La comisión de eurodiputados entendió que el conflicto en Colombia va mucho más de un enfrentamiento entre Estado y guerrillas.
Renata Cabrales
Eurodiputados de la izquierda de Francia, Alemania y España, países cercanos al proceso de paz en La Habana, hacen presencia en Colombia, y uno de los objetivos es analizar la situación de las mujeres dentro del conflicto armado. Marina Albiol, de Izquierda Unida, miembro del Partido Comunista de España, y diputada en el Parlamento Europeo, luego de escuchar los testimonios e informes sobre la violación de derechos humanos a las mujeres colombianas en medio del conflicto, proclama que en todos los conflictos armados de la historia se ha invisibilizado a las mujeres y que la violencia contra estas en Colombia es mucho más dramática.
Enfatiza en el hecho de que, para que haya verdad y reparación, no se pueden diluir responsabilidades entre los actores armados, y afirma: “En Europa nos hacían ver que todos los actores han ejercido esa violencia sexual contra las mujeres y esa es la mejor forma de que no haya responsables, ni verdad ni justicia ni reparación, pues se diluyen las responsabilidades. Por eso es importante que sepamos desde Europa que eso no ha sido exactamente así”.
La eurodiputada menciona el comunicado de la representante especial del secretario general para la Violencia Sexual en Conflictos, Zainab Hawa Bangura, que destaca “cómo desde las FARC hay un rol de las mujeres y es tolerancia cero con la violencia sexual. No se puede decir lo mismo del ejército o los paramilitares. Por eso hay que situar la máxima responsabilidad donde está y sin duda está en un Estado que ha propiciado esa impunidad en los crímenes de violencia sexual contra las mujeres. Y no solo en el marco del conflicto armado sino en general, porque eso significa que están fallando los mecanismos estatales para que las mujeres puedan denunciar”.
Un conflicto social y armado
Albiol saluda la Subcomisión de Género de La Habana porque es importante abordar el proceso con visión de género desde el Estado para que las mujeres puedan denunciar cuando sea necesario, pues “en todos los ámbitos, tanto si hablamos de acceso a la tierra como de reparación de víctimas o participación en los espacios políticos, se parte de una situación de desigualdad previa y por tanto la guerra ha afectado a las mujeres de manera diferencial”.
En su visita, la comisión de eurodiputados entendió que el conflicto en Colombia va mucho más allá de un enfrentamiento entre Estado y guerrillas, ya que, como lo testimonia la delegada:
“En la visita a Buenaventura, acompañada de Justicia y Paz, pudimos entender cómo el conflicto en Colombia va mucho más allá del enfrentamiento guerrilla-Estado, guerrilla-Ejército que nos venden en Europa, pues allá nos cuentan que el problema es que hay una guerrilla y un enfrentamiento con esta por parte del Ejército, pero la visita de ayer nos hizo entender que detrás de la violencia hay, muchas veces, proyectos económicos de grandes infraestructuras que implican minas y narcotráfico”.
“Y eso produce desplazamientos de las personas, y no solo rurales, también dentro de las propias ciudades. En Buenaventura nos contaban que harán un proyecto de un malecón y unos hoteles. Entonces las personas que están viviendo en esa zona son obstáculo para ese proyecto, por lo tanto los desplazan a otros lugares, evidentemente actúan paramilitares en esas zonas, mientras el gobierno dice en Europa que estos ya no actúan”.
Así mismo, se enteró la comisión de cómo las mujeres padecen desplazamientos debido a esos proyectos económicos y de cómo en una zona de desplazadas cinco niñas fueron violadas, lo cual, de manera evidente, es producto del conflicto. Se enteraron también que hay más violencia de género intrafamiliar, “porque al final, el conflicto lo impregna todo. Nos han contado de las altas tasas de violencia sexual intrafamiliar y los altos índices de embarazos adolescentes, de cómo el desempleo de las mujeres es el doble que el de los hombres y la brecha salarial que existe”, advierte Marina Albiol.
Por la paz, contra el capitalismo y el patriarcado
Pero si bien es cierto que el conflicto lo impregna todo, también es cierto que hay algunas cosas no tan relacionadas con este, como lo es la brecha salarial y la violencia dentro de las propias familias. Es por eso que la invitada hace una reflexión y concluye que la lucha es contra el capitalismo y también contra el patriarcado:
“La lucha de las mujeres siempre se tiene que dar en tres ejes. Por una parte, la paz, pero también contra el capitalismo y contra el patriarcado, y al final tiene que ser conjunta, porque si bien es cierto que es el capitalismo el que hace que las empresas transnacionales vengan aquí a extraer y a expoliar los recursos naturales, es la guerra la que permite que sean los paramilitares quienes desplacen a las comunidades que allí viven para que las empresas puedan hacer negocio”.
“Es el patriarcado el que hace que sean las mujeres las que más se desplazan y que esas mujeres sufran violencia sexual. Al final hay una correlación directa entre la extracción ilegal de recursos, la actividad militar, el paramilitarismo y la violencia contra las mujeres. Todo va unido y, por tanto, la lucha tiene que ser una: por la paz, contra el capitalismo y contra el patriarcado, y que todo va de la mano”.
La paz es imprescindible en estos momentos, pero no es suficiente con que cese el conflicto armado porque habrá que dar muchos pasos más, pues el conflicto tiene esas raíces políticas, económicas, sociales y culturales y, así mismo, el patriarcado. Después de los acuerdos de paz serán necesarias otras luchas y en ese sentido, la comisión de eurodiputados está de acuerdo en llevar a Europa la visión de que en Colombia la cuestión no es solo de delincuencia o supuesto terrorismo de grupos guerrilleros, como pretende hacer ver la ultraderecha, sino que es una cuestión del propio sistema político económico.
Las mujeres en Europa en condiciones desiguales
En Europa, según la diputada, desde la izquierda se ha estado combatiendo ese tipo de desigualdades con las candidaturas de Unidad Popular y de unidad de la izquierda, y los resultados han sido dos alcaldías de mujeres en Madrid y Barcelona, respectivamente, y dice: “Tiene que haber garantías para que las mujeres participen en comisiones de seguridad, en puestos de política pública, también involucrarnos en los movimientos sociales, porque son esos movimientos donde la gente de la calle y las mujeres se implican en política y eso permite que haya cambios en el sistema. No solo se trata de mujeres en el senado, en los parlamentos, en el congreso. Es bueno que sean también mujeres luchadoras por la justicia social”.
Para despedirse, Albiol advierte: “La lucha es la misma con todas las mujeres de izquierda. Nos súmanos a ese llamado que hacen al cese bilateral al fuego, al desescalamiento del paramilitarismo, a las garantías de participación política para que no se repita la tragedia de la Unión Patriótica y desde el Parlamento Europeo denunciaremos los Tratados de Libre Comercio que forman parte del conflicto; la violación de los derechos humanos, persecución a sindicalistas y a líderes de colectivos LGTBI, a campesinos, afrodescendientes, mujeres y prisioneros y prisioneras políticas. En definitiva, nos sumamos a todas esas reivindicaciones”.