El presidente obrero y chavista Nicolás Maduro visitó la tumba de Antonio Gramsci, ubicada en el Cementerio Acatólico de Roma (Italia). Durante el acto, el jefe de Estado reflexionó sobre la vida de Gramsci, y lo que significó para el comandante supremo Hugo Chávez como ejemplo de lucha revolucionaria.
Acompañaron al presidente Maduro, el vicepresidente Elías Jaua, el mayor general Jacinto Pérez Arcay y el ministro del Poder Popular para la Energía, Rafael Ramírez, entre otros representantes del Ejecutivo Nacional.
Para explicar el nacimiento de la revolución bolivariana y el socialismo del siglo XXI, el comandante Hugo Chávez se refería a Gramsci como el “gran pensador revolucionario” e invitaba a leer sus teorías para entender el momento histórico que Venezuela lleva adelante: “La Patria está pariendo el modelo socialista, y lo que tiene que morir, que es el capitalismo, se niega a morir. Estamos en el epicentro de la crisis histórica, hasta que no muera la IV República y nazca plenamente la V, la República Socialista, Bolivariana de Venezuela”, comentó en el año 2007 el gigante latinoamericano ante miles de venezolanos.
El canciller Elías Jaua, reflexivo y anecdótico, relató un encuentro con el comandante Chávez en el año 96, explicó que a partir del estudio y lectura de Grasmci, “el Líder de nuestra revolución propone la creación del Polo Patriótico.
Conozca a Gramsci
Nació el 22 de enero de 1891 de una familia humilde de Ales, en la isla de Cerdeña, una región de Italia tradicionalmente ignorada por el gobierno. Fue el cuarto de siete hijos de Francesco Gramsci, quien tenía dificultades financieras y problemas con la Policía, llegó a estar en la cárcel y tuvo que andar de pueblo en pueblo por todo Cerdeña hasta que se estableció con su familia en Ghilarza.
Gramsci era un estudiante brillante, y ganó un premio que le permitió estudiar en la Universidad de Turín (1911-1919), donde se familiarizó con la literatura. En aquel entonces Turín estaba en proceso de industrialización y las fábricas de Fiat y Lancia estaban reclutando obreros de las regiones más pobres. Los sindicatos ya estaban establecidos y se estaban dando los primeros conflictos sociales. Gramsci estuvo muy involucrado en estos eventos, frecuentaba círculos socialistas y se asociaba con emigrados de Cerdeña, lo que le permitió seguir ligado a su cultura nativa.
Sus dificultades familiares en Cerdeña ya le habían formado su visión del mundo, que se refrendó con sus experiencias en Turín. Por extensos trabajos físicos en su juventud quedó jorobado.
Ingresó en 1914 el Partido Socialista Italiano (PSI), y rápidamente adquirió fama por sus escritos políticos y periodísticos en periódicos izquierdistas como L’Avanti (órgano oficial del Partido Socialista).
Fundó junto a Angelo Tasca, Palmiro Togliatti y Umberto Terracini el diario L’Ordine Nuovo (reseña semanal de cultura socialista) en 1919 y colaboró en la revista La Città Futura. Participa en el movimiento de los consejos de fábrica de Turín (1919-1920).
Este grupo, junto con disidentes del PSI encabezados por Amadeo Bordiga, forma la base el Partido Comunista Italiano (PCI) el 21 de enero de 1921. Gramsci se convirtió en líder del partido desde su creación, aunque por detrás de Bordiga hasta que éste perdió la dirección en 1924. Las tesis de Gramsci fueron adoptadas por el PCI en su Congreso de Lyons de 1926.
En 1922 Gramsci representó al PCI en una reunión de la Comintern en la Unión Soviética, donde conoció a su esposa Giulia Schucht, una joven violinista con quien Gramsci tendría dos hijos.
Su misión en la Unión Soviética coincidió con el ascenso del fascismo en Italia, y Gramsci regresó con instrucciones para unir a los partidos de izquierda contra el fascismo. Tal frente tendría idealmente al PCI en el centro.
Gramsci es electo diputado por Venecia en 1924 y lanza el periódico L’Unita (órgano oficial del PCI) desde Roma.
El 8 de noviembre 1926 fue detenido y encarcelado por orden de Mussolini a pesar de gozar de inmunidad parlamentaria y fue llevado a la famosa prisión de Roma Regina Coeli. De inmediato fue sentenciado a cinco años de confinamiento (en la isla remota de Ustica). Al año siguiente fue condenado a 20 años de cárcel. Su condición física comenzó a deteriorarse y en 1932 la Unión Soviética trató de intercambiarlo por otros prisioneros con el gobierno fascista, pero las negociaciones fallaron. En 1934 le fue concedida la libertad condicional por su mala salud, tras haber visitado los hospitales de Civitavecchia, Formia y Roma.
Murió en Roma el 27 de abril de 1937, a los 46 años de edad. Está enterrado en el llamado Cementerio Protestante de Roma.
En prisión escribió 30 libretas de historia y análisis conocidos como Los cuadernos de la cárcel (Quaderni del carcere), que incluyen su recuento de la historia italiana y el nacionalismo, así como ideas sobre teoría marxista, teoría educativa y de crítica.