Editorial 3300
Al parecer, todo indica que frente a las supuestas infiltración de las disidencia a la Dirección Nacional de Inteligencia, DNI, del Gobierno nacional, Caracol y El Tiempo han mentido. Como mintió El Espectador según su propio director, por seis meses a sus lectores, como miente de manera descarada la revista Semana en cada edición, como miente la oposición de extrema derecha sobre todo lo que hace y ha hecho el Gobierno del Pacto Histórico y la izquierda.
Los medios del poder han construido un país de mentiras, donde el corrupto es presentado como decente, el criminal y narcotraficante como héroes nacionales y el invasor como el salvador. Están afectando algo trascendental. Los periodistas mentirosos que se prestan a la desinformación, a la infiltración y a la tergiversación están atacando a la democracia, que en medio de tantos enemigos, el país intenta construir.
Las mentiras permanentes del periódico El Tiempo, de la revista Semana, de Espectador, de Caracol radio y TV, de la FM, de Blu Radio y RCN, de la Silla Vacía y el portal Infobae, que cuentan con la amplificación y actitud condescendiente de La W, de la revista Cambio y otros medios, es un ataque directo al derecho de la ciudadanía al acceso a una información veraz, transparente, objetiva y constructiva.
Estos medios todo el tiempo hablan de la polarización. Son ellos los que generan contextos de polarización política y producen relaciones tensas entre el Gobierno y la prensa en Colombia, con su reiterada utilización de noticias falsas. No son equivocaciones ni situaciones excepcionales. En los medios del poder se ha normalizado la utilización de la falsedad, la parcialidad y la tergiversación, la difusión de información sin verificar y el sesgo evidente contar el Gobierno y el Pacto Histórico.
No son accidentes o equivocaciones espontaneas. Hay que recordar tres casos anteriores al de la supuesta infiltración del DNI. Noticias Caracol afirmó el 9 de julio de 2025, que el Gobierno Petro le debía 32 billones de pesos a las EPS, pero el informe de la Contraloría General lo que afirmaba e informaba era que las EPS, de capital privado, eran las que debían esos recursos a clínicas y hospitales.
En la posesión del presidente electo de Ecuador, Daniel Noboa Azín, Caracol, Blu Radio, El Colombiano y La Silla Vacía afirmaron que el presidente Petro se reunió con un criminal ecuatoriano conocido como alias ‘Fito’. El presidente Petro sí demostró que eso era falso. Catalina Suárez, de la W, acusó a Petro de traicionar a los jóvenes y quitarles subsidios a los abuelos, aunque era lo contrario. El Gobierno amplió la gratuidad universitaria con 190 mil nuevos cupos y aumentó el bono pensional de 80 mil a 225 mil pesos para 1.7 millones de adultos mayores pobres.
Siguen con el relato de que el país va mal, pero todos los datos y mediciones económicas de organismos propios, internacionales y neutrales dicen lo contrario. La economía va bien y Colombia crece.
Es valorable, la actitud del director de El Espectador, Fidel Cano, al salir a reconocer las mentiras que un periodista estuvo escribiendo y publicando en su medio, durante 6 meses, lo que deja al descubierto la falta de códigos de ética rigurosos y débiles mecanismos de verificación transparentes y secciones de corrección oportunas.
Pero en general, ninguno de estos medios mentiroso, rectifican, corrigen ni se excusan ante la sociedad. Frente al último caso, el país sigue a la espera de que Caracol y El Tiempo, rectifiquen, bajen sus noticias falsas de sus portales y reconozcan que se equivocaron. Lo cual es casi seguro que no ocurrirá.
No nos queda más que fortalecer el periodismo alternativo, humanista y ético. El gobierno sigue ante el reto de ampliar y fortalecer los medios públicos, ampliar el apoyo institucional a los medios alternativos y seguir dando la batalla cultural y comunicacional por la vida, la justicia, la democracia y la paz.







