jueves, marzo 28, 2024
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Ernesto Guevara de la Serna, Che, el guerrillero heroico

“El hombre nuevo” es él, porque siempre estuvo dispuesto a sacrificar su vida, para lograr la liberación humana, la conquista de un mundo que edifique las bases orientadas a la abolición de todo sometimiento explotador, vale decir, la instalación del socialismo en la tierra.

El Che Guevara de la Serna.

Hernán Ortiz Rivas

Es difícil encontrar en América, caribeña y latina, un personaje que supere la importancia y popularidad del Che Guevara, porque su imagen bella y combativa siempre está presente, en ciudades, campos, veredas, caminos, casas, oficinas, muros, universidades, pinturas, camisetas; en fin, en toda la tierra, el cielo, el mar, desde la Patagonia hasta la frontera de México con los Estados Unidos del Norte.

El Guerrillero Heroico circula sin cesar por aires, aguas, tierras, floras, faunas de nuestras patrias, proclamando la liberación de sus pueblos, comunidades, grupos, clases, mediante las luchas revolucionarias contra los sectores dominantes y los imperialismos. Según Guevara, el marxismo-leninismo es el poderoso instrumento teórico-práctico de esas luchas, como guía para la acción, cuyo núcleo procede del individuo, la persona, las clases explotadas, con gran contenido humanista, como filosofía de la praxis, creadora de un nuevo ser humano.

Ese humanismo predicado por el Che Guevara no se queda en palabras, en escritos de hermosa literatura. Se mueve en la lucha popular con las armas y las letras, la acción colectiva de las masas, que no olvidan al individuo, en medio del internacionalismo proletario y campesino. El Che Guevara recuerda que el verdadero marxismo es unidad de teoría y práctica, sustentado en la lucha de clases, teniendo en cuenta la sociedad civil y la política, centradas en la persona humana.

Obra del doctor

La vida y la obra del doctor Ernesto Guevara de la Serna, a pesar de su brevedad, siempre fueron muy ejemplares en todos los momentos de su preciosa existencia, desde su primer viaje en bicicleta por caminos de su patria, luego en moto por tierras de América Latina, en sus combates en Cuba, luego en diferentes cargos oficiales al servicio de la revolución triunfante de la Isla, las luchas en África y su asesinato en suelo boliviano. El Che Guevara, en todas las situaciones de su vida, ocupó los primeros lugares políticos, sociales, militares, gubernativos, familiares, como hijo, estudiante, viajero, médico, poeta, escritor, diplomático, orador, funcionario, padre de familia, cónyuge, amante.

Marxismo

¿Cómo llegó el Che Guevara al marxismo? ¿Cómo enriqueció el pensamiento marxista? Las respuestas a estos interrogantes tienen variadas contestaciones, que van desde su infatigable estudio de las obras de Marx, Engels, Lenin y muchos autores que siguen sus huellas, su instrucción universitaria, los viajes por distintas tierras, que le permitieron tener un conocimiento directo sobre las desigualdades humanas, sus luchas revolucionarias en varias partes del mundo, el vínculo con la Revolución Cubana, sus últimos combates en el Congo y Bolivia.

Toda su vida eterna y su muerte pasajera se ligaron para enarbolar las banderas del marxismo clásico y la del creado por él, en medio de los libros y las armas. El Che Guevara es una figura universal que recorre sin descansar las páginas de la historia, su muerte fue de naturaleza corporal, sus ideas nunca han muerto. A veces estuvo endurecido, sin perder la ternura. Se ubicó en el más alto escalón de la especie humana; ser revolucionario, reformador social, como guerrillero.

El marxismo del Che Guevara debe entenderse como una amalgama paradigmática de humanismo y acción militar, fraguada al calor de las armas y las letras, las ideas y los fusiles, amalgama comandada por el inmortal Quijote de la Mancha, que tanto amó el doctor Ernesto Guevara de la Serna. Para el Che Guevara, los problemas de la humanidad son sus propios problemas, la muerte de un revolucionario es su propia muerte, su verdadera felicidad era ver en la Tierra flotando la bandera de la libertad, en cualquier parte del mundo.

“El hombre nuevo”, expresión del Che Guevara, es él, porque siempre estuvo dispuesto a sacrificar su vida, para lograr la liberación humana, la conquista de un mundo que edifique las bases orientadas a la abolición de todo sometimiento explotador, vale decir, la instalación del socialismo en la tierra. El marxismo del Che Guevara no sólo sirve para interpretar el mundo, sino para transformarlo, mediante la revolución.

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