Se presentó último libro del filósofo y catedrático colombiano
Cronicón.net
Un detenido y concluyente análisis sobre la función de la universidad en la transformación de la sociedad, así como su rol de generar pensamiento crítico para posibilitar mejores condiciones democráticas y con ellas lograr la necesaria emancipación, constituye el nuevo libro del filósofo y catedrático universitario colombiano, Sergio de Zubiría Samper.
Universidad, cultura y emancipación en América Latina, (Ediciones Izquierda Viva – Fundación Walter Benjamin, abril 2013) es el título de este trabajo bibliográfico que fue presentado en la reciente Feria Internacional del Libro de Bogotá.
La reflexión del profesor De Zubiría apunta a contribuir en el proceso de concreción de una teoría crítica para las actuales circunstancias sociopolíticas y culturales de América Latina.
Para este filósofo colombiano, “la ‘misión social’ de la universidad contemporánea en América Latina y el Caribe ha quedado desdibujada, invisibilizada o reprimida por dos vías. La primera, el otorgamiento, consciente o inconsciente de una mayor prioridad a otras misiones. Por ejemplo, destacar la función ‘profesionalizante’, ‘academicista’, laboral o de ascenso social de las instituciones universitarias, desvalorizando su sentido social. La segunda, la tendencia neoliberal de poner la educación al servicio de otros poderes u otros campos de políticas públicas. Por ejemplo, supeditar la educación a criterios de la política comercial, fiscal, monetaria o financiera”.
En su análisis, de Zubiría se detiene a examinar las limitaciones en la visión tanto de nación como de país. En el caso colombiano cita los trabajos de Martha C. Herrera y Carlos J. Díaz, para advertir la fuerte presencia del aparato político de la Iglesia católica “en la construcción del Estado nacional, el predominio de un proyecto de Nación completamente hegemonizante y temeroso frente a las diversidades, las permanentes pugnas partidistas (liberal/conservadoras) por el control del Estado”, todo lo cual ha creado “una especie de subcultura política de la exclusión y la generación de adhesiones dogmáticas, no en torno al estado-Nación, sino a uno de esos partidos”.
“Las representaciones que las élites cultivan sobre el pueblo y lo popular, están cargadas de pesimismo sobre su papel modernizador; además están atravesadas por connotaciones y rasgos clasistas”.
En esta “hora americana”, agrega el autor, el futuro de Latinoamérica “depende de una reflexión aguda y crítica sobre las relaciones Universidad-Sociedad. Recuperando el sentido profundo de la función emancipatoria y crítica de la universidad latinoamericana”.
Más democracia implica menos capitalismo
De Zubiría trata también en este libro las diversas aristas del debate sobre lo que denomina “la democracia en las izquierdas latinoamericanas”.
Prefiere hablar de “izquierdas” en plural “para evitar aquella polémica poco fértil, sobre si se trata de una completamente ‘nueva o vieja’ o si existen solo dos o tres izquierdas”.
Frente al actual contexto latinoamericano, el filósofo y catedrático expresa que “el agotamiento contradictorio del neoliberalismo y el fracaso de los capitalismos democráticos han conllevado perspectivas bastante diferentes tanto en el análisis como en la búsqueda de alternativas. Algunos analistas -agrega- hablan de la instauración de un ‘posibilismo conservador’ (A. Boron), que implica mantenerse practicando políticas públicas con visiones neoliberales, bajo el sofisma de que es inevitable someterse a los imperativos económicos de los organismos financieros internacionales”.
“Otros investigadores consideran que en la izquierda es posible construir y aportar en América Latina por ‘reformas no reformistas’ (A. Gorz) que logren desatarse del peso neoliberal de dos décadas hacia posiciones anticapitalistas. También algunos sostienen que un asunto es movilizar el descontento contra el neoliberalismo y algo muy distinto consolidar, en el corto plazo, alternativas concretas que promuevan desarrollo, equidad y sean sostenibles a mediano plazo (C. Rodríguez). Tanto en la búsqueda de alternativas al neoliberalismo como en la caracterización del capitalismo existen en las izquierdas latinoamericanas intensas polémicas”.
En este debate, De Zubiría Samper deja claro, eso sí, que capitalismo y democracia no son sistemas complementarios como algunos lugares comunes suponen. Frente a los horrores del capitalismo y su modelo criminal, el neoliberalismo, el autor se pregunta: “¿cómo es posible implantar y consolidar democracias bajo las inhóspitas condiciones de pobreza, desigualdad, polarización, desempleo masivo, precarización y segmentación social?”. En consecuencia, y citando al politólogo argentino Atilio Boron, sostiene que “la lucha por la democracia en América Latina es insostenible al margen de la lucha contra el despotismo del capital”. En ello, recalca De Zubiría, Borón es categórico: “más democracia implica, necesariamente, menos capitalismo”.
En contraste, el autor sostiene que para el socialismo e igualmente para el comunismo, “la democracia sin transformaciones reales en las condiciones materiales de vida, es pura virtualidad, que no llega a consolidarse en democracia real”.
Infortunadamente, colige el filósofo colombiano, la democracia latinoamericana en el actual contexto socioeconómico “está profundamente limitada por fenómenos bastante hostiles, como dispositivos de reforzamiento de una sociedad de clases; existencia de sociedades de clases radicalmente injustas y excluyentes; manipulación ideológica de los medios de comunicación; tercerización y predominio del trabajo informal; precarización de la vida material y espiritual, entre algunas de las múltiples limitaciones”.
“Por esto, las condiciones de posibilidad hacia una democracia participativa son, en cierto sentido, cada vez más exigentes. ¿En América Latina, cuanta equidad social es necesaria y obligatoria para construir una ciudadanía democrática?”, se pregunta De Zubiría.
El trabajo bibliográfico del cientista social colombiano se explaya igualmente sobre aspectos íntimamente relacionados con la cultura como las identidades, tanto modernas como posmodernas, los procesos democráticos, la ciudadanía, el poder y la democracia participativa. Un texto, en definitiva, imprescindible para el análisis de la realidad latinoamericana y su proceso de definitiva independencia.
Bogotá, mayo de 2013.