En las votaciones nacionales de hace dos semanas el Congreso Nacional Africano, aliado del Partido Comunista, ganó el 62,15% del respaldo popular, mantuvo la mayoría parlamentaria y triunfó en ocho de las nueve provincias del país austral.
El presidente Jacob Zuma fue reelegido hoy oficialmente por la Asamblea Nacional de Sudáfrica (ANS) para un segundo mandato ejecutivo.
La Asamblea también designó a la dirigente del partido gobernante Congreso Nacional Africano (ANC) Baleka Mbete como vocera del hemiciclo legislativo de 400 miembros.
En una votación del plenario este miércoles, Mbete derrotó fácilmente a la candidata de la opositora Alianza Democrática (DA), Nosimo Balindlela, quien en 2008 cambió de militancia desde el ANC al partido COPE y luego, en 2012, al foro DA.
También en la presente jornada prestó juramento como nuevo diputado Julius Malema, líder de la organización de izquierda radical Combatientes por la Libertad Económica (EFF), la cual ganó 25 escaños parlamentarios a tenor de un seis por ciento de votos en las recientes elecciones.
Más del 60 por ciento de los actuales legisladores vienen de la anterior Asamblea porque fueron ratificados por los votantes en las urnas durante los comicios generales del 7 de mayo.
Varios parlamentarios tomaron afirmación solemne por quinta vez, después de haber servido en cada instancia constituyente de Sudáfrica tras la derrota del apartheid en 1994, entre ellos Pallo Jordan, del ANC, y el líder de Inkatha Freedom Party, Mangosuthu Buthelezi.
Antes de la confirmación de Zuma, delegados del partido DA trataron de objetar el procedimiento sobre la base de la regla 8.0 y alegaron que el mandatario no era idóneo para el puesto porque su conducta estaba en conflicto con la Constitución.
La ministra del Interior Naledi Pandor replicó que ese planteamiento de Alianza Democrática era improcedente y frívolo ya que, constitucionalmente, cualquier miembro de la ANS puede ser elegido Presidente.
En las votaciones nacionales de hace dos semanas el ANC ganó el 62,15 del respaldo popular, mantuvo la mayoría parlamentaria y triunfó en ocho de las nueve provincias del país austral.
