John Frady Gómez Zuluaga cuyos dos únicos objetivos en su vida son ser famoso, el cual al parecer ya logró, y cuidar de sus padres, con los cuales aún vive a sus casi 40 años. En entrevista para VOZ, nos contó de su vida y sus historias
Zabier Hernández Buelvas
El personaje es muy popular y conocido. Varios medios le han hecho documentales y entrevistas. Nadie sabe cómo, pero siempre aparece y está justo cuando los periodistas, con sus cámara, se disponen a grabar o transmitir en vivo, en exteriores, en las plazas y parques del centro de Bogotá. Nos cuenta las claves de su popularidad y aspectos de su vida, hasta ahora desconocidos.
John Frady se rebusca la vida. Vive en función de su familia y de aparecer en televisión para ser famoso como Pacheco, el de “Animalandia”.
“Para lo único que servía”, mi destino
“Yo nací en Cocorná, pero hice todos mis estudios primarios en El Santuario, Antioquía. Allí comencé a entender todas las cosas que pasaban a mi alrededor. Siempre me gusta hablar del pueblito mío, El Santuario, porque allá fue donde comencé a pensar. Solo hice hasta quinto de primaria, tenía muchos problemas de memoria, no me grababa bien lo que aprendía.
»En mi pueblito, El Santuario, descubrí que para lo único que yo servía era para ser un atravesado. Alguna vez llegaron periodistas con cámaras al pueblo y allí estaba yo listo para salir en la TV y ser famoso. Allí supe que ese era mi destino”.
Hablemos un poco de eso. ¿Le dicen así, “El atravesado”? ¿Quién le puso ese apodo?
Hay algunos periodistas que cuando yo me atravieso en las cámaras de televisión me han tratado mal y han intentado pegarme. Todos no son así, la mayoría son buenos. Algunos periodistas dicen “no venga aquí a atravesarse, a tirarse mi trabajo”. Pero no les hago caso, me atravieso, me ubico de detrás de los personajes a cierta distancia, con mi bandera de Colombia, mi patria, en la cabeza y allí me quedo. A veces llaman a la Policía y me retiran de ahí.
Una vez, la Policía me encerró en el calabozo y tuvo que venir mi mamita a rescatarme. Pero sí tengo amigos camarógrafos y periodistas que son buena gente y ahora hasta la Policía de Bogotá me conoce y me saludan. ¡Ah, y las lindas periodistas también se han tomado fotos conmigo y me han grabado!
Su método y la tía Marta
¿Usted cómo se entera de que los periodistas están ahí listos para grabar o transmitir? ¿Quién le informa o lo llama?
Fácil. Mire, yo veo y escucho, desde la madrugada y todo el día, las noticias ─muestra un viejo Walkman, con radio incorporado, de los años 80─ y cuando salgo de la casa voy escuchando una emisora, luego me cambio para otra y así. En esas emisoras siempre dicen que pasó algo en el centro de Bogotá; entonces, yo corro para allá, pero que sea cerquita por acá en las plazas y parques del centro, porque si es muy lejos, mejor no voy.
Así, yo siempre sé a qué ahora están por ahí los periodistas. Incluso, a veces, desde las 5:30 a.m. ya están por ahí ellos, faltando entre 10 o 15 minutos para las 6:00 a.m., yo sé que siempre están allí transmitiendo los titulares, dando el avance, contando lo que pasó o va a pasar. Allí estoy yo pendiente de todo para seguir saliendo en cámara atravesándome y siendo famoso.
Por ejemplo, el otro día hablaban en la radio del problema de los pasaportes y me dije seguro estarán en la puerta de la Cancillería en el centro. Yo estaba pendiente, y sí, ahí llegaron los periodistas y ahí logré salir en cámara con ellos.
Cuando a usted se le ve detrás de los personajes, siempre lleva un celular, como hablando con alguien. ¿Por qué hace eso? ¿Con quién habla?
