En la mañana del viernes 8 de abril se adelantó la prueba testimonial en la demanda interpuesta por Luz Ángela López, quien aduce que fue despedida injustamente de la empresa y hace parte del grupo de nueve que no fueron reintegrados.
Ante el juzgado tercero laboral del circuito de Manizales se tuvo la prueba testimonial en un proceso que se adelanta en contra de la Industria Licorera de Caldas (ILC) por el caso del despido de 18 trabajadores de la planta de producción ocurrido en el año 2013, durante la gerencia de Miguel Trujillo. Aunque posteriormente fueron reintegrados nueve, el resto quedó por fuera laboralmente.
En la mañana del viernes 8 de abril se adelantó la prueba testimonial en la demanda interpuesta por Luz Ángela López, quien aduce que fue despedida injustamente de la empresa y hace parte del grupo de los nueve que no fueron reintegrados. López, quien llevaba trabajando para la licorera desde el año 2008, tenía contrato a termino indefinido y fue vinculada como trabajadora oficial.
La demandante de profesión bacterióloga, se dedicaba al análisis microbiológico en la planta de destilación cuando estaba en funcionamiento, pero también hacía el control de insumos en el área de producción.
Dentro del proceso judicial pasó como testigo la presidente de uno de los sindicatos de la ILC, Nancy Helena Moreno Osorio, quien explicó que con el despido de los funcionarios se vio afectada la producción de la empresa y luego de unas reuniones con los sindicatos se logró vincular a nueve de los inicialmente despedidos. Afirmó que el gerente para la época, Miguel Trujillo, ni supo a qué empleados fue los que despidió, solo dio la orden de que se desvincularan.
En cuanto al caso particular de la demandante, la testigo explicó que, si bien existe una clausula en la empresa donde se acepta el despido sin justa causa, previa indemnización, no aplica para quienes ostenten situaciones especiales, que para el caso en mención se trata de una madre cabeza de familia, quien por su condición de viuda tiene a su cargo tres hijos, uno de ellos en condición de discapacidad, y para la época del despido tenía otro hijo privado de la libertad y uno más en la universidad.
Agregó la testigo que nunca se tuvo un estudio técnico por parte de la gerencia de la época que evidenciara o justificara el despido de los trabajadores.
Luego de surtida esta prueba testimonial, la juez tercera laboral del circuito de Manizales entrará a tomar la decisión en este caso de la señora Luz Ángela, pero hay que advertir que los ocho restantes también demandaron a la Industria Licorera de Caldas.
