Diana Carolina Alfonso
Para entender la corresponsabilidad regional entre los proyectos políticos encabezados por Andrés Manuel López Obrador, AMLO, en México, y Gustavo Petro, en Colombia, se deben analizar las alianzas de largo plazo y los retos de la coyuntura electoral que indican un posible triunfo de Claudia Sheinbaum, designada a la carrera presidencial por el partido de gobierno.
Sin embargo, el debate presidencial del pasado 7 de abril dejó un sinsabor creciente en lo referido al ámbito migratorio. Tanto más, cuando el Partido Republicano de los Estados Unidos amenaza con recrudecer las políticas antimigratorias al norte del Río Bravo.
Por otra parte, según comunicado de prensa de la Presidencia, en el primer contacto entre AMLO y Gustavo Petro: “ambos coincidieron en trabajar juntos para buscar una integración en todo el continente, que incluya a Estados Unidos y Canadá, y conformar una región que se complemente entre sí con recursos naturales, fuerza de trabajo, tecnología, mercados, y al mismo tiempo mantenga el respeto a las soberanías”.
Desde entonces, la correlación de fuerzas con el norte ha implicado la reelaboración de la política antidrogas y un debate público sobre las estrategias de movilidad humana.
En septiembre de 2023, se realizó la Conferencia Latinoamericana y del Caribe sobre drogas, que marcó un cambio de paradigma respecto a la estrategia punitiva impulsada por Estados Unidos, cuyas consecuencias han sido más que devastadoras, sin que la producción y circulación de los estupefacientes, y la ampliación de las redes del crimen organizado, hayan mitigado su impacto sobre las poblaciones.
Este año, la irrupción de la ultraderecha en el escenario continental ha reforzado los diálogos y acciones solidarias entre los dos gobiernos. AMLO se mostró firme ante los agravios de Milei contra Petro, y este último no dudó en exigir la ruptura de relaciones con Ecuador tras el asedio a la Embajada mexicana en Quito.
Con todo, el peor de los retos siempre ha estado al norte. Este año se hizo viral la transmisión de la actriz Constanza Camelo denunciando que un avión proveniente de Colombia había sido devuelto desde el aeropuerto internacional Benito Juárez, sin mediar explicación alguna.
Como respuesta, el embajador Álvaro Moisés Ninco se reunió con la Secretaría de Relaciones Exterior de México para llegar a un acuerdo y reducir las inadmisiones que este año llegaron a 8.100. La cerrazón de la política migratoria mexicana responde a las demandas del gobierno de Biden, quien hace un par de semanas, en una entrevista a Univisión, dijo estar conforme con el presidente mexicano pues “cumple su palabra”.
Mientras tanto, crecen las quejas por el pésimo trato de los colombianos por parte de las autoridades migratorias, sin que existan respuestas contundentes desde el gobierno de MORENA. De hecho, en el último debate presidencial Sheinbaum esquivó la pregunta sobre la crisis migratoria, afirmando escuetamente que, para afrontarla, primero debía atacarse las causas que la generaban, sin explayarse sobre las políticas públicas vigentes al respecto.
