Nuevamente trabajadores, empresarios y Gobierno se sentarán a la mesa para discutir sobre el reajuste salarial para 2017. El próximo año habrá más gravámenes que seguirán debilitando el ya deteriorado poder adquisitivo de las mesadas
Juan Carlos Hurtado Fonseca
@aurelianolatino
Como es costumbre cada fin de año, en las próximas semanas estarán sentados a la mesa representantes de las centrales obreras, los empresarios y el Gobierno nacional, en la Comisión Permanente de Concertación de Políticas Salariales y Laborales, donde intentarán ponerse de acuerdo en los puntos a reajustar en el Salario Mínimo Legal Vigente para el año 2017.
Y aunque la negociación es desigual, por un lado está el Gobierno y los empresarios, y por otro los trabajadores, las centrales deciden asistir para explicar su posición en temas de políticas económicas y hacer propuestas que mejoren la calidad de las condiciones laborales.
Al tema del salario, es decir, los puntos porcentuales a reajustar, hay otros que no se pueden desprender de la misma discusión porque atañen directamente al poder adquisitivo de las mesadas y a la calidad del trabajo. Por eso, los millones de colombianos que devengan por debajo de esta cantidad, el desempleo, los costos de la canasta familiar, la calidad del empleo, el pago de las horas extras, los derechos de asociación, las formas de contratación, la seguridad social, la creciente tercerización, entre otros, también deben ser discutidos de cara a la sociedad.
El porcentaje a reajustar
Para el economista y profesor universitario Jairo Estrada, es difícil establecer una cifra porcentual a incrementar, pero debe estar por encima de 12% porque la inflación estará en 6% o 7%, más lo que se ha perdido en poder adquisitivo en los últimos años y lo que se perderá con la reforma tributaria.
“No creo que el Gobierno vaya a pasar del 7%, pero desde el punto de vista de los trabajadores lo que se ve venir es más pérdida del poder adquisitivo por el aumento del IVA en tres puntos. Por eso, mínimo 10% debería ser el incremento que tampoco alcanza a cubrir los impactos de todas esas medidas, sobre todo la reforma tributaria”, expone el profesor Estrada.
Por su parte, el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, CUT, Luis Alejandro Pedraza, dijo a VOZ que por factores que incidirán en el poder adquisitivo del mínimo, como los nuevos impuestos, no sirve un reajuste por debajo de 14%: “La reforma tributaria afectará los salarios en un 17%, por eso un reajuste por debajo del 14% es simbólico. El ministro de Hacienda ya manifestó que el incremento no puede estar por encima de la inflación causada. Eso dañaría los ajustes que ellos han hecho para controlar la inflación, y la proyectada es del 6.2%. Esa es la receta que les orienta la OCDE y el Fondo Monetario. No estaremos de acuerdo con un incremento inferior al 14%, porque este año les fue peor a los trabajadores en cuanto a salarios”.
Otros temas
Pero hay más elementos que impactan los salarios de los colombianos y que se deben tener en cuenta a la hora de definir el reajuste. Por ejemplo, la devaluación de la moneda nacional con relación al dólar, aspecto que encarece las importaciones: “Este es un país que importa muchos bienes de consumo, incluso 12 millones de toneladas de alimentos por año, lo que incidirá sobre el nivel interno de los precios. Entonces la devaluación de la moneda incide sobre la capacidad adquisitiva de los colombianos, no solo es la inflación interna”, anota el economista Jairo Estrada.
Es por estos elementos que, año tras año, las centrales obreras han estado presentando a la Comisión de Concertación, propuestas de incremento salarial que son rechazadas de tajo por la contraparte con el argumento de que se dispararía la inflación y aumentaría el desempleo. Para el economista consultado, eso han dicho hace muchos años, pero:
“El mínimo es un salario de referencia, no se le aplica a la gran mayoría de los trabajadores porque no son asalariados sino trabajadores por cuenta propia y de otras maneras, por eso ese incremento es para orientar y no impacta sobre la estructura de costos de producción. Sobre la estructura de costos impactan más elementos como la devaluación y los monopolios que ponen precios a su antojo. Entonces el aumento de los salarios es un efecto de la inflación y no una causa: Se aumentan los salarios porque la gente pierde poder adquisitivo, no es que el poder adquisitivo se pierda porque han aumentado los salarios”.
El Gobierno evade
Otros temas que se deben discutir en la mesa son el desempleo; la calidad del empleo; la informalidad que se impone en el trabajo al punto de tener un 60% de la Población Económicamente Activa, PEA, en estas condiciones; acceso a la seguridad social; la precariedad del trabajo por su remuneración: “También se deben discutir aspectos relacionados con las condiciones de reproducción de la fuerza de trabajo. Mejor dicho, el mínimo es apenas un componente y muy pequeño, de los factores de reproducción de la fuerza de trabajo en una sociedad, que se refiere sobre todo al ingreso”, precisa el profesor Estrada.
No obstante, el presidente de la CUT expresa que en la mesa Gobierno y gremios no aceptan debates de los demás temas concernientes al ámbito de las relaciones laborales y el poder de los salarios.
De ser así, ¿por qué se acepta ir a una mesa dónde ya está todo definido y seguramente el reajuste salarial se decretará por el Presidente de la República? Luis Alejandro Pedraza responde: “El sentido de ir es explicar nuestras propuestas, pedir una vez más el retiro de esa reforma tributaria. Si no vamos, van a especular, a decir que abandonamos a los trabajadores, pero no veo una concertación con la CUT”.