Eso no significa que la lucha política termine, no. Lo que sucede es que se cambiarán las formas de lucha para una sociedad que necesita nuevos retos para las disputas políticas. Ahora el Congreso es un indicador de la batalla política a mediano plazo, es decir la campaña presidencial del 2018. Aquí hay una sociedad dividida entre quienes creemos en las reformas y entre quienes quieren ese statu quo, y creo que el gran debate inicia para los próximos 18 meses”.
Clientelismo
Por último el secretario general del Partido Comunista, Jaime Caycedo, sostiene que el plebiscito resultado del pasado plebiscito no le quitó funciones a ningún otro cuerpo institucional ni rama del poder público y menos cuando se trata de cumplir el derecho a la paz. Pero mostró su preocupación por los sectores de oposición que quieran boicotear la refrendación y hacer conejo en la implementación.
“Con la debilidad política del presidente Juan Manuel Santos algunos sectores interesados y oportunistas van a poner condiciones en términos de favores políticos y burocráticos para estar con la refrendación del acuerdo de paz. El clientelismo y la mermelada son condenables pero el Gobierno y los sectores que están del lado de la paz tienen el compromiso de sacar a delante la refrendación y superar cualquier dificultad”, dijo Caycedo.
