Habrá participación de la UP en 25 departamentos del país en las próximas elecciones al poder local. La inmensa mayoría de candidatos upeistas son jóvenes.

Hernán Camacho
Con el propósito de ayudar a construir desde los territorios gobiernos para la paz, la UP regresa a la lucha política electoral en las elecciones locales del próximo 25 de octubre. Aproximadamente mil líderes sociales y políticos en 25 departamentos del país tendrán como tarea agitar sus propuestas y reagrupar a las corrientes democráticas para abrirle camino a la unidad. En esa línea, volver a la disputa electoral del poder local tiene un gran significado para la UP, dice Gabriel Becerra, miembro de su Comité Ejecutivo Nacional y coordinador de la comisión política- electoral que nos presenta un primer balance.
–¿Cuál es el balance de inscripción de candidaturas de la UP?
– Podemos informar que aun en medio de las adversidades de diverso tipo la UP logró avalar de manera individual o en coalición, candidaturas en 25 de los 32 departamentos, entre ellos cinco aspirantes a la gobernación, donde sobresale la candidatura de Imelda Daza en el Cesar que en pocos días se ha convertido en la revelación y suma los avales del PDA y el Partido Verde; 10 listas para asamblea, 74 candidaturas a las alcaldías, entre ellas varias de ciudades capitales e intermedias como Bogotá, Cartagena, Pasto, Cúcuta; 113 listas a concejos municipales y 91 listas a JAL.
Vuelve el logo de la UP
Es estimulante que en todos estos territorios el logo amarillo y verde de la UP vuelva a aparecer en los tarjetones. También se presentará el caso de algunos militantes de la UP que no tuvieron otra opción, por razones legales y políticas de diversa índole, que la de ser candidatos mediante el aval de otros partidos. En conclusión, ni la violencia ni la antidemocracia que persiste en el régimen y el sistema político han logrado su objetivo. La UP vive en la lucha de antiguas y nuevas generaciones que no cesan en su compromiso por la paz con justicia social y en la tarea de construir la unidad.
–¿Cuáles son los objetivos de la UP para estas elecciones?
–Tanto el V Congreso como las consecutivas Juntas Nacionales se han planteado el objetivo de levantar una voz propia en el debate electoral que agite un programa político desde los territorios a favor de gobiernos comprometidos con los derechos de la gente como garantía de una paz estable y duradera. No vamos a elecciones simplemente con el pragmatismo tradicional de ganar por ganar, a cualquier precio. Vamos a defender unas ideas, a reagrupar una fuerza en un momento crucial de la vida nacional que ayude a unir al pueblo, y claro está, vamos a las elecciones porque también queremos recuperar vocerías políticas en algunas corporaciones y cargos ejecutivos donde sea posible. Pero nuestro afán no es exclusivamente electoral, existe un propósito político más de fondo, menos coyuntural y personalista.
–¿Cómo evalúa el proceso de unidad de la izquierda y las fuerzas democráticas de cara al 25 de octubre?
–Aunque quisimos llegar a estas elecciones en mejores condiciones no en todos los casos fue posible. En algunas regiones hay avances con el PDA, MP, Congreso de los Pueblos, ASI, MAIS, incluso sectores del Partido Verde y del Partido Liberal, en otras el estado de la unidad es muy crudo. Esto muy seguramente se reflejará en los resultados. Los antecedentes de exclusión y ciertos vanguardismos que solo esperan adhesiones, continúan siendo un obstáculo real pero no hay que dejar de persistir. La unidad más allá de las elecciones es un imperativo ético y político al que no se debe renunciar jamás. En lo que corresponde al PC y a la UP esto es claro.
–Háblenos de las garantías ¿sigue la contienda sin garantías reales para la UP?
–Desde nuestro punto de vista no hay modificaciones sustanciales en el sistema político que nos permitan afirmar que estamos en una democracia plena. Legalmente se impidió que hiciéramos coaliciones a corporaciones públicas. A la UP el canal RCN decidió no transmitirle su mensaje institucional y no ha pasado nada. El CNE, de mayoría de los partidos tradicionales, nos acaba de negar los recursos de funcionamiento a los que tenemos derecho desde el año 2003. A esto súmele que la estigmatización en contra de la UP persiste desde esferas institucionales y la amenaza paramilitar sigue latente. Los obstáculos son reales y continúan siendo muy grandes no solo para la UP, para todas las fuerzas alternativas en general. Esto se lo hemos dicho con toda claridad y de mil formas al gobierno nacional, la última vez la semana pasada al Ministro del Interior en la reunión del comité de garantías electorales para la UP, que después de cinco meses por fin convocó.
Inscripciones
Por otro lado, las inscripciones muestran el desorden y la precariedad del aparato electoral. Cada registrador se inventa sus reglas y en algunos casos hasta impiden que la gente se inscriba con mil pretextos. Esto sin profundizar en las denuncias de departamentos dominados por el poder de las mafias vinculadas a intereses familiares, negocios ilegales y proyectos políticos como los del actual vicepresidente.
La UP con Clara
–Qué representa Bogotá en la lucha electoral desde la perspectiva de la UP?.
–Bogotá no solo para la UP, sino para la izquierda y sectores democráticos en general representa su principal bastión. Más allá de las diferencias, perder Bogotá sería un golpe muy grande para el proceso de cambios políticos de cara a un pos acuerdo de paz que anhela el país. La derecha en todas sus expresiones se ha propuesto recuperarla, no será una pelea fácil. Por eso desde un inicio hemos llamado a tener candidaturas unitarias. Hoy es un hecho que al Concejo y a las JAL la ley y las diferencias lo impidieron, pero no es así en el caso de la Alcaldía. La UP decidió apoyar a Clara López y actuará en consecuencia, sobre la base de una coalición y un acuerdo programático donde sobresalen entre otros temas la lucha contra la corrupción, la defensa del proceso de paz, la lucha contra la desigualdad social y el fortalecimiento de la participación ciudadana. Clara es una mujer preparada y comprometida con un programa democrático pero no simplemente adherimos, son acuerdos programáticos con compromisos de parte y parte.
–Finalmente la UP va a recuperar el Concejo con Aída Avella?
–Es lo que nos proponemos. Sin posibilidad de lista unitaria, la UP va a dar la batalla por recuperar su curul en el Concejo Distrital. Queremos que Aída regrese a la curul de donde no pudo terminar su periodo porque fue obligada a hacerlo después de los hechos de violencia que todos conocemos. Hay mucho entusiasmo, mucha juventud, mucho reencuentro con luchadores sociales y populares. La UP sin lugar a dudas es otra izquierda con raíces en la ciudad que recoge a muchos sectores organizados y de opinión. Con Aída regresa la honestidad y la dignidad a una corporación hoy bastante desprestigiada.
Lista cerrara y mixta
Será una lista cerrada. Mitad hombres y mitad mujeres. La gente marcará UP. No es una competencia entre personalismos. La acompañan liderazgos importantes de la ciudad como el compañero Román Vega, reconocido dirigente de la salud, experto en temas urbanos y vocero distrital de Marcha Patriótica; Alfonso Castillo, defensor de derechos humanos, integrante del Movice. Y otras personas representativas de los sectores sociales.