“Escribo como catarsis, diciéndole al mundo lo que siento, sacando del pecho mis querencias y tristezas, signos vitales, testimonios profundos de mi ser”, frase del poeta
Zabier Hernández Buelvas
El sueño del Cangrejo. las piedras guardan mis secretos, es un poemario salido de las entradas del mar Caribe, contando las vivencias, visuales y ocultas del poeta, dividido en dos partes, Primer Cardumen y Segundo Cardumen, que significa en el lenguaje del pescador, mientras una manada de peces, corren al abrazo del agua.
La primera parte posee una notable carga de erotismo sutil y la segunda más existencial, influida por la finitud de la vida, los miedos ante lo inevitable y los estragos causados por el COVID 19. Un libro con una marcada inclinación al acertijo.
El estilo del poeta nos permite concluir sobre la influencia en las maneras, retóricas y estéticas, de los poetas José Antonio Ramos Sucre, Meira del Mar y Juan José Arreola. Es prosa poética, con la que labora el escritor para transmitirnos sus sentimientos.
El sueño del cangrejo es la memoria de un viaje que aun no termina. Gonzalo, es un poeta que se mueve con el tiempo, las piedras toman formas miles en sus prosa poética, su andar sin destino, pero con claro objetivo estético y político lo ha llevado y lo ha regresado a su caribe, a sus mares y montañas.
Su vida
Gonzalo Insignares Cabas Cronopio. sutilmente, como un delicado tallador, ha ido consolidando su presencia poética y literaria y su obra. de mar en mar, de isla en isla y del caribe inmenso hasta las inexpugnables cordilleras de los andes
Nació. Barranquilla 1956. Bachiller del colegio Barranquilla de varones, Codeba. Vive entre Isla Margarita Venezuela, Barranquilla y Bogotá. Creador del taller Diversión Lectora. Miembro de la Asociación de escritores del estado Nueva Esparta, isla de Margarita. Pertenece al grupo Poesía Marinera. Integra la escuela Nacional Juan Calzadilla en condición de facilitador.
Poemas del sueño del Cangrejo
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Braille
Quiero leer tus labios con mis labios. Recorrer la humedad de los caminos telúricos que le hablan al mundo. Viajar al nicho del rio donde tu reloj de arena marca los gemidos del tiempo
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Vitral
No es mía la tierra donde Nací. No soy dueño del barro donde he amasado mis creaciones; soy yo quien pertenece a las arenas calidad o frías por donde camino. Inmenso vitral es mi vida, con variados tonos, destellos, rostros, risas, lágrimas, reclamos y besos. Invisibles artesanas, portadoras de las sorpresas, han desperdigado en mis andares, hijos, hermanos de sangre, compañeros de viaje, afectos y abrazos. Mi vitral, poliamor, crisol, vivencias y luces…
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Inevitable
A mí siempre amada almeja.
Enquistarle a la vida, aferrarse con cuerpo y alma al tiempo, estar dentro de sí, negándose a socializar, canjear la luz por el derecho a sobrevivir, aceptar cambiar de color y de rostro, para continuar como el actor en el nido de las arenas. Al final, impensable traición, tus vecinas, diminutas piedras del mar, te delataran entregándote a las fauces del apetito desbocado
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Mi escudera
La poesía es mi escudera, para capotear temporales, y palabra susurrante que abre pétalos olorosos y palpitantes…
