lunes, agosto 25, 2025
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Clavos calientes

Otro testigo contra Uribe

Un testigo más le apareció a Santiago Uribe Vélez, hermano del senador y ex presidente Álvaro Uribe Vélez, que lo acusa de haber colaborado con las bandas paramilitares en Córdoba y Antioquia. Se trata de Eunicio Pineda, campesino que trabajó en la hacienda colindante de la finca La Carolina de propiedad de Uribe. Según dice el testigo, Santiago repartía armas y equipos de comunicación para los paramilitares. El objetivo era la “limpieza social” en la región, que incluía a los comunistas. Con este ya son varios los testigos, entre ellos Salvatore Mancuso y el mayor Juan Carlos Meneses los que acusan a este siniestro personaje de ser uno de los “12 apóstoles” que asesoraban a Carlos Castaño.

Santiago Uribe Vélez
Santiago Uribe Vélez

Repudian a Felipe González

Distintas manifestaciones de rechazo se han dado en la República Bolivariana de Venezuela contra el ex presidente del Estado español, Felipe González, cuyo gobierno cayó por denuncias de corrupción y de tolerar grupos paramilitares de los organismos de seguridad contra la oposición vasca y la guerrilla de la ETA. Por las redes sociales y en demostraciones públicas, los venezolanos escribieron y pregonaron: “¡Felipe González, váyase de Caracas!”. El entrometido chapetón, creyendo estar en un virreinato, también vino a Colombia a exigir que el proceso de paz termine cuanto antes porque el tiempo se acaba, según él. De entrometido lo calificaron varias organizaciones colombianas.

Medios bellacos

¿Qué hacer con estos medios bellacos? Es la pregunta que se hacen varios promotores de la paz en Colombia. A raíz del vil secuestro de la niña Daniela Mora, hija de Diego Mora, director de la Unidad Nacional de Protección, algunos medios con despliegue amarillista, mientras la policía y la Fiscalía decían que los responsables eran delincuentes comunes, en la información insistían en que en la región hay presencia guerrillera y especulaban con los líos internos de la UNP y las contradicciones laborales con los escoltas, como insinuando que todos entraban en el grupo de sospechosos.

El propio director de la UNP tuvo que desmentirlos porque las investigaciones e hipótesis de trabajo van en otra dirección. El amarillismo de los medios no tiene límite.

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