Mi tía Marta, que vive en El Santuario, siempre está pendiente si yo salgo en televisión, entonces cuando comienzan a grabar, siempre la llamo. Ella me va diciendo “un poquito a la derecha, un poquito a la izquierda” y de pronto dice “ahí, ahí está saliendo, quieto”, entonces me quedo allí quieto. Mi tía es la que me da las indicaciones.
Patriotismo y solidaridad con los periodistas
¿Usa una bandera de Colombia sobre la cabeza o en su gorra? ¿Por qué lo de la banderita?
Primero porque me siento orgulloso de ser colombiano, amo mi patria. Segundo, la idea me nació cuando había mundiales de fútbol, miraba a los vendedores de banderas y camisetas de la selección que se las colocaban en la gorra, para para vender. Me ha servido mucho para que la gente me reconozca y me vean en televisión, me tomen fotos. Se me está cumpliendo el deseo, porque yo quería que la gente me reconociera y cuando yo estuviera por acá me tomen fotos. Algunos me dan moneditas, otros dicen que no tienen, entonces me toman gratis o a escondidas. No me molesta, no me pongo bravo.
Este Walkman que veo es como de los años 80. ¿Quién se lo regaló? ¿Usted lo compró?
Sí, lo compré en la calle por diez mil pesos. En él me la paso escuchando las noticias desde las tres y media de la mañana; llego al centro a las 7:00 a.m. y voy por ahí caminando, dando vueltas con el volumen alto del radio para llamar la atención, para que todos me vean que estoy por ahí.
¿Alguna vez pensó en ser periodista o esto hace parte de alguna pasión suya?
De ser periodista no sé, pero le cuento que desde pequeño yo siempre miraba un programa que se llamaba “Animalandia” que hacía Pacheco. Yo le dije a mi mamá “quiero ser famoso como Pacheco que sale todos los días en televisión”. No, yo no quiero ser periodista porque sufren mucho, los amenazan y hasta los asesinan; no, a mí lo que me interesa es salir en cámara y listo, no hablar mal de nadie, ni si son buenos o malos.
La familia y el amor
¿De qué vive usted?
Todavía estoy pegado a mis papás, como dicen por ahí los envidiosos, “hijo de papi y mami”, pero a mí sí me gusta trabajar mucho. He vendido cigarrillos y chicles en los semáforos. A veces subo al Cerro de Monserrate, ayudo a subir maletas desde el Funicular, pero mi mamá se dio cuenta y me dijo que no volviera a hacer eso, que no era necesario, que ellos me daban todo.
¿Y sus papás en qué trabajan?
Mis papás no les gusta que diga en qué trabajan, pero no son cosas malas, son del hogar. A mi papá y mi mamá no les gusta que salga muy temprano, ellos me dicen que me quede en la casa durmiendo todo el día que no tengo nada que ir a hacer a la calle. En casa todavía tengo todo gratis (se ríe), no me da pena decir la verdad. Mis papás están enfermitos. Mi mamá cuida mucho a mi papá, le saca las citas médicas; ella es la que hace todo, la quiero mucho.
¿Tiene más hermanos?
Sí, somos cuatro varones. Mis hermanos son de buenas en el amor, ya se casaron. A mí como ven así como loco, la gente me dice “Hola, loco”. Ninguna mujer se ha fijado en mí, pero yo sí tengo ganas de tener una mujer, pero no tengo cómo mantenerla, todavía estoy de mantenido por mis papás (Risas).
John Frady, le agradezco mucho su humildad siendo tan famoso (nos reímos), que sigas disfrutando de la vida
Sí, perdón por toda la carreta que eché. A veces no me expreso bien, le presento disculpas. Siempre que me entrevistan me gusta saludar a mi pueblito que quiero mucho, a El Santuario, Antioquia, el pueblito. Y para mi tía Marta que me dirige desde allá cuando salgo en televisión, ¡que viva, que viva Colombia!