Corría la alucinante década que va de 1965 a 1975. Guerra Fría en su apogeo, asesinatos de Camilo Torrez Restrepo, Ernesto Che Guevara, Salvador Allende, heroica guerra en Vietnam, surgimiento del M19 y en Colombia despertar del Movimiento Sindical, con el florecimiento de la Central Obrera Clasista CTC y UTC
Ariel Arteta De La Hoz
El Sindicato Nacional de Trabajadores de Avianca constituyó uno de los pilares de la organización sindical vigente. En Barranquilla, existía una incipiente, pero aguerrida Federación Sindical Unitaria, cuyas siglas eran Fesutral, orientada por el Partido Comunista. Allí se gestó un movimiento encabezado por los mecánicos de la aviación, agrupados en la Asociación Colombiana de Mecánicos de Aviación, ACMA.
En ese contexto surge la figura de Eduardo Maldonado, líder sindical que sigue las orientaciones del Partido Comunista de Colombia. Junto a él, un grupo de mecánicos de la aviación sacude con una huelga combativa que estremece las estructuras del Sindicato Nacional de Trabajadores de Avianca que, afiliados a la CTC, recibían la orientación de José Raquel Mercado y de su lugarteniente Rigoberto Laurens. Después de más de treinta días de beligerante huelga, que paraliza a la empresa Avianca, esta responde con el despido de toda la directiva sindical, encabezada por Eduardo Maldonado, Carlos Basa y un grupo de jóvenes, todos militantes del Partido Comunista Colombiano.
Esto radicaliza la huelga; lleva a una situación política y sindical insostenible. Era conveniente y necesario suspender la huelga, para así salvar al sindicato y poder continuar la lucha sindical. Ocurre, entonces, un hecho emotivo y sin antecedentes en la historia de las luchas obreras: se convoca a más de 400 trabajadores y obreros de Avianca a una asamblea para definir el levantamiento de la huelga.
Los trabajadores enardecidos e indignados, y queriendo defender a sus dirigentes injustamente despedidos, rechazan la proposición que presentamos ante ellos, los directivos sindicales y sus asesores jurídicos. Increíble esa escena de presenciar cómo más de 400 curtidos y valientes obreros, muchos de ellos llorando, se oponían a levantar la huelga, que, además, implicaba dejar por fuera a toda la dirigencia sindical arbitrariamente despedida.
No pudimos convencerlos. Se levantó entonces Eduardo Maldonado, el más querido y respetado de sus dirigentes, y, visiblemente conmovido, les pidió a sus compañeros que, por el bien del sindicato y de la lucha sindical futura, levantaran la huelga. Así se hizo, los trabajadores se reintegraron a sus puestos.
Iniciamos ante los Tribunales de Barranquilla más de doce pleitos por violación al fuero sindical y pidiendo el reintegro de Eduardo Maldonado y de los demás directivos despedidos. Obtuvimos una importante victoria jurídica al lograr que la Sala laboral de Tribunal Superior del Atlántico ordenara el reintegro de Eduardo Maldonado y de los demás despedidos. Posteriormente, el Sindicato Nacional de los Trabajadores de Avianca se retiró de la CTC e ingresó a formar parte de la hoy Central Unitaria de Trabajadores, CUT.
Hoy sepultamos, emocionados y recordando a este gran dirigente e insuperable amigo.