Editorial 3290
La reciente decisión del Consejo Nacional Electoral, CNE, ha impactado el escenario político colombiano y ha movido las decisiones, las estructuras y las perspectivas hacia las elecciones de 2026, poniendo serios obstáculos a la posibilidad de continuar y profundizar los cambios.
Persiste la intensión de dividir al Pacto Histórico desde los despachos cerrados, frustran el proceso de unidad de la principal fuerza política del país y niegan el principio democrático de que sea el pueblo quien decida en las urnas.
El Partido Comunista Colombiano reitera que “nuestra fuerza radica en la unidad popular y en la movilización consciente. No aceptaremos exclusiones ni condicionamientos. El Pacto Histórico es con todas sus fuerzas políticas o no es”. Desde esta premisa, la inteligencia colectiva funciona, no todo está perdido. Hay salidas políticas basadas, por un lado, en el rol de la movilización popular y, por otro, en los instrumentos jurídicos que aún permite el marco legal que contienen la Constitución del 91 y las establecidas en la Ley 1475 de 2011.
El Artículo 10 de la mencionada Ley, permite que los partidos y movimientos políticos con personería jurídica formen coaliciones, incluyendo la realización de consultas. El Artículo 11 establece que los partidos y movimientos políticos podrán realizar consultas populares para la escogencia de sus candidatos, ya sea de manera individual o en conjunto con otros partidos, en donde cabe las consultas interpartidistas.
Una consulta interpartidista es un mecanismo de democracia interna, mediante el cual varios partidos o movimientos políticos que forman parte de una misma coalición deciden, de manera conjunta, escoger a un único candidato para un cargo de elección popular, ya sea para presidente, gobernador, alcalde o corporaciones públicas.
Hay que recordar que este instrumento electoral ya fue utilizado en 2022, en la consulta interpartidista del Pacto Histórico, en la que unieron esfuerzos el Partido Verde, el Polo Democrático Alternativo y la Unión Patriótica, en una coalición, y realizaron y eligieron a su candidato único a la presidencia. A partir de esta consulta, y en las posteriores elecciones, resultó ganador el actual presidente de Colombia, Gustavo Petro.
¿Y qué pasa con las candidaturas a Senado y Cámara? Lo primero es que las fuerzas del Pacto Histórico buscarán conformar coaliciones a nivel nacional y territorial, que, cumpliendo la Ley 1475, los votos de los partidos que se coaligan, no deben superar el 15% del censo electoral. 27 listas a la Cámara están por debajo del 15% y siete departamentos superan este umbral, entre ellos, Bogotá, Valle, Meta, Nariño, Putumayo, Cundinamarca y los consulados en el exterior. Este escenario, exige un alto nivel de diálogos, acuerdos y alianzas entre los partidos y fuerzas progresistas, de izquierdas y democráticas.
No hay tiempo a desánimo y pesimismo. En cuanto a cámaras, las bases del Pacto Histórico y de los partidos que lo componen en las regiones, deben disponerse a retomar y consolidar alianzas políticas y electorales que se concreten en la formulación y configuración de acuerdos políticos y jurídicos, que deben ser radicados ante las Registradurías territoriales.
Por encima del CNE y la extrema derecha colombiana, seremos gobierno y avanzaremos en transformar a Colombia.
Adenda. Al cierre de edición, el Pacto Histórico ha solicitado el aplazamiento de la consulta que estaba para el 26 de octubre, hacia el 23 de noviembre, en cuyo caso, la inscripción de candidatos será hasta el 3 de octubre de 2025.