La operación anticorrupción pone un acento especial en la gestión de exportaciones petroleras de dos organismos del Estado: PDVSA y la Superintendencia de Criptoactivos, Sunacrip
Ricardo Arenales
Refiriéndose al reciente escándalo debido al manejo fraudulento de recursos alrededor de la estatal petrolera PDVSA y de otras instituciones oficiales, que involucra no solo a funcionarios de alto rango del gobierno bolivariano, sino a miembros del gobernante PSUV y a jueces de la República, el presidente Nicolás Maduro admitió que el flagelo de la corrupción tiene un comportamiento estructural, vinculado con las prácticas del capitalismo, de la cual la Revolución Bolivariana se presentó como una alternativa, lo que debe seguir siendo así.
Sin embargo, precisó el mandatario, el hecho de que la corrupción entronizada en el aparato estatal hunda sus raíces en gobiernos anteriores, no es excusa para que se sigan tolerando hechos semejantes, y prometió llegar hasta la raíz del problema y sancionar a los responsables, cualquiera sea su rango, su categoría o su influencia. “Tener afinidad con el chavismo no es sinónimo de tener inmunidad ante los hechos de corrupción” sentenció categórico el mandatario.
“Nuestra revolución nació como una alternativa a la descomposición moral colectiva, hemos sido y tenemos que seguir siendo una alternativa ética, moral y política frente a las mafias”, remarcó Maduro en una reunión con la plana mayor de PSUV y afirmó que todo aquel que pretenda ser dirigente de su Gobierno debe estar asociado a una “profunda honestidad en el manejo de los recursos públicos”.
Larga investigación
En una alocución en cadena por radio y televisión, Nicolás Maduro reveló detalles de la investigación que horas antes había salido a flote sobre corrupción en PDVSA y otras instancias gubernamentales. “Es una investigación que ha llevado semanas y que muy personalmente he llevado adelante con la colaboración de la Fiscalía General de la República y de todos sus órganos, con la presencia del alto mando político de la Revolución (Gobierno), de forma activa y unida” dijo el presidente.
A Maduro lo acompañaron en su intervención una veintena de funcionarios de alto nivel, que mostraron caras largas ante el panorama mostrado, que sacudió la vida política venezolana. Entre los acompañantes estaba el diputado y exministro Hugber Roa, de la dirección nacional del PSUV, que apenas unos minutos después del discurso presidencial fue capturado por los servicios policiales, como uno de los responsables del desfalco a las arcas del Estado.
Pero esta no fue la única novedad. Como ya lo registraron la mayoría de los medios, lo más destacado fue la renuncia del ministro de Petróleos, y vicepresidente sectorial de Economía, Tareck El Aissami y la captura del jefe de la Superintendencia de Criptoactivos, Joselit Ramírez, el funcionario de más alto rango detenido hasta la semana pasada.
Combatir los antivalores
A través de la red social Twitter, El Aissami manifestó que también se coloca a disposición de la dirección del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), “para apoyar la cruzada que ha emprendido el presidente Nicolás Maduro contra los antivalores que estamos obligados a combatir, hasta con nuestras vidas”, dijo.
Los cuerpos de seguridad del Estado venezolano, han emprendido una histórica labor para demostrar los actos de corrupción que se vinculan con el tráfico de sentencias y beneficios en el Poder Judicial, y con el mal manejo de recursos de Petróleos de Venezuela S.A. que han generado pérdidas al país.
Entre lo revelado hasta ahora, se estima que hay pérdidas por más de tres millones de dólares, producto de la venta de 120 millones de barriles de petróleo, en una especie de exportación paralela de crudo, un acto a todas luces criminal, en medio de las enormes dificultades por las que atraviesa la economía venezolana, agravadas además por el número de sanciones económicas, financieras, comerciales y diplomáticas impuestas por Estados Unidos, que no renuncia desestabilizar el gobierno bolivariano de Nicolás Maduro.
Gestión petrolera
Entre los detenidos hay empresarios sospechosos de legitimar capitales, jueces acusados de sacar presos a cambio de sobornos, y hasta un alcalde oficialista, señalado de mantener vínculos con el crimen organizado.
La operación anticorrupción en proceso tiene un acento especial en la gestión de exportaciones petroleras de dos organismos del Estado: PDVSA y la Superintendencia de Criptoactivos, Sunacrip.
Desde los meses de octubre y noviembre del año pasado, el presidente Maduro ha estado dirigiendo personalmente investigaciones para detectar y desmantelar grupos de corrupción incrustados en los aparatos económico, judicial y político de Venezuela.
En el operativo participan la Policía Nacional Anticorrupción y el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional, Sebin, los cuales cuentan con el apoyo del Ministerio Público y la Contraloría General de la República. Se trata de un primer avance, que estará seguido de otras acciones, hasta llegar a “la raíz misma para desmembrar todas estas mafias que hemos descubierto con las manos en la masa”, precisó el presidente.