Cifra: 10,4% fue la tasa promedio de desempleo en Colombia en 2012. Fuente: DANE.
Comentario: No logró el gobierno alcanzar la meta de bajar el desempleo a un dígito. El número de desempleados al finalizar el año fue de 2.222.000 personas, levemente inferior a la cifra alcanzada al terminar el año 2011 (2.261.000). La mayor proporción de ocupados (42,8%) se presentó en la categoría de trabajadores por cuenta propia, nombre técnico que se da al empleo precario que genera el régimen económico imperante. Por su parte, la tasa promedio de desempleo en las 13 áreas metropolitanas ascendió a 11,2%, lo que muestra que, en las zonas geográficas con mayores posibilidades de generar empleo, dada la localización de la infraestructura y los servicios, no se hace el esfuerzo inversionista necesario para absorber la fuerza de trabajo excedente. La mayor inversión se está yendo hacia las zonas de explotación de los recursos minero-energéticos, que no generan mucha ocupación, en desmedro de la industria y la agricultura, sectores de mayor capacidad de generación de empleo.
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Cifra: $150.000 millones más para subsidio a la caficultura. Fuente: El Espectador del 06-02-2013.
Comentario: Esta suma elevaría el subsidio a $235.000 millones pues, hasta el momento, el gobierno ha apropiado $85.000 millones para el efecto. De esta última cifra, ya se han gastado más de $81.000 millones. Dos son los factores causantes de la situación: el nivel de precios en el mercado internacional y la revaluación. El primero depende de la actividad especuladora de las grandes transnacionales del mercadeo de bienes primarios (commodities). El segundo tiene que ver con el ingreso masivo de capitales extranjeros por cuenta de las transnacionales minero-energéticas que, si bien sacan anualmente los recursos que traen, generan un fenómeno revaluacionista a lo largo de todo el año. Más importante aún: el endeudamiento externo del sector privado, en particular, del sector financiero, que aúpa el fenómeno revaluacionista. Pero el gobierno insiste en su locomotora minera, afectando a la agricultura y a la industria, por igual, y en la libertad de endeudamiento en el exterior.