Los dineros asignados a educación, salud y protección social garantizan los derechos económicos, sociales y culturales de la población colombiana para la vigencia de 2026
Iván Posada P.
Resultado de un amplio consenso en el Congreso de la República, finalmente se aprobó el presupuesto general de la Nación por $ 546,9 billones de pesos. Gobierno nacional, Planeación Nacional y Ministerio de Hacienda y Crédito Público, lideraron este proceso que contribuye al objetivo de construir un país con una mejor y equitativa redistribución de los ingresos y una economía más productiva.
Gráfico 1.

Para garantizar el Estado social de derecho, el presupuesto aprobado destinó $32,2 billones a los sectores de inclusión social y reconciliación, igualdad, equidad, salud y vivienda. Esta asignación permite la continuidad de los programas estratégicos de atención a la primera infancia, adulto mayor y demás población vulnerable.
Por sectores, a la educación se le asignó el mayor presupuesto, $88,2 billones, lo que garantiza la gratuidad y calidad de la educación pública. Esta importante asignación incluye infraestructura física, laboratorios, bibliotecas, etc., es decir, todos los recursos físicos y humanos para garantizar este derecho.
Le sigue el sector salud con una apropiación de $ 78,1 billones, suma que incluye los costos que conlleva la reforma en trámite en el Congreso de la República. El ministro de Hacienda, Germán Ávila, señalaba que “garantizar que cada decisión tenga sostenibilidad fiscal y al mismo tiempo poner en el centro el derecho de todos y todas a una salud digna”. Lo anterior porque la oposición argumenta que el gobierno no ha justificado la sostenibilidad fiscal de dicha reforma. Las trabas a este proyecto de ley demuestra que el sector privado, que controla gran parte de la prestación de la salud a los colombianos, no está dispuesto a ceder a sus intereses.
El tercer mayor presupuesto se le asignó a defensa y policía con $ 65,7 billones, teniendo en cuenta que persisten conflictos de orden público relacionados con los grupos disidentes armados, el narcotráfico y diversas manifestaciones de delincuencia.
Otros sectores
El transporte tuvo una importante asignación de $ 15 billones destinados a la construcción y mejora de las vías terciarias y secundarias, parte de la infraestructura necesaria para que los productores disminuyan costos en la comercialización de la producción; lo mismo para la construcción y reparación de aeropuertos y finalmente, para la reconstrucción y ampliación de la red ferroviaria, modalidades todas necesarias para interconectar la economía colombiana.
Al Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural le asignaron $ cuatro billones, recursos destinados para dar continuidad a la reforma rural integral, incrementar la productividad en el campo, asegurar el financiamiento a pequeños y medianos productores, todo lo cual se traduce en más alimentos y a menor precio para el consumidor final.
Importantes recursos para 2026 se destinaron para la transición energética y la preservación del medio ambiente, $11 billones, lo que permite avanzar en la transición energética, la recuperación y cuidado de la Amazonia y otros ecosistemas.
Funcionamiento
Erróneamente la oposición critica el exceso de gasto en funcionamiento, pues solo hace mención de los salarios de los funcionarios públicos, la llamada burocracia, que en realidad representa un mínimo con respecto al total de este rubro, $ 358 billones. El grueso de esta partida va a las regiones para invertir en salud, educación y servicios públicos, son las llamadas transferencias; otra parte se destina al pago de pensiones, al fondo de salud para el magisterio, etc. De este rubro igualmente se financia el pilar solidario para los adultos que no tienen pensión, que se incrementó a $230 mil pesos/ mes en esta administración del gobierno del cambio.
El servicio de la deuda
Otro gasto inflexible para 2026 es el del servicio de la deuda externa (capital más intereses), $ 100,4 billones, el 18 por ciento del presupuesto nacional, compromiso adquirido con el Fondo Monetario Internacional a raíz de empréstitos a corto plazo adquiridos durante la pandemia, lo que implica altos intereses, que limita en forma importante los recursos para inversión y funcionamiento.
La inversión
Son los nuevos recursos que se incorporan a la economía como maquinaria y equipo, medios de transporte, infraestructura, bienes raíces, etc, con los cuales se producen nuevos bienes y servicios para la población. Para la vigencia de 2026 se aprobaron 88,4 billones, el 16 por ciento del total de presupuesto nacional. De este total, $65,4 billones irán a las regiones y $21,6 a inversión nacional. Algunos críticos señalan que esta distribución perpetua la brecha entre las regiones y el centro. Planeación Nacional, al contrario, sostiene que “con este presupuesto se fortalecerá la inversión en sectores estratégicos que impulsarán el desarrollo regional, la generación de empleo y la transformación productiva”.
Recaudo y evasión
El nivel de recaudo de impuestos no es mejor y no son muchos los logros para controlar la evasión. Jairo O. Villabona, exdirector de la Dian, afirma que, entre evasión y beneficios tributarios, el país deja de percibir $ 230 billones al año, (Portafolio, octubre 27, pág. 9) Además estas exenciones van a parar al diez por ciento de las empresas más grandes del país, es decir, a los que menos necesitan, no se traducen en mayor empleo e inversión y menos ayudan a la micro y pequeña empresa.
En medio de las dificultades del déficit fiscal, el presupuesto aprobado apunta hacia la transformación económica y social del país esbozada en el Plan Nacional de Desarrollo, (PND) 2022 – 2026.







