Catatumbo en Colombia
Hace dos semanas en forma discreta y confidencial, el comandante Pablo Catatumbo estuvo en Colombia, acompañado de los delegados de los países garantes y del CICR. La misión fue la de viajar al Valle del Cauca, en cuyas montañas, sostuvo reuniones con miembros de los frentes de las FARC-EP, para explicar de manera pedagógica los logros en los diálogos de La Habana y la necesidad de seguir avanzando para buscar la solución dialogada y definitiva del conflicto en Colombia. Sobra advertir que la presencia del jefe guerrillero fue autorizada por el Gobierno en el entendido que es parte de la campaña pedagógica que los integrantes de la Delegación de Paz adelantan con los combatientes farianos.
¿Qué busca Montealegre?
Cuando están avanzando los diálogos de paz de La Habana y se superó la crisis más reciente que amenazó su continuidad, el fiscal Eduardo Montealegre después de hurgar en los anaqueles de la Fiscalía donde estaban archivados, apareció con numerosos procesos contra los dirigentes de las FARC-EP, para ejercer presión sobre ellos con el fin de que firmen muy pronto la paz. La pregunta que se hacen varios periodistas es: ¿Por qué este viraje del Fiscal General de la Nación, quien se había manifestado en favor de los diálogos y en buscar soluciones adecuadas al tema de la justicia en el marco de la verdad, la justicia, la reparación y el compromiso de no repetición, por parte de todos los que han participado en el conflicto de una u otra forma?
Sigue el espionaje I
A pesar de los problemas de salud que afectan a Carlos Lozano, director de VOZ, dirigente comunista y vocero de Marcha Patriótica, los seguimientos y el acoso de organismos de inteligencia, se mantienen contra él. El pasado sábado 15 de agosto, cuando era visitado en su residencia del barrio Santa Isabel en Bogotá por un grupo de compañeras, integrantes del Área de Mujer del Partido Comunista, un policía motorizado se dedicó a monitorear a la Central de Inteligencia de la Policía los números de placas y características de los vehículos parqueados al frente de su vivienda. Todo ocurrió sin ninguna explicación.
Sigue el espionaje II
Mientras ocurren estos actos de intimidación de los agentes de la policía contra Carlos Lozano, no ha sido posible que la Unidad Nacional de Protección le restablezca el servicio de vigilancia nocturna en su residencia. Al Director de VOZ le tocó comprar la caseta de vigilancia pero ni aún así ha sido posible la reacción de la UNP. Al tiempo, Lozano denunció que desde que le fue retirado el servicio, aparecen en los muros de la casa, letreros amenazantes en los que lo califican de guerrillero y terrorista. Se repite la historia cuando estos hechos ocurrían en los tiempos de las chuzadas y amenazas del DAS.