La también llamada cuarta revolución industrial se comienza a emplear en la producción elevando la productividad del trabajo a niveles impensables. Las operaciones repetitivas del trabajador de hoy día las ejecutan los robots con mayor precisión y rapidez
Iván Posada Pedraza
La Universidad Nacional de Colombia y el Instituto Tecnológico Metropolitano de Medellín, ITM, desarrollaron la herramienta computacional PepMultiTools, basada en inteligencia artificial, IA, que puede desarrollar fármacos sintéticos que combaten las bacterias con alto grado de efectividad y que a la vez reduce de cuatro años a cuatro meses el tiempo que requiere un especialista para elaborar estos fármacos y antibióticos resistentes a las bacterias.
En el departamento del Huila, uno de los mayores productores de arroz en el país, cuyo cultivo requiere altas cantidades de agua, mediante la IA se determinaron las áreas con mayores recursos hídricos, con lo cual los cultivadores pueden elegir las mejores tierras para cultivar de acuerdo a este criterio.
Experiencias IA
En el departamento de Santander, con el empleo de drones se hace el mapeo de grandes extensiones de tierra para detectar enfermedades en los cultivos de palma de cera.
El departamento de matemáticas de la Universidad Nacional junto con la directora de Maestría de Finanzas, recopilaron información de 27 años de vida laboral de cotizantes al sistema pensional en cuanto a edad, género y salario base de cotización entre otros. Con esta información elaboraron 800 millones de registros y con el apoyo de la IA se procesó esta información cuyo resultado fue predecir la capacidad de cotización de cada persona. Además, este modelo predijo con alto grado de confiabilidad que para el 2030 la reforma pensional en curso, ahorrará a las finanzas del país un estimado de nueve billones de pesos.
Las anteriores experiencias son sólo una breve reseña de los diversos campos donde se puede aplicar la IA, desarrollados en las diferentes sedes y facultades de la Universidad Nacional¹, de lo cual se desprende que prácticamente no hay actividad en la que no se aplique: en la medicina con diagnósticos e intervenciones quirúrgicas; en el ámbito jurídico con emisión de tutelas; en redacción de ensayos; y en la agricultura, como ubicar el área de mejores condiciones para el cultivo.
Cambios sustanciales
A diferencia de la automatización, la IA procesa la información recibida, “aprende” y con base en este aprendizaje toma decisiones y puede incluso optimizar las tareas.
Una de las aplicaciones más utilizadas hoy día es el chatbot, un programa basado en la IA que permite mantener una conversación por texto o voz con un usuario y, por ejemplo, agendar una cita médica, solicitar que haga una llamada a un número celular previamente guardado, pedirle escuchar cierta música, etc.
Otro chatbot puede contestar preguntas que le formulen, por ejemplo, a cómo está la tasa de cambio del dólar; cuánto dura un viaje entre Bogotá y Tunja; resolver problemas matemáticos como calcular el área de un cuadrado, suministrando los datos para que el chatbot de la respuesta respectiva.
El sistema está basado en que el chatbot procesa el lenguaje natural, con el que nos comunicamos, para que le sea “entendible” y pueda dar la respuesta adecuada.
Mano de obra y desempleo
Una encuesta entre mil empresarios en Estados Unidos indicaba que el 49 por ciento de ellos ya utilizan la IA en sus empresas y otro 30 por ciento la van a implementar próximamente. Microsoft y la matriz de Google, Alphabet, prescindieron de 22 mil trabajadores para reemplazarlos con aplicaciones de IA; IBM se prepara para despedir a 7.800 por el mismo motivo². Unos estudios están calculando que se podrían perder entre 85 y 300 millones de empleos, en tanto, otros cálculos indican que se podrían crear unos 97 millones de nuevos trabajos.
Fabian Hernández, abogado laboralista de la Universidad del Rosario tiene la opinión que, por el alto grado de informalidad laboral en Colombia, la IA no va a destruir puestos de trabajo.
Explotación intensiva
En la clásica obra Principios de Economía Política del autor John Stuart Mill, el autor universal dice: “Cabría preguntarse si todos los inventos mecánicos aplicados hasta el presente han facilitado en algo los esfuerzos cotidianos de algún hombre”.
Sobre esta afirmación, Carlos Marx decía: “Pero la maquinaria empleada por el capitalismo no persigue, ni mucho menos, semejante objetivo. Su finalidad, como la de todo otro desarrollo de la fuerza productiva del trabajo, es simplemente rasar las mercancías y acortar la parte de la jornada en que el obrero necesita trabajar para sí, y de ese modo, alargar la parte de la jornada que entrega al capitalista. Es sencillamente, un medio para la producción de plusvalía”³.
La automatización y ahora la IA buscan lo mismo, incrementar la productividad del trabajo al máximo, no para facilitarle la jornada del trabajo al operario de la maquinaría o a la asesora del banco, sino para incrementar la parte del trabajo creado de que se apropia el empresario.
La clase obrera se transforma
Aparte del desempleo que pueda generar la IA, el problema que surge es el proceso de adaptación y capacitación de la fuerza laboral actual para emplearla en el proceso productivo, la industria, los servicios, etc. Para la generación que comience su formación universitaria, la IA y la computación cuántica seguramente serán asignaturas obligatorias independientemente de la carrera que se estudie.
Una investigación de Gartner⁴ de 2022 señalaba que cerca de 33 por ciento de las ofertas de empleo relacionadas con informática, solicitaban a los aspirantes conocimientos sobre IA (aprendizaje automático, algoritmos y manejo de datos).
Con el avance actual de la IA los especialistas opinan que vamos hacia la sociedad digital, que iría a reemplazar en gran escala la mano de obra. El interrogante planteado es si en las condiciones del régimen capitalista, la era digital puede poner fin a los lastres propios de este régimen como el desempleo.