La evolución del pensamiento de Marx en la segunda mitad de los años 40 del siglo XIX
José Ramón Llanos H.
Para comprender el tránsito de Marx desde posiciones prematerialistas hacia la concepción materialista es necesario analizar su desarrollo ideológico desde la Crítica de la filosofía del derecho, de Hegel, hasta finales de los años 40 del siglo XIX.
En estos últimos, Marx hace el tránsito de los estudios filosóficos a los estudios económicos, antes había escrito la Crítica de la filosofía del derecho de Hegel.
En los Manuscritos sugiere la importancia de estudiar la economía en lugar de seguir profundizando en los estudios filosóficos como afirma Adolfo Sánchez Vásquez, en su libro El joven Marx, los Manuscritos de 1844: “Dentro de este proceso teórico-práctico los Manuscritos marcan un hito fundamental: el paso de la filosofía a la economía, pero sin abandonar la primera y, por el contrario, sirviéndose de ella ─como habremos de ver─ para dar respuesta a cuestiones que la economía burguesa como ciencia no se plantea o no puede resolver”.
Cabe precisar, sin embargo, que en esa época Marx reflexionaba sobre el concepto de soberanía popular como base del Estado, con lo cual se alejaba de la concepción del Estado de Hegel.
El concepto socialista
Hay que tener en cuenta que ya en Europa, aunque en círculos muy cerrados, ya se hablaba de ‘socialismo’. En efecto, Paul Kägi, en su libro Genesis del materialismo histórico, considera que desde 1833 en Inglaterra circulaba la palabra ‘socialista’, mientras Marx Beer considera que desde 1820 el hijo de Robert Owen ya hablaba de ‘socialismo’. Rodolfo Mondolfo considera que la palabra ‘socialismo’ fue creada por Robert Owen, cuestión validada por el Diccionario Elster de economía política.
Sin embargo, Francia Pierre Leroux considera que, por primera vez, este vocablo lo utilizó en 1846 en su obra D’ une religión nationale ou du culte (De una religión nacional o del culto), oponiéndola al vocablo individualismo. Alegaba que a partir de 1846, la palabra matizaba su significado porque se ocupaba para designar a los intelectuales que hablaban de filosofía moral y filosofía política y, por eso, se usaba para designar como socialista a los partidarios de cualquier teoría reformista.
En cambio, respecto a la palabra ‘comunista’ no hay dudas, esta fue utilizada por primera vez por Etienne Cabet quien publicó en 1840 un libro titulado Como yo soy comunista y mi credo comunista.
Marx en 1842 utilizaba la palabra ‘comunismo’ para referirse a revolucionarios franceses como Leroux, Considerant y Proudhon. Así, encontramos en su carta en Los Anuarios Germanes Franceses de septiembre de 1843 que se refiere al “Comunismo realmente existente como lo enseñan Cabet, Dezamy, Weitling y otros”.
Cuando Marx negaba la conveniencia del comunismo
Inicialmente, Marx utiliza la palabra ‘comunista’ para negar ser tal y no defender esa doctrina, como lo acusaba uno de los periódicos publicado en Augsburgo en que sostenía que “El diario del Rin era filocomunista y él [Marx] afirma que no podía reconocer las ideas comunistas en su forma de actuar, ni siquiera una realidad teórica, o sea, que aún menos podía desear su realización práctica o tan solo considerarla posible”.
El encuentro de Marx y Engels
Un hecho fundamental para el desarrollo y enriquecimiento del pensamiento político marxista es el encuentro de Marx y Engels. Todos los analistas del marxismo leninismo valoran altamente este encuentro como definitivo en la fundamentación de esta ideología política y en su contenido transformador, revolucionario. Al respecto, Pail Kägi hace la valoración de esa amistad:
“Es para Marx el acontecimiento más importe de esta época. Pues con él empieza una amistad y, al mismo tiempo, una comunidad de trabajo y de lucha que durará toda su vida. Para nuestro tema, este encuentro es importante solo en la medida que tuvo una influencia sobre la evolución ideológica o política de Carlos Marx…”.
No solo los historiadores del marxismo valoraron altamente esta amistad, sino que Engels mismo en la primera carta que dirige a Marx afirmó: “Que te vaya bien querido Karl y escribe pronto. No me he vuelto a sentir tan alegre y humano desde los diez días que pasé contigo”.
La Sagrada Familia
La Sagrada Familia obra escrita conjuntamente entre Marx y Engels, aunque aparece en 1845, realmente fue culminada en septiembre 1844, el prólogo, firmado por Marx y Engels, lleva esta fecha. Por primera vez, Marx y Engels dan una denominación a sus propuestas político-económicas, las nombran Humanismo Real. Aquí encontramos una crítica profunda de las propuestas teóricas de Bruno Bauer que ellos llaman Crítica de la crítica crítica, texto en el cual Marx denomina a Bauer y sus hermanos: ‘La sagrada familia de Charlotteemburgo’, como ya es sabido el título final de este libro es “La sagrada familia”. Llama la atención este título, parece que lo puso Marx o el editor lo cual sorprendió a Engels.
El origen de las ideas comunistas
En esta obra, por primera vez, Marx considera que la concepción comunista surge del proceso revolucionario de Francia y considera que se debe cualificar aún más para darle respuesta a la sobre explotación capitalista, pero que requiere ser reformulada para identificar “La idea de la nueva situación mundial, es decir, la idea que introduce todo un nuevo período de la Historia Universal”, según análisis de Paul Kägi, en su libro La génesis del materialismo histórico.
Según Kägi, Marx en esa obra critica a Bruno Bauer quien subvalora la Revolución Francesa porque “no habrían conducido hasta el estado de cosas que querían erigir”. Marx, en cambio, califica esa revolución como una transformación radical de connotación histórica y califica positivamente el período de 1789 a 1793 y destaca especialmente a la Conspiración de Babeuf. El Moro considera que las propuestas comunistas surgen de la Revolución Francesa.
Este es el contenido filosófico económico del marxismo a finales de la década del 40 en el siglo XIX